España experimentó una industrialización tardía y desigual en comparación con otros países europeos. La ciudad de Ferrol se industrializó gracias a la construcción naval, llegando a ser un importante motor económico. Sin embargo, la globalización y la competencia internacional causaron una crisis que llevó al cierre de muchas fábricas e industrias, desindustrializando la ciudad. Ahora, Ferrol busca nuevas fuentes de desarrollo económico como la energía alternativa.