La infertilidad masculina puede deberse a problemas físicos o de la función espermática. Los problemas físicos incluyen disfunción eréctil, ausencia de eyaculación y obstrucciones, mientras que los problemas de la función espermática incluyen baja cuenta, movilidad o forma inadecuada de los espermatozoides. Los tratamientos para la infertilidad masculina incluyen farmacoterapia, fertilización in vitro, inseminación artificial con donante e inyección intracitoplásmica de esperma.