La inflamación aguda es la respuesta rápida del cuerpo ante un agente agresor, causando alteraciones vasculares, rubor, edema, calor y dolor. Células como los mastocitos, basófilos y plaquetas, así como mediadores como la histamina y serotonina, son activados para eliminar el agente y aumentar la permeabilidad vascular. Diversos exógenos y endógenos pueden inducir la inflamación, regulando funciones leucocitarias e iniciando procesos inmunológicos y quimiotácticos.