2. CONCEPTO
La inflamación es un mecanismo
muy efectivo de defensa del
huésped cuyo objetivo es
detener la agresión y reparar
las lesiones, y que se desarrolla
como respuesta a un daño en
sus tejidos.
La lesión puede resultar de una
agresión física (p. ej., una herida
o una quemadura solar), una
agresión química o un agente
infeccioso.
3. • La destrucción de células por
cualquiera de estos mecanismos
pone en marcha una serie de
acciones encaminadas a la
reparación de la lesión y a la
destrucción del agente invasor.
• El proceso de la inflamación
también puede considerarse como
parte de la respuesta inmune y
como parte de una respuesta de
defensa no específica.
6. PROCESO DE LA
INFLAMACION
Cuando en un tejido aparecen
agentes extraños (potencialmente
patógenos), el contacto de estos
agentes con ciertas proteínas
plasmáticas, como el sistema del
complemento, desencadena una
reacción inflamatoria que trata de
eliminar al agente extraño.
8. LA REACCIÓN MÁS CARACTERÍSTICA DE LA INMUNIDAD
NO ESPECÍFICA ES LA INFLAMATORIA.
• Cualquiera que sea el agente
desencadenante de la inflamación, la
sucesión de acontecimientos es
esencialmente la misma.
• Las células destruidas liberan sustancias
(histamina, prostaglandinas, cininas,
leucotrienos, etc.) que ponen en marcha la
respuesta inflamatoria. Inicialmente se
originan vasodilatación e hiperemia, junto
con extravasación de líquido, que sale de
los vasos sanguíneos difundiéndose en el
tejido, lo que causa hinchazón del área
inflamada (edema).
9.
10. • Seguidamente, en el tejido infectado se acumulan abundantes células
inflamatorias y lo infiltran: primero leucocitos polimorfonucleares y luego
y monocitos.
• Estas células salen de los vasos sanguíneos (proceso denominado diapédesis)
atraídas por unas sustancias solubles que se liberan en el tejido inflamado.
• Estas sustancias solubles se denominan mediadores de la inflamación y realmente
son las responsables de los diversos efectos que desencadena el proceso de la
inflamación. Los mediadores químicos de la inflamación son segregados por las
células inflamatorias o proceden de la activación del complemento.
11.
12.
13. • El proceso de migración de las células, atraídas por mediadores químicos, se
denomina quimiotaxis.
• La fase final de la inflamación consiste en la reparación del tejido lesionado
cuando todos los agentes dañinos han sido eliminados del lugar lesionado.
• La capacidad de los tejidos para autorrepararse depende del tipo de tejido. Los
tejidos simples, como la piel, se regeneran fácilmente, pero los tejidos muy
complejos, como el músculo cardíaco o el tejido nervioso, difícilmente recuperan su
integridad una vez lesionados.
14. Los signos aparentes de la inflamación son:
• a) enrojecimiento (rubor), debido a la vasodilatación capilar
• b) aumento local de temperatura (calor), debido a la hiperemia y vasodilatación
capilar con incremento de flujo sanguíneo
• c) hinchazón (tumor), debida al efecto combinado de la extravasación de plasma
(edema) y a la infiltración leucocitaria
• d) dolor, debido a la destrucción tisular e irritación de las terminaciones nerviosas,
• e) impotencia funcional.
15.
16. RESPUESTA GENERALIZADA A LA
INFECCIÓN. FIEBRE
• Así como la inflamación es la
respuesta local del organismo a una
lesión, existen también respuestas
generales o sistémicas, de las cuales
una de las más importantes es la
fiebre.
• La fiebre es una elevación anormal de
la temperatura corporal en respuesta
al ajuste térmico del centro
termorregulador, cuya causa más
frecuente es una infección.
• El encargado de mantener la
temperatura del cuerpo humano es el
centro termorregulador, que está
situado en el hipotálamo y que
habitualmente está regulado a 36,6 ±
0,4 °C.
17. • Algunas sustancias denominadas pirógenos (productores de fiebre) cambian el
ajuste del termostato a una temperatura más alta, por lo que aparece la fiebre.
• Entre estas sustancias están el lipopolisácarido y los pirógenos endógenos como
las citocinas (interleucina 1 y 6, entre otras) producidas por los leucocitos en
respuesta a la inflamación.
• Para que la temperatura se eleve, en respuesta a una nueva regulación del
termostato corporal producida por un pirógeno aumenta el metabolismo celular
(que genera calor) y se produce una vasoconstricción periférica (que retiene
calor).
• Ante una elevación brusca de la temperatura corporal, se produce una
diferencia de temperatura entre el interior del organismo y su superficie,
apareciendo los llamados escalofríos.
18.
19.
20.
21. • Hasta cierto punto, la fiebre puede ser considerada un mecanismo de defensa
frente a la infección, ya que aumenta el metabolismo y las respuestas
inmune.
• Es importante señalar que la fiebre no siempre obedece a una infección; y en
muchos casos se debe a la presencia de tumores, enfermedades autoinmunes,
colagenosis, etc.
• Durante el proceso de inflamación algunas de las moléculas producidas por los
macrófagos inflamatorios, como la interleucina 1, pasan a la sangre y al llegar
hígado estimulan la producción de determinadas proteínas denominadas
de fase aguda (es decir, que se liberan como respuesta a una inflamación muy
activa), como la proteína C reactiva.
22.
23. • RESPUESTA MAS
INTENSA
• AFECTA
HIPOTALAMO
AUMENTANDO LA
TEMPERATURA
• AUMENTA
SECRECION DE
HORMONAS
(CORTISOL,
HORMONAS
TIROIDEAS, ETC)
• FAVORECEN LA
LEUCOCITOSIS
24. • El incremento en sangre de estas proteínas de fase aguda se asocia con el
aumento de la velocidad de sedimentación globular.
• Así, la determinación en el laboratorio de los niveles séricos elevados de
proteína C reactiva y/o de la velocidad de sedimentación globular (rapidez con
los hematíes sedimentan en una muestra de sangre tratada con un anticoagulante)
es un indicador analítico de inflamación (aunque no aporte información sobre
sus posibles causas).
26. REACCIONES DE HIPERSENSIBILIDAD
• La respuesta inmune específica puede
ocasionar daños en los tejidos del
propio organismo.
• Los estados de hipersensibilidad o
alergia se definen como una respuesta
inmune excesiva frente a antígenos
extraños (alergenos), en la que,
independientemente de que haya un
efecto beneficioso (p. ej., defensa
frente a micobacterias) o no (p. ej.,
respuesta frente al polen de una
planta), hay un daño tisular.
28. Se reconocen al menos
cuatro tipos de
reacciones de
hipersensibilidad:
a) las reacciones de tipos
I, II y III se deben a
respuestas de
anticuerpos
b) la reacción de tipo IV
mediada por las propias
células T.
29. TIPO I: HIPERSENSIBILIDAD INMEDIATA
(ALERGIA)
• La hipersensibilidad tipo I se manifiesta como reacciones
histicas que ocurren segundos después de que un antigeno se
ha combinado con su IgE especifica.
• Los síntomas pueden manifestarse como anafilaxia sistémica
(p. ej., después de la administración intravenosa de proteínas
heterologas) o como una reacción local (p. ej., una alergia
atópica que involucra rinitis, como ocurre en la fiebre del
heno).
30.
31. LOS MEDIADORES DE LA
HIPERSENSIBILIDAD
TIPO I SON LOS
SIGUIENTES:
1. Histamina. La histamina existe en un
estado preformado en las plaquetas y en
los gránulos de mastocitos, basófilos y
eosinófilos. Su liberación provoca
vasodilatación, aumento de la
permeabilidad capilar y contracción de
músculo liso (p. ej., broncoespasmo).
Los antihistamínicos bloquean los receptores
de histamina y son relativamente efectivos para
tratar casos de rinitis alérgica. La histamina es
uno de los principales mediadores de las
reacciones de tipo I.
32. 2. Prostaglandinas y leucotrienos. Las prostaglandinas y los leucotrienos son
mediadores provenientes del ácido araquidónico, que se forman través de
de la ciclooxigenasa.
Las prostaglandinas inducen edema y broncoespasmo. El leucotrieno B4 es
una sustancia quimiotáctica que activa y recluta leucocitos en sitios de lesión.
Los leucotrienos C4 y D4 causan vasodilatación y permeabilidad vascular.
Estas moléculas, junto con el TNF-α y la IL-4, se conocen como mediadores
secundarios de una reacción de tipo I.
33. A. ATOPIA
• Los trastornos de hipersensibilidad atópica
exhiben una predisposición familiar fuerte y
se relacionan con niveles altos de IgE. La
predisposición a la atopia es claramente
genética, sin embargo los síntomas son
inducidos por exposición a alérgenos
específicos. Estos antígenos por lo general
son ambientales (p. ej., polenes, ambrosias o
polvo) o alimentos (p. ej., mariscos).
• La fiebre del heno, el asma, el eccema y la
urticaria son manifestaciones clínicas
comunes. Muchos pacientes experimentan
reacciones de tipo inmediato a pruebas
cutáneas (inyecciones, parches o rascado) que
involucran al antígeno ofensor
34. • Los casos más graves de alergia (reacción anafiláctica, hipersensibilidad tipo I)
pueden ocasionar la muerte del enfermo por liberación masiva de sustancias
vasoactivas y fallo circulatorio.
• Se deben a la acción de la IgE. Las reacciones anafilácticas graves son inusuales,
pero la posibilidad de que ocurran debe tenerse en cuenta siempre que se
administren ciertos fármacos, como la penicilina.
35. TIPO II: HIPERSENSIBILIDAD
• La hipersensibilidad tipo II implica la unión de
anticuerpos IgG a antígenos de superficie celular
o a moléculas de la matriz extracelular. Un
anticuerpo dirigido contra antígenos de
superficie celular es capaz de activar el
complemento o dañar a las células portadoras. El
resultado puede ser lisis mediada por el
complemento, como ocurre en la anemia
hemolítica, reacciones a los grupos ABO por
transfusiones y enfermedad hemolítica por el
factor Rh.
• Fármacos como la penicilina pueden adherirse a
proteínas superficiales de eritrocitos e iniciar la
formación de anticuerpos.
36. TIPO III:
HIPERSENSIBILIDAD
POR COMPLEJOS
INMUNITARIOS
• Cuando un anticuerpo se
combina con su antígeno
especifico, se forman
complejos inmunitarios.
Estos, por lo general, se
eliminan de inmediato,
pero en ocasiones
persisten y se depositan
en los tejidos.
37. • En infecciones bacterianas o víricas persistentes pueden (p. ej., los riñones), lo cual
resulta en insuficiencia del órgano afectado y depositarse complejos
los órganos daño histico. En las enfermedades autoinmunitarias, los antígenos
“propios” inducen la formación de anticuerpos que se unen a ellos o se depositan
en órganos y tejidos en forma de complejos, en particular en las articulaciones
(artritis), los riñones (nefritis) y los vasos sanguíneos (vasculitis).
• Por ultimo, ciertos antígenos ambientales, como las esporas de hongos y ciertos
fármacos, son capaces de provocar la formación de complejos inmunitarios que
causan daño similar de órganos y tejidos
38. • Siempre que se depositan complejos inmunitarios se puede activar el
complemento. Una vez que esto ocurre, macrófagos y neutrófilos migran al sitio
inflamación y ocurre daño hitico.
• Hay dos tipos principales de hipersensibilidad mediada por complejos inmunitarios.
Uno de ellos se produce de forma local y se denomina reacción Arthus. Esta ocurre
cuando se inyecta una pequeña dosis de antígeno en la piel. Esto induce la
producción de anticuerpos IgG y la activación del complemento.
• Además se estimula la liberación de mediadores, provenientes de mastocitos y
neutrófilos, que incrementan la permeabilidad vascular. Esta reacción por lo común
ocurre en un lapso de 12 h.
39. • La glomerulonefritis
posestreptocócica aguda es una
patología bien conocida,
provocada por complejos
inmunitarios. Inicia varias semanas
después de una infección por
estreptococo β-hemolitico del
grupo A, en particular en la piel, y
a menudo también ocurre despues
de una infección por tipos
nefritogenicos de estreptococos.
40. • El nivel de proteínas del complemento por lo general es bajo, lo que sugiere una
reacción antígeno-anticuerpo que las consume. A lo largo de la membrana basal
glomerular se observan depósitos grumosos de inmunoglobulinas conjugadas
la proteína C3 del complemento.
• Este tipo de patrón revela complejos antígeno-anticuerpo. Es probable que
complejos estreptococicos antígeno-anticuerpo se filtren hacia afuera de los
glomerulos, fijen el complemento y atraigan neutrófilos. Esta serie de eventos
provoca un proceso inflamatorio que daña los riñones.
41. TIPO IV: HIPERSENSIBILIDAD MEDIADA
POR CELULAS (TARDIA)
• La hipersensibilidad mediada
por células es una respuesta
inducida por los linfocitos T. La
interacción entre antígenos y
linfocitos T sensibilizados de
forma especifica resulta en la
proliferación de dichas células,
la liberación de citosinas
inflamatorias potentes (IFN-γ e
IL-2), y la activación de
macrófagos.
• Esta respuesta inflamatoria a
menudo comienza dos o tres
días después del contacto con
el antígeno y por lo general
dura muchos días.
42. A. HIPERSENSIBILIDAD POR
CONTACTO
• La hipersensibilidad por contacto ocurre
después de eventos de sensibilización con
sustancias químicas simples (p. ej., el niquel
o el formaldehido), materiales de plantas (p.
ej., hiedra venenosa o roble venenoso),
medicamentos de aplicación tópica (p. ej.,
sulfonamidas o neomicina), algunos
cosméticos, jabones y otras sustancias.
• En todos los casos entran pequeñas
moléculas a la piel y después se transforman
en antígenos. En estos casos se induce
hipersensibilidad mediada por células, en
particular en la piel.
43. • Cuando se entra de nuevo en contacto
con el agente ofensor, la persona
sensibilizada desarrolla eritema, prurito,
vesículas, eccema o necrosis cutáneos
12 a 48 h. Para impedir recurrencias hay
que evitar el contacto con el material
incitante. Una prueba cutánea puede
identificar el antígeno en cuestión. Las
células de Langerhans en la epidermis,
que interactúan con los linfocitos CD4+
Th 1, parecen intervenir en esta respuesta.
44. B. HIPERSENSIBILIDAD SIMILAR A LA
DE LA TUBERCULINA
La hipersensibilidad tardía a
antígenos de microorganismos
ocurre en numerosas
enfermedades infecciosas y se ha
utilizado como adyuvante para el
diagnóstico.
La reacción a la tuberculina es un
buen ejemplo de una respuesta
de hipersensibilidad tardía.
45. • Cuando se inyecta una pequeña cantidad de tuberculina en la epidermis de un
paciente que ya ha sido expuesto a Mycobacterium tuberculosis, hay una reacción
inmediata discreta.
• De forma gradual, sin embargo, se desarrolla induración y enrojecimiento que
alcanzan su máxima expresión en 24 a 72 h.
• Las células mononucleares, en particular los linfocitos T CD4+ Th 1, se
el tejido subcutáneo. Una prueba cutánea positiva indica que la persona ha sido
infectada por el microorganismo pero no implica la presencia de la enfermedad..
46. AUTOINMUNIDAD.
• TOLERANCIA
• En las enfermedades autoinmunes, el daño tisular se debe a una respuesta
específica frente a antígenos propios (autoantígenos).
• El sistema inmune fracasa en su capacidad para discernir entre antígenos propios y
extraños.
• Dentro de la diversidad de estructuras reconocibles por los receptores de los
linfocitos, debe haber muchas que estén presentes en las propias proteínas del
organismo; en efecto, en la médula ósea y el timo se forman clones de linfocitos B y
T que reconocen específicamente antígenos propios. Sin embargo, una serie de
complejos mecanismos actúan durante la vida fetal para establecer tolerancia, es
decir, ausencia de respuesta frente a los autoantígenos.
48. • Esta tolerancia se establece por
eliminación de los clones de linfocitos
capacidad de reaccionar con los
antígenos propios o autoantígenos.
• Ahora bien, diversos factores pueden
romper la tolerancia frente a un
autoantígeno, y entonces se originaría
una autoagresión mediada por
autoanticuerpos o por células T
autorreactivas.
• Algunas infecciones bacterianas y
son capaces de desencadenar
enfermedades autoinmunes.
49. • también ciertas enfermedades autoinmunes
como tiroiditis, artritis y espondilitis
anquilosante, que pueden aparecer como
secuelas de infecciones por bacterias
Yersinia y Klebsiella.
• En la fiebre reumática, una secuela no
supurativa de la infección por
Streptococcus pyogenes, la
puede desempeñar un papel muy
importante.
• Determinados antígenos del CMH se
asocian a un mayor riesgo de enfermedad
autoinmune
50. • Así, hay frecuencias significativas
de asociación entre infecciones
por los virus de la rubéola y de
paperas con la diabetes tipo 1
(enfermedad en la que una
respuesta autoinmune, con
autoanticuerpos y células T
autorreactivas, destruye las
productoras de insulina en los
islotes de Langerhans del
páncreas)
51. DEFICIENCIAS DE LA RESPUESTA
INMUNITARIA
Enfermedades por inmunodeficiencias
La inmunodeficiencia se divide en dos
categorías: primaria y secundaria.
• Las enfermedades por inmunodeficiencia
primaria son trastornos del sistema
inmunitario en los cuales el defecto se
encuentra en las células del sistema
inmune.
• En las enfermedades por
inmunodeficiencia secundaria, el defecto
es inducido por factores externos como
virus, cáncer y fármacos.
52. A. INMUNODEFICIENCIAS
PRIMARIAS
• Las inmunodeficiencias primarias son un
grupo heterogéneo de trastornos del
sistema inmunitario. Muchas de estas
enfermedades tienen un componente
genético y se heredan como defectos
monogénicos.
• El defecto genético disminuye el
funcionamiento y el número de
linfocitos B, linfocitos T, fagocitos,
componentes del complemento,
citosinas o TLR. Es claro que la pérdida
de estos elementos funcionales
incrementa la susceptibilidad a
infecciones.
53. Un ejemplo es la enfermedad granulomatosa crónica (CGD, chronic granulomatous
disease), un trastorno que altera el funcionamiento de los fagocitos. Los pacientes
tienen niveles normales de inmunoglobulinas, fagocitos y linfocitos T y B. Las células
fagocíticas, sin embargo, no matan microbios por un defecto genético en el
citocromo b-558.
Estas células son incapaces de matar algunos hongos o bacterias de forma eficiente,
como Staphylococcus, E. coli y Aspergillus spp. A menos que se trate, la CGD por lo
común es fatal en la primera década de la vida. Se ha demostrado que el IFN-γ
restablece la función de los fagocitos. Por lo tanto, en la mayoría de los casos, la
administración de IFN-γ o un trasplante de médula ósea son tratamientos eficaces.
54. B. INMUNODEFICIENCIAS
SECUNDARIAS
• Las inmunodeficiencias
secundarias son causa
importante de
infecciones. Los estados
de inmunodeficiencia
secundaria se relacionan
con infecciones, cáncer y
fármacos.
55. C. INFECCIONES
• Las infecciones pueden suprimir la inmunidad del hospedador. Se sabe que los
pacientes infectados por el EBV y que presentan mononucleosis tienen una
respuesta cutánea de DTH deprimida para la TB y otros antígenos. La negatividad de
esta prueba indica inhibición de la respuesta de los linfocitos T.
• Análisis de la replicación del EBV han revelado un mecanismo posible para esta
inmunosupresión; el genoma del EBV codifica un análogo de la IL-10 humana, una
citosina inmunosupresora que inhibe la proliferación de los linfocitos Th 1 y en
consecuencia la producción de citosinas, como el IFN-γ.
56. • El ejemplo mas obvio de una inmunodeficiencia inducida por un virus es la
infección por el VIH y la patología resultante, el sida. El VIH primero infecta a los
linfocitos T CD4
• Esto es posible debido a que el virus usa la molécula CD4 como receptor y al
receptor de quimiocinas CCR5 como correceptor para entrar a la célula. La
replicación del VIH en los linfocitos T CD4+ provoca una perdida progresiva de
estas células y el desarrollo del sida.
• En consecuencia, los pacientes afectados son atacados por muchas infecciones
oportunistas.
• El linfocito CD4, ayuda a los linfocitos B durante la producción de anticuerpos y
sirven como fuente de IL-2 e IFN-γ. Por lo tanto, la replicación de un virus citotóxico
en este tipo de células es devastador para la respuesta inmunitaria.
57. D. CÁNCER
• Leucemias, linfomas, mieloma múltiple y otros tipos de cáncer pueden provocar
inmunodeficiencia y exacerbar las infecciones.
• Por ejemplo, los pacientes con leucemia pueden tener deficiencia de neutrófilos, lo
cual reduce la capacidad de fagocitosis y favorece la proliferación de bacterias u
hongos en sitios infectados. Algunos tumores secretan niveles altos de TGF-β
capaces de suprimir una variedad de respuestas.
58. E. FARMACOS
• Medicamentos citotoxicos utilizados para
tratar canceres (p. ej., el cisplatino),
fármacos inmunosupresores (p. ej., la
ciclosporina) que se emplean como
antibióticos en pacientes con trasplantes
y los nuevos medicamentos anticitosinas
(anti-TNF-α) utilizados para tratar
enfermedades auto inmunitarias (p. ej.,
RA) pueden aumentar el riesgo de
desarrollar infecciones.