2. • Reacción de irritación, furia o cólera causada por la
indignación y el enojo de sentir vulnerados nuestros
derechos.
• Izard describe la ira como una respuesta emocional
primaria, que se presenta cuando un organismo se ve
bloqueado en la consecución de una meta o en la
satisfacción de una necesidad.
3. • Se la ha considerado como una emoción moral: se
produce ante situaciones de rotura de compromisos,
promesas, expectativas, reglas de conducta y todo lo
relacionado con la libertad personal.
• Es un sentimiento displacentero que genera un impulso
apremiante por eliminar o dañar al agente causante.
• Posee un importante componente motivacional. Es junto
con el miedo las dos emociones más intensas y
pasionales, y potencialmente la más peligrosa ya que su
propósito funcional es el destruir las barreras del
entorno. En situaciones extremas puede llegar a generar
reacciones de odio y violencia, tanto verbal como física.
4.
5. • La ira depende de las siguientes estructuras
cerebrales:
• Del Sistema Límbico (hipotálamo, hipófisis y amígdala),
en concreto de la amígdala, es decir de las estructuras
cerebrales filo- y ontogenéticamente más primitivas,
encargadas de las reacciones directamente relacionadas
con la supervivencia (reacciones de lucha y huida) y de
otras emociones como el miedo.
6. • En general, se produce una activación del Sistema Nervioso Simpático, en
detrimento del Sistema Nervioso Parasimpático, esto da lugar a un desequilibrio
en el sistema neuroquímico y en el eje “Hipotálamo-Hipofiso-Gonadal”
(activación de "las glándulas suprarrenales"), dando lugar a su vez a la
producción de, entre otras hormonas, el "CORTISOL", también llamada
"hormona del Estrés", lo cual hace que aumente el nivel de glucosa en sangre y
se potencie así la actividad muscular. El estrés es el causante de ciertas
patologías relacionadas con la hipertensión arterial, la taquicardia, dificultades
del sueño, sudoración, ansiedad, depresión, debilitación del sistema
inmunológico y por supuesto ataques de agresividad
• Con la activación simpática, se libera “adrenalina”(encargada de activar el
sistema de alerta o sistema límbico; sistema generador de emociones como la
ira, dolor, angustia, asco, miedo…), y esto ocasiona la pérdida del pensamiento
consciente (corteza cerebral; que es el responsable del desarrollo de
pensamientos morales y sociales de autocontrol emocional). La hipófisis es la
glándula (conectada al sistema límbico) generadora de hormonas que a su vez
activan la producción de adrenalina .
• El Cortisol y la adrenalina inunda el torrente sanguíneo, el estrés está servido.
7. • Si el estrés es crónico, se liberará también “Noradrenalina”que se comunica
directamente con la amígdala, este desequilibrio neuroquímico generará
emociones como angustia, tristeza, odio, hiperactividad, impulsividad,
agresividad, etc.
• Otra hormona fundamental en la génesis y desarrollo de la IRA es la
“Testosterona”, hormona ligada a la agresividad y la violencia humana, las
conductas antisociales, la impulsividad y el suicidio, pero también con las
conductas de competitividad y el aumento de la lívido.
• Por otra parte, la testosterona disminuye la presencia en el cerebro de
“Serotonina”, neurotransmisor vinculado a emociones placenteras tales como la
paz, tranquilidad, felicidad, y equilibrio emocional, sin embargo, un aumento
elevado de serotonina provoca lo que se conoce como “calma marina” y
disminuye el apetito sexual. Es clave para el control de la animalidad humana y
por lo tanto con el control de la IRA, dolor e impulsividad.
• El déficit de serotonina está relacionado con la falta de ciertos aminoácidos
(triptófano) a causa de una dieta pobre en ciertos alimentos. Los alimentos que
aumentan los niveles de Serotonina son: el chocolate (que aumenta ciertas
endorfinas), el pollo, las harinas, el arroz.
8. • La Testosterona está también vinculada con la “Vasopresina", cuyo aumento origina
que el tiempo que transcurre entre la presencia de un estímulo amenazante y la
reacción de ataque disminuye, evitando que la señal de alarma llegue al córtex frontal
(corteza cerebral) y el sujeto no piense antes de actuar, convirtiéndose sus
comportamientos en violentos o delictivos. La corteza cerebral es el área cerebral
más evolucionada, en la cual reside la moralidad, la conciencia y la ética, es decir,
todos los procesos cognitivos superiores responsables del afrontamiento a largo plazo
de los problemas vinculados con la predicción y elaboración mental.
• De modo que NIVELES ALTOS DE TESTOSTERONA combinados con NIVELES
BAJOS DE SEROTONINA aumentan los índices de agresividad, violencia,
impulsividad y presencia de IRA.
• Los niveles bajos de colesterol en sangre también están directamente relacionados
con la impulsividad. Niveles bajos de colesterol motivan descensos en los niveles de
Serotonina.
• En resumen, la serotonina actúa como un calmante emocional; la dopamina excita
emocional y sexualmente y activa la conciencia, la fantasía y la creatividad; la
acetilcolina hace posible que tengamos memoria y conocimientos intelectuales,
agudiza las percepciones y pensamientos; la noradrenalina hace estar despierto y
permanecer alertos, pero también está presente en las reacciones agresivas; el
GABA actúa como relajante.
9.
10. • Es un trastorno del estado de ánimo, que se traduce en
un estado de decaimiento y claudicación psicológica y
biológica del paciente importante y continuado, y se
manifiesta a través de síntomas psíquicos (pudiendo
aparecer desinterés, tristeza, desmoralización,
disminución de la autoestima...) y somáticos (pudiéndose
presentar en forma de pérdida del apetito, disminución
del peso corporal, astenia, alteraciones del sueño con
periodos de insomnio y de somnolencia, etcétera).
11. • La persona depresiva pierde el interés en casi todas las actividades usuales, y en las que
antes le ocasionaban placer.
• Prefiere estar triste, desesperanzada, desanimada. A menudo recurre a expresiones como:
"me siento dentro de un hoyo", "creo que toqué fondo".
• Hay trastornos del apetito, generalmente por disminución del mismo, junto con una pérdida
significativa del peso. Otras personas muestran un aumento del apetito o de la ingestión de
alimentos -aunque no haya apetito- y también del peso.
• En el caso de los niños, tienden a dejar de comer, estancándose en su proceso de
crecimiento.
• Son comunes los trastornos del sueño: dificultades para quedarse dormido, sueño
interrumpido, demasiado sueño (hipersomnia).
• El aspecto psicomotor sufre alteraciones: la persona puede sufrir episodios de agitación,
incapacidad para permanecer tranquila, estallidos de queja o de gritos.
• En el otro extremo, hay lentificación psicomotora, que se traduce en un hablar muy
pausado y en movimientos corporales lentos. Y en los niños se observa una importante
disminución de la actividad.
• Casi invariablemente decae la energía. La persona experimenta una fatiga constante, hasta
la tarea más pequeña puede parecer una tarea difícil o imposible de lograr.
• A esto se agrega un sentimiento de minusvalía. El individuo cree que todo lo ha hecho mal;
y recuerda sus errores, magnificándolos. Se reprocha, incluso, detalles mínimos, y busca
en el ambiente cualquier signo que refuerce la idea de que él no vale nada.
12.
13.
14. • Los científicos británicos han revelado que las personas que
padecen depresión clínica, experimentan una reducción del
tamaño en diversas zonas de su cerebro: el Lóbulo Frontal
que se ocupa de la toma de decisiones, juicios y emociones;
los Ganglios basales, encargados del movimiento; y el
Hipocampo, cuya función es la consolidación de la memoria y
el aprendizaje. Según el Dr. Matthew Kempton del Institute of
Psychiatry of London dice en relación al estudio: “Hemos
observado que esos cambios aparecen en el área del
hipocampo en las personas que sufren depresión, esta zona
recobra su volumen normal y los cambios desaparecen
cuando se vence la depresión, entonces todo vuelve a la
normalidad”
• Esta modificación de la estructura del cerebro permite a los
médicos realizar un mejor diagnóstico de la depresión gracias
a la imagen de resonancia magnética.
15. • Los investigadores y los médicos inicialmente se centraron en
la hipótesis de que una concentración baja de
neurotransmisores y, por tanto, un déficit en la
neurotransmisión produce depresión. Los neurotransmisores
más estudiados han sido la noradrenalina, la serotonina y la
dopamina, basándose en que el efecto de muchos fármacos
antidepresivos pasa por una modificación en estos
neurotransmisores o sus receptores. Los esfuerzos realizados
para identificar anomalías bioquímicas consistentes en los
pacientes con trastornos del estado de ánimo sólo han tenido
un éxito parcial. Entre estos esfuerzos están la determinación
en diferentes fluidos corporales (sangre, orina, líquido
cefalorraquídeo) de los estos neurotransmisores y sus
metabolitos (compuestos producidos tras el paso de estas
sustancias por puntos del organismo -el hígado- donde se
transforman).