El documento contrasta las explicaciones mágicas del poder en la monarquía con la reorganización de la sociedad basada en la razón y la ciencia propuesta por el positivismo lógico. El positivismo lógico sostiene que la filosofía debe tener el mismo rigor que la ciencia y establecer cómo son las cosas de manera empírica, no cómo deberían ser. Busca describir las prácticas contables de manera objetiva sin juicios de valor.