Los juegos de crianza ocurren en los primeros años de vida y son esencialmente juegos corporales que integran al niño y al adulto. Estos juegos estimulan el desarrollo del niño al mismo tiempo que lo introducen a situaciones de ficción y roles. Los juegos de crianza tienen una presencia escasa de objetos y se centran en el cuerpo, estimulando la maduración del niño a través del contacto físico con el adulto.