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¿JÓVENES POLÍTICOS Y PÚBLICOS?
SEMILLERO “Comunicación, Educación y Cultura”
Grupo de Investigación “Comunicación, Memoria y Región”
Universidad Surcolombiana – Programa de Comunicación Social Y Periodismo
RESUMEN
Postura de jóvenes de instituciones educativas públicas en relación con sus conceptos y prácticas
sobre ser joven, habitar el territorio y sus relaciones con la democracia y las políticas públicas de
Neiva, la apuesta desde lo gubernamental hacia el reconocimiento de los jóvenes como actores
clave para su accionar, que como sujetos activos y políticos han luchado por el reconocimiento de
su participación activa, amparados por la ley 1622, son los aspectos abordados desde los proyectos
de investigación y de intervención: “Escenarios y prácticas de participación en la educación
secundaria y políticas públicas juveniles en Neiva” y “Agenda Joven Huila”.
INTRODUCCIÓN
Cada tiempo y lugar produce los jóvenes que los procesos culturales así determinan y cada
contexto moldea unas dinámicas que se convierten en determinantes para sus proyectos de vida,
en esta relación se potencializan o se quedan reducidos los jóvenes y sus dinámicas a una utopía
desde la cual el panorama es desalentador. En ese sentido, el joven hace parte de una realidad que
responde al modelo de sociedad alienador que cada día intenta reducir más el espíritu crítico y las
ganas de “Cambiarlo todo” (Barbero, 2014). La escuela debe jugar un papel fundamental para el
desarrollo del joven, sin embargo desde varios trabajos etnográficos auspiciados por la FES entre
1991 y 1992 en diferentes regiones del país son reconocidos los mismos rasgos autoritarios y
represivos, el rol del maestro como dictador, la vigilancia y prohibiciones (disciplina) como
Ana Daniela Cardozo dannycardozo15@hotmail.es
Oscar Javier Meneses Oscarjm15@live.com
Laura Milena Garzón lmgo851@gmail.com
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instrumento para la homogenización del ser, el cuerpo como principal objeto de control, la
definición estricta de espacios y tiempos y los componentes que debería tener cada uno de ellos,
(Clase de sociales, tarea: mapa de Colombia), pareciera que esos estudios fueran intemporales,
pues siguen vigentes en el contexto colombiano. Cajiao (1994), Noguera (1997) y Quiceno (1997)
coinciden en afirmar que en Colombia la institución escolar ha permanecido inmodificada desde
que sus lineamientos generales fueron definidos en la segunda mitad del siglo XVIII debido al
aislamiento de su medio exterior. Este es el contexto desde el cual el semillero de investigación
Comunicación, Educación y Cultura, integrado por jóvenes de Comunicación Social y Periodismo
de la USCO y desde el proyecto de intervención Agenda Joven desarrollado desde el área de
comunicación comunitaria y ciudadana, pretende implicarse, hacer inmersión para comprender
como sobreviven, se dan las prácticas participativas y democráticas de los jóvenes, de que
escenarios se apropian estos sujetos de derechos para expresar o no sus formas de participar y de
estar con otros pares para compartir sus visiones de mundo, para unirse a otros y sacar a flote sus
saberes.
METODOLOGIA
Lo anterior motivó al grupo de investigación dentro del proyecto Agenda Joven a centrar su
trabajo en estos puntos neurálgicos, desde un escenario que denominamos “escuela puerto” y que
corresponde al abordaje teórico y un segundo escenario denominado “Escuela itinerante” que
pertenece al trabajo de campo realizado con jóvenes de 3 colegios públicos de la ciudad de Neiva
que se encuentran en el rango etario de 14 a 28 años, utilizando elementos de la IAP, tales como
la observación participante, encuestas, talleres, encuentros, devoluciones creativas, foros y debates
que propician permanente diálogo e intercambio de prácticas entre ellos y nosotros, que
pretendemos desde nuestra mirada juvenil comprender desde lo teórico y desde lo vivencial
conceptos, prácticas y nuevos saberes sobre: la Concepción de joven y la relación Joven,
participación y política pública. Así mismo hemos acudido a la etnografía, para que desde la
observación detallada y la constante relación con los actores nos posibiliten aprehender, conocer
e interpretar el punto de vista, el sentido, las motivaciones, interacciones y expectativas que los y
las jóvenes dan sus propias acciones sociales, proyectos personales o colectivos, y al entorno
educativo y cultural desde el cual participan. Al tomar elementos de la IAP y de la enografía
buscamos trabajar con los otros jóvenes procesos y resultados que emerjan de reflexiones –
investigaciones sobre nuestras propias realidades abordadas no sólo para conocerlas, sino para
transformarlas.
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RESULTADOS
1.1 Ser Joven entre teoría y práctica La ley estatutaria 1622 de 2013 define que ser joven en
Colombia es toda persona entre los 14 a 28 años de edad, Barbero (2014), dice que joven
es un actor social que tiene un papel en su entorno
inmediato, dotado de derechos y que debe asumir deberes
en la sociedad a la que pertenece, “una comunidad de
sentido” o un sector de cambios constantes; ser joven es
una etapa de transición, un momento de cambios
pensados hacia el futuro inmediato, sin embargo, “…gran
parte de las apariciones de jóvenes en los medios
responde a estereotipos, prejuicios y demás
construcciones simbólicas del concepto de joven
derivados no sólo de nuestra experiencia directa sino
también de la imagen que los propios medios de comunicación de masas transmiten”
(Miquel lozano , 2007) . Es por ello que para
comprender el concepto de joven sobre el que nos
movemos partimos de reconocer que vivimos en
una época de globalización: en este sentido se
habla del joven como uno de sus principales
protagonistas por sus habilidades para
comprender esos nuevos lenguajes simbólicos.
Un joven, es un ser capaz de construir desde su
contexto, sus experiencias y vida cotidiana un
ciudadano no ajeno a las actividades y dinámicas
de su territorio. Reconocemos entonces que el
ser joven es una categoría sociocultural cuya identidad está en constante construcción y
en donde se fusionan diferentes propuestas que rebasan las dimensiones locales sin
desconocerlas.
Las reflexiones apuntan a pensar que el joven es un actor en desarrollo y entiende a la juventud
como una etapa, un momento en el que se está permitido pensar, expresarse y participar de manera
libre sin el peso de las equivocaciones que considera el mundo adulto, es una etapa transitoria,
donde se reconoce la identidad, se descubren cualidades, potencialidades, y se trazan los
lineamientos de su posible proyecto de vida. Desde la observación participante y encuestas y
talleres realizados con los 3 colegios públicos estudiados se advierte que “Ser Joven” para estos
jóvenes está asociado a:
– “Una etapa de la vida en donde nos formamos como adolescentes”, “un momento donde
aprendemos a tomar nuestras propias decisiones”, “es cuando comenzamos una vida como
ciudadanos políticos, y prestos a aportar a nuestra sociedad” (Colegio Humberto Tafur Charry,
Edades 15 y 16 años, Grado Décimo)
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– “Ser dueños de nuestro presente y estar dispuestos a desafiar nuestro porvenir”, “es vivir en
libertad sin demasiadas preocupaciones y responsabilidades” (Colegio Promoción Social, Edad 15
años, Grado Décimo).
A pesar de que el concepto “Joven” es una palabra ambigua, la sociedad siempre ha observado una
masa homogénea, inmadura e irresponsable, incapaz de imaginar los aportes que la juventud le
podría hacer a la sociedad y es desde ahí que los jóvenes empiezan a mostrar cierta desmotivación
hacia el ejercicio participativo, pues la tan anhelada libertad y las pocas preocupaciones y
responsabilidades se quedan en el discurso, en la práctica son y somos culpados de generarle
muchos problemas al país, son y somos llamado permanentemente al orden, al cumplimiento, a
producir, a comprometernos con responsabilidad en todo lo que emprendamos. Ni teórica ni
vivencialmente la juventud es una sola, no es un momento eterno, ni fugaz, pero desde esta
juventud, la de hoy, los jóvenes dicen que sus voces y opiniones no son tenidas en cuenta, que
muchas de sus manifestaciones no logran cambiar las realidades, que termina imponiéndose la ley
del poderoso, del hegemónico, del sabelotodo, de allí entonces que viéramos pertinente indagar
también sobre el concepto de participación.
1.2 Participación juvenil, en busca de sentido.
Es importante comprender el concepto de participación en un sentido amplio, así lo plantean
Ariel, Naranjo, Rincón y Peña, (2003: 68) “como un proceso social que resulta de la acción
intencionada de individuos y grupos en busca de metas específicas, en función de intereses
diversos y en el contexto de tramas concretas de relaciones sociales y de poder”. Este es el concepto
desde el cual partimos para encontrarnos con los y las jóvenes que vienen participando del proceso
sin ser parte de una sola organización, sin representar a un grupo homogéneo, muy pocos, solo los
del MI8, expresan tendencias políticas determinada, todos son diferentes desde sus estéticas,
creencias, costumbres, posturas y prácticas participativas. En los diálogos con estos jóvenes
pareciera haber un antes y un después: la historia, los medios, la escuela, los adultos nos muestran
unos jóvenes de los años 60, 80, 90, participativos, transformadores de las sociedades. Y luego
pareciera que no ha pasado nada (…), pero luego recordamos las marchas y “abrazatones” por los
árboles y el medio ambiente, por la defensa de nuestro territorio, por la ley de educación, y
volvemos a sentirnos sujeto colectivo.
En medio de estas miradas y reflexiones las investigaciones dan cuenta de procesos que han
intentado unir fuerzas bajo la estrategia de participación juvenil guiada por un experto y se intenta
la construcción concertada entre actores de una política de juventud, especialmente tras la
promulgación de la Ley 375 de la Juventud en 1997 desde aquí el tema juvenil deja de ser un
asunto de gobierno y se convierte en Política de Estado, también se crea el Sistema Nacional de
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Juventud, entendido como "el conjunto de instituciones1
, organizaciones, entidades y personas que
realizan trabajo con la juventud y en pro de la juventud.
En esta medida el Estado aúna esfuerzos con las comunidades, para la institucionalización de
políticas específicas para los y las jóvenes. Esto se traduce en reglamentaciones y creación de
instancias a nivel del gobierno, y en la generación de mecanismos concretos para la participación
juvenil. Todo ello se sustenta en la concepción de que los jóvenes se organicen para el ejercicio de
su participación política y ciudadana, generando así la noción de un joven que interlocuta con las
instancias de gobierno y entra como actor social al debate de lo público, mediante su inclusión en
ofertas desde lo institucional.
Pero la ley 375 tuvo varias falencias, entre estas la limitación del rango de edad que iba desde los
14 a los 26 años y generó que después de un tiempo el joven comenzara a desligarse de los consejos
de juventud convirtiéndolos en un tema de gobierno de turno que no tenía trascendencia ni voz
fuerte para la creación de políticas públicas, otro tema que generó una ruptura entre el objetivo
inicial de la ley, es la intención de asistencialismo de parte del Estado, “mal acostumbrando” a los
jóvenes a obtener casi siempre una solución o ayuda de él y convirtiendo el tema de la participación
en algo muy bien argumentado en lo teórico pero casi nulo en la práctica. Esta es una realidad que
se ha evidenciado en los talleres, los jóvenes de algunos sectores responden a prácticas
asistencialistas, otros están totalmente desinformados de asuntos concernientes a nosotros los
jóvenes, la alcaldía ha promovido encuentros para socializar las políticas y los planes, pero
nosotros no asistimos porque tampoco fuimos convocados. Y, si fuimos convocados no nos parecía
importante, porque no entendíamos para qué la participación juvenil, y menos el para qué de la
políticas públicas.
1.3 Políticas públicas y jóvenes públicos y políticos.
En medio de estas dinámicas se hace necesario construir una ley que convirtiera al tema de
juventud en un asunto de verdadera
trascendencia, por esto se trabajó en la
apuesta de reformar la vieja Ley Nacional
de la Juventud por la que ahora es conocida
como Ley 1622 del 29 de abril de 2013 o
Estatuto de Ciudadanía Juvenil,
promoviendo la inclusión de los jóvenes a
la participación, posibilitando la toma de
decisiones, la organización y la expresión
para dar solución a sus propias necesidades,
1
Artículo de revista semana - .http://www.semana.com/nacion/articulo/la-participacion-juvenil-constitucion/238898-
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el estatuto convierte al joven en un actor de solución a sus propias problemáticas basada en que
son los jóvenes conocedores de su entorno y relaciones sociales, es decir hay una revalorización
del concepto de joven y de su práctica participativa, política y por lo tanto publica. Ya está la ley
(…) ahora dónde estamos nosotros?
En el ámbito local han sido varios los planes que han intentado intervenir y crear política pública
desde los jóvenes, como el caso del Programa “Muchachos y Muchachas a lo Bien” durante la
administración de Héctor Javier Osorio Botello (2001 – 2003), el Programa “Visión Joven” en la
administración de Cielo González Villa (2004 y 2007), entre otros intentos de menor
trascendencia. Bajo ésta coyuntura, organizaciones juveniles de Neiva abren un espacio que se
conoció con el nombre de Mesa de Unidad Juvenil, un espacio de encuentro de colectivos y grupos
juveniles de la ciudad. En éste se promovían acciones en el campo ambiental, estudiantil, político
y comunitario. Esta Mesa, logró espacios de negociación con la administración municipal con el
fin de participar en la construcción conjunta de las políticas públicas juveniles de la ciudad. Es
cuando nace el primer espacio que generó expectativas importantes en el escenario local conocido
como Festival Municipal de la Juventud “Vamos a la Fija”. Sin embargo, la iniciativa no fue bien
recibida por organizaciones juveniles de la ciudad por considerarse impositiva, pues muchas de
éstas ideas nunca fueron discutidas en espacios que tampoco existieron, según manifestaron
integrantes de éstas organizaciones.
Es un campo de tensiones entre discursos y prácticas, pero ya hay un terreno abonado importante
para seguir trabajando sobre él. Ahora las nociones de participación corresponden en su mayoría
a visiones que giran en torno a “ser parte de, estar presente en, ser tomado en cuenta por y para,
involucrarse, intervenir en, etcétera”… (Giménez 2000). El participar para los jóvenes de los
colegios se remite a:
-“un método por el cual podemos influir en la toma de decisiones de alguien o algo” (Colegio
Humberto Tafur Charry, Grado Decimo, Edad 15 años).
- “Es un modo de expresar en clase lo que entiendo sobre el tema de una materia” (Colegio Promoción
Social, Edad 14 años, Grado Octavo)
- “Es la forma de interactuar con las demás personas, podemos poner a prueba nuestro conocimiento,
en la participación se aprenden cosas nuevas” (Colegio Inem Julián Motta Salas Grado Noveno, Edad
16 años)
Como se advierte tampoco hay un solo concepto y menos una sola práctica de lo que es o de cómo
se participa. Este concepto y esta práctica también tienen que ver con las tramas culturales de las
cuales estamos hechos los jóvenes, de las experiencias formativas, educativas, comunicativas que
hayan sido significativas o de las indignaciones que nos cansan y nos llevan a participar. Ante esta
situación urge el fortalecimiento de una ciudadanía y una apuesta democrática desde la inclusión
de lo juvenil, con reconocimiento explícito de sus derechos y promoción de un papel activo frente
al sistema político, social y cultural, que, como dice Reguillo (2000) convoque todas las
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sensibilidades juveniles, capaz de comprender que los y las jóvenes no responden a una categoría
homogénea, estática ni invisible, sino a un sector poblacional de una gran diversidad, “con
múltiples identidades, donde entra en juego tanto lo material como lo simbólico, así como también
lo cultural, lo socioeconómico, la dimensión de género, lo político, lo étnico y lo religioso, que se
conjugan permanentemente; donde deberían ser pensados
como sujetos de discurso con capacidad para apropiarse y
movilizar los objetos tanto sociales y simbólicos como
materiales, es decir como agentes sociales” (REGUILLO,
2000; 36).
CONCLUSIONES
Los jóvenes Neivanos han ido desarrollando su papel como actores sujetos de derechos
abandonando el ser pensado y planeado por la administración, con poder para renovar sus
realidades reconociendo que la sociedad necesita un cambio en sus dinámicas sociales, por ello el
joven necesita convencerse aún más de que es capaz de planear y ejecutar políticas públicas que
respondan a sus demandas teniendo en cuenta que son ellos quienes conocen y viven sus propias
problemáticas, logrando así darle la vuelta al orden preestablecido, siendo ellos quienes conozcan
y hagan la política pública en su esencia misma como un mecanismo que comprende y aborda las
realidades de los jóvenes, da vigencia a sus derechos y responsabilidades, reconoce y reafirma sus
identidades y afianza sus potencialidades, resultado de consensos y acuerdos entre jóvenes, Estado
y sociedad.
Con la investigación hemos adquirido la experiencia necesaria para reconocer que en Neiva el
problema con la juventud es la “Escasa participación, organización y articulación juvenil”
(Diagnostico juvenil, actualizado 2016), tema que en el marco de Agenda Joven ha generado
acciones como el Encuentro Departamental De Jóvenes, llevado a cabo en diciembre de 2015, que
convocó a más de 150 jóvenes de diferentes organizaciones, colectivos y parches juveniles,
incidencia que ha venido promoviendo que los jóvenes se organicen. Empezamos a incidir cuando
somos capaces de responder qué es política pública, porque entonces y la conocemos, ya la
vivimos, ya la valoramos y participamos en su diseño, ejecución, evaluación y seguimiento.
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BIBLIOGRAFÌA:
BARBERO 2014 : Entrevista realizada por Omar Rincón a Jesús Martin Barbero, primera bienal
iberoamericana de infancias y juventudes, Manizales, 2014
F.E.S: fundación para la educación y el desarrollo social.
Cajiao (1994), Noguera (1997) y Quiceno (1997): “¿Democratizar la escuela o escolarizar la
democracia? Dilemas de la socialización política en la escuela colombiana, Elizabeth Castillo
Guzmán2 Carlos Sánchez
Ariel, Naranjo, Rincón y Peña, (2003: 68) “Reflexión de construcción colectiva”
Giménez (2000): Guía de la Interculturalidad
(REGUILLO, 2000; 36). Emergencia de las culturas juveniles, estrategias del desencanto
(MIQUEL LOZANO, 2007) El papel del movimiento asociativo juvenil en la representación de la
juventud en los medios. ¿una alternativa?