Este documento propone elaborar una herramienta didáctica para niños de 8 años que facilite la comprensión de la participación, la convivencia y la ciudadanía. La herramienta busca establecer un vínculo entre infancia y ciudadanía para que los niños ejerzan sus derechos y deberes como ciudadanos. La educación es fundamental para formar ciudadanos capaces de participar en la sociedad y tomar decisiones que les afectan.
Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...
Herramienta didáctica
1. UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
LICENCIATURA EN PEDAGOGÌA INFANTIL
CIUDADANÍA, CIUDAD E INFANCIA
DOCENTES: VLADIMIR ALEJANDRO ARIZA MONTAÑEZ
IVONNE VALENCIA CHAVES
ESTUDIANTES: YESSICA CRUZ MARTÍNEZ - 20151187021
ANGELICA SANCHES TORRES - 20151187006
FECHA DE ENTREGA: 26 DE NOVIEMBRE/2017
PROPUESTA HERRAMIENTA DIDÁCTICA
Objetivo: Elaborar una herramienta didáctica para niños de 8 años, que facilite la comprensión del ejercicio
de la participación, la convivencia y la ciudadanía en ámbitos cercanos al sujeto.
Población: Niños de 8 años.
Justificación:
Establecer un vínculo entre infancia y ciudadanía implica un inquebrantable compromiso por la
participación de los niños y niñas en múltiples escenarios, como sujetos competentes para ejercer sus
derechos y deberes como ciudadanos, entendiendo la ciudadanía en un sentido político más profundo de un
mero rol como votante. Los niños y las niñas y sus voces, no sólo como un manifiesto de sus experiencias y
expectativas, sino también como una posibilidad de fortalecer su posición como ciudadanos activos e influir
sobre sus condiciones de vida, son el nuevo eje de responsabilidad de la educación, con la infancia, sus
organizaciones, sus escenarios de socialización. Este enfoque orientado a la infancia, nos impulsa a una
reconstrucción de sociedades más justas, integradas y respetuosas de los derechos humanos, sobre todo los de
los niños. De esta manera, se estará resignificando la construcción de nuevas prácticas políticas participativas
y democráticas desde la escuela, en las que se reviertan los procesos antidemocráticos y anticiudadanos, y se
establezcan nuevas y diferentes formas de construir ciudadanía con base en la contextualización de los
derechos de la infancia en los tiempos que transcurren.
Desde esta perspectiva, la educación es fundamental para la formación ciudadana de los niños y niñas, que
se enfrentan a diversas situaciones, dadas las problemáticas políticas y sociales del mundo actual. Formar en
ciudadanía es uno de los más grandes retos a los que se enfrenta la educación, puesto que en nuestras
sociedades contemporáneas, se legitima el poder y se proyectan las decisiones a los adultos, sometiendo a los
niños y niñas a unas relaciones de poder autoritarias e injustificadas, procurando que sean dependientes,
obedientes e incapaces, y que no reflexionen sobre asuntos de interés público, participen en la toma de
decisiones de su comunidad, o sean críticos de la realidad que los rodea. Es allí, donde la noción de “sujetos
de derechos políticos” interviene como un componente emancipador de la infancia, resignificando la
construcción de nuevas prácticas políticas desde la escuela: ámbito que se proyecta como un espacio en el
que los niños y niñas sean escuchados y tenidos en cuenta, sean reconocidos y acogidos por los adultos,
construyendo escenarios favorables para su desarrollo y su identidad.
Según los Estándares Nacionales en Competencias Ciudadanas publicados por el Ministerio de Educación
Nacional, es a través de los conocimientos y las habilidades cognitivas, emocionales y comunicativas que se
posibilita que las personas participen en la construcción de una sociedad democrática, pacífica e incluyente.
Capacidades como: imaginar distintas alternativas de solución, reconocer y manejar las emociones propias,
escuchar los puntos de vista de los demás, entre otras, son posibilidades que permiten a los individuos
reconocerse como sujetos políticos, valorar y reconocer sus propias experiencias para accionar en los
diferentes contextos en los que se desenvuelven (Chaux, 2005).
2. Así pues, la educación de ciudadanos de la democracia implica orientar la mirada hacia diversas capacidades
humanas, como la compasión, la empatía, la reciprocidad, la reflexión sensible sobre los de otros, el
sentimiento de vulnerabilidad y el ideal de una necesidad mutua. Una formación que procura la
sensibilización de los diversos sujetos sociales, y al mismo tiempo, la anulación de la injusticia y la
desigualdad, por medio de acciones y decisiones.
Muchos de los acontecimientos que suceden en los diversos ámbitos en los que están inmersos los niños y
las niñas, están atravesados por múltiples relatos que recogen experiencias, sensaciones y pensamientos de
cada individuo. Los sucesos cotidianos se combinan entre historias, ilusiones, expectativas, contrariedades,
proyectos y circunstancias de los actores inmersos, presentes en todos los tiempos, espacios, ámbitos sociales
y dimensiones del ser humano; pero en múltiples ocasiones, las voces de los niños son opacadas o silenciadas
por los adultos, que ignoran su valor y su importancia en la sociedad, oprimiendo su sentido crítico y
participativo, y desconociendo que es a través de la creación de diversos espacios de participación, donde se
da la reflexión y la discusión de los diversos temas que les interesan a los niños y la toma de decisiones,
donde se fomenta el compromiso, la autonomía y el auto reconocimiento de los mismos, para generar
ambientes democráticos en los contextos que los atañen.
Es muy importante atesorar las ideas y voces de la población infantil para la recuperación de su identidad,
el reconocimiento y la reivindicación de sus experiencias como herramientas de aprendizaje, ejercicio de
memoria y construcción de ciudadanía, promoviendo al mismo tiempo, la buena convivencia en los
diferentes espacios no sólo educativos, sino sociales, y la consolidación de valores (solidaridad, respeto,
amor, justicia) para intervenir participativamente en la sociedad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
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Forero, C. (2005). Significados de ciudadanía en las narrativas de cinco jóvenes víctimas. Bogotá D.C.
Facultad de psicología, Pontificia Universidad Javeriana, Colombia.
Jelin, E. (2002). ¿De qué hablamos cuando hablamos de memorias? Recuperado de
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Liebel, M. y Martínez, M. (2009). Entre protección y participación. Lima. Perú, Instituto de Formación
para Educadores de Jóvenes, Adolescentes y Niños Trabajadores de América Latina y el Caribe.
Liebel, M y Saadi, I. (2012). La participación infantil ante el desafío de la diversidad cultural. Berlín.
Universidad Libre de Berlín, Alemania. pp. 123-140.
Maturana, H. (1990). Emociones y lenguaje en la educación y política. Santiago de Chile. Colección
Hachette/Comunicación, Chile.
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Nussbaum, M. (2010). Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades. Madrid.
España, Katz Editores.
Ruiz, A. y Chaux, E. (2005). La formación de las competencias ciudadanas. Parte A y B.