El documento analiza las tendencias pedagógicas del aprendizaje vivencial. Explica que los niños de entre 5 y 7 años son muy interactivos y curiosos, lo que justifica el aprendizaje basado en la experiencia. También describe cómo, en la práctica diaria, los estudiantes mejoran su conocimiento al poder escoger materiales, trabajar de forma individual o colectiva, y tener contacto directo con los objetos de estudio.