El documento discute tres retos clave de la acreditación de la educación virtual en Latinoamérica: 1) la necesidad de adoptar nuevos modelos pedagógicos a la luz de los avances tecnológicos, 2) superar las debilidades de las agencias acreditadoras, y 3) enfrentar los cambios derivados de los tratados de libre comercio. También expone la importancia de evaluar la calidad de los programas ante la globalización de la oferta educativa.