El documento describe la fortaleza como una virtud cardinal que implica vencer el temor y la temeridad. Define la fortaleza como la defensa natural de un lugar o la fuerza de un recinto fortificado. Explica que practicar la fortaleza implica tener vigor, valor, discreción, fuerza y tolerancia, mientras que no practicarla implica no tener fe, confianza en sí mismo, autoestima, visualizar cosas negativas o tener temor a cosas. Finalmente, relaciona valores como el respeto, la fuerza y la fe con la fortaleza.