El 35% de los niños de primero básico en Chile son obesos, y los factores principales incluyen una disminución en el consumo de frutas, verduras y legumbres y un aumento en el consumo de comidas rápidas y productos elaborados con alto contenido de grasas, así como una reducción de la actividad física. La obesidad infantil puede conducir a problemas de autoimagen, daño psicológico, hipertensión, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.