El documento define la resiliencia como la capacidad de un individuo para mantenerse firme frente a las adversidades a través de la perseverancia, tenacidad y actitud positiva. Explica que la resiliencia es un proceso dinámico que resulta en una adaptación positiva a contextos adversos y distingue dos componentes: la resistencia frente a la destrucción y la capacidad de forjar un comportamiento positivo a pesar de las dificultades. Finalmente, identifica factores como el apoyo familiar, la autoestima y habilidades personales como promotores de la resiliencia