El fresco de Botticelli representa las tres tentaciones de Cristo en el desierto a través de cuatro escenas: 1) Satanás invita a Jesús a transformar piedras en pan tras 40 días de ayuno; 2) lo reta a lanzarse desde lo alto del templo para que los ángeles lo salven; 3) le ofrece dominio del mundo si se postra ante él. Jesús rechaza las tentaciones citando las Escrituras. En la última escena, ángeles preparan la Eucaristía mientras Cristo vence al demonio desnudo.