La bacteria Listeria monocytogenes es un patógeno intracelular que causa la enfermedad de la listeriosis. Afecta principalmente a mujeres embarazadas, recién nacidos e inmunocomprometidos, causando abortos, muerte neonatal, septicemia y meningitis. Se encuentra ampliamente en la naturaleza y los alimentos, especialmente carnes, aves y productos del mar. Produce la toxina listeriolisina O que le permite sobrevivir y propagarse dentro de las células.
1. 1
Universidad Autónoma de Occidente
LISTERIA MONOCYTOGENES
Toxicología
Evelyn Uriarte Lara
Ivelice Báez Peinado
evelyn_ml97@hotmail.com
ive_0o6@hotmail.com
Palabras clave: Listeria
Monocytogenes, listeriosis,
Introducción
La bacteria Gram-positiva Listeria
monocitogenes es un patógeno ubicuo
intracelular que ha sido implicado en la
última década como el organismo
causante en varios brotes de
enfermedades transmitidas por los
alimentos. La listeriosis, con una tasa
de mortalidad de alrededor del 24%,
se encuentra principalmente en
mujeres embarazadas, sus fetos y
personas inmunodeprimidas, con
síntomas de aborto, muerte neonatal,
septicemia y meningitis. Las
investigaciones epidemiológicas
pueden hacer uso de procedimientos
de tipificación de cepas tales como
análisis de enzimas de restricción de
ADN o tipado de enzimas
electroforéticas. El organismo tiene un
sistema de virulencia multifactorial,
con la hemolisina activada con tiol, la
listeriolisina O, que se identifica como
un papel crucial en la capacidad del
organismo para multiplicarse dentro
de las células fagocíticas del huésped
y propagarse de una célula a otra. El
organismo se encuentra ampliamente
presente en los alimentos, y las
incidencias más elevadas se
encuentran en la carne, las aves de
corral y los productos del mar. Ahora
están disponibles métodos mejorados
para detectar y enumerar el organismo
en los alimentos, incluidos los
basados en el uso de anticuerpos
monoclonales, sondas de ADN o la
reacción en cadena de la polimerasa.
A medida que aumenta el
conocimiento de la biología molecular
y aplicada de L. monocytogenes, se
puede avanzar en la prevención y el
control de la infección humana. Se
sabe que la dosis infecciosa de L.
monocytogenes es de, al menos,
10 células viables en el caso de los
grupos de riesgo, y que esta cifra
aumenta hasta 10 en el caso de la
población sana. Sin embargo, aún
existen muchas lagunas en la
comprensión de la relación dosis-
2. 2
respuesta de la listeriosis humana y
del papel que juega la virulencia de la
cepa implicada, así como su
interacción con el hospedador. Por
este motivo, en la actualidad se sigue
considerando a todos los aislamientos
de L. monocytogenesigual de
patogénicos, aunque existen cada vez
más estudios que indican que la
virulencia varía de unas cepas a otras.
Historia de listeria
monocytogenes
Listeria debe su nombre a Joseph
Lister (1827-1912), cirujano y
microbiólogo inglés considerado como
uno de los padres de la microbiología;
junto a Koch y Pasteur también figura
en la historia como el precursor de la
antisepsia. Lister observó que los
pacientes con fracturas expuestas
desarrollaban infecciones y fallecían,
lo que no ocurría con los afectados por
fracturas no expuestas, de modo que
decidió utilizar ácido carbólico, que
hoy se conoce como fenol y en ese
entonces se usaba para eliminar el
mal olor de las cloacas, como
antiséptico en las heridas operatorias.
Su experiencia se publicó
en Lancet en 1867 y demostró que la
mortalidad disminuía en forma
importante con esa medida. Además
introdujo en la práctica clínica el
catgut, desarrolló una vacuna
antineumocócica en Sudáfrica y se
dice que descubrió la penicilina antes
que Fleming, en 1884. Sin embargo,
Lister no tuvo relación con la Listeria,
ya que ésta fue descubierta 14 años
después de su muerte, en 1926, en
conejos, por Murray, Webb y Swann,
microbiólogos de la Universidad de
Cambridge, quienes bautizaron a este
nuevo agente como Bacterium
monocytogenes. Casi
simultáneamente James Pirie
describió el mismo bacilo en un roedor
con fiebre y monocitosis en Kenia y lo
llamó Listerella hepatolyitica. Luego
otros investigadores aislaron la misma
bacteria y le dieron diferentes
nombres. Esta confusión fue resuelta
en 1957 por el alemán Heinz Seeliger,
conocido taxónomo, quien en honor a
Lister impuso el nombre Listeria
monocytogenes, que se utiliza hasta
hoy.
Por otra parte se dice que el
descubrimiento oficial de Listeria se
remonta a 1929 y en 1940 se
recomienda su denominación como L.
monocytogenes, mientras que los
3. 3
primeros casos de listeriosis humana
se identificaron en Dinamarca en
1929. Igualmente, durante muchos
años los aislamientos de Listeria se
consideraron un mero hallazgo de
laboratorio y la epidemiología de la
enfermedad un misterio sin resolver.
Sin embargo, hacia el final de los años
70 y el inicio de los 80 los aislamientos
de Listeria de alimentos se
incrementaron y a partir de 1983, una
serie de brotes epidémicos de
listeriosis en la especie humana
establecieron claramente el origen
alimentario de la enfermedad.
Definición
La Listeria monocitogenes es un
cocobacilo Gram positivo de amplia
distribución en la naturaleza y que
causa bacteremia y meningitis en
pacientes inmunosuprimidos. Sin
embargo, desde 1981 también se ha
implicado en individuos
inmunocompetentes asociada con
brotes entéricos por alimentos
contaminados particularmente quesos
y leches. A pesar de su importante
morbilidad y mortalidad en países
industrializados, son pocos los
informes de infección invasiva en
países en desarrollo.
La Listeria es un cocobacilo Gram
positivo que constituye una causa
importante de infección, en especial
en mujeres embarazadas, recién
nacidos e inmunosuprimidos. Esta
bacteria se encuentra ampliamente
distribuida en la naturaleza. Puede
encontrarse en el suelo, los vegetales
y haciendo parte de la flora fecal de
muchos mamíferos. Asimismo, la
Listeria monocitogenes se ha aislado
de vegetales crudos, leches, pescado,
pavo y carne ya sea fresca o
procesada, pollo o res. El porcentaje
de aislamientos oscila entre 15% a
70%, por lo que se considera que la
exposición a alimentos contaminados
es relativamente alta. Dentro del
género Listeria existen seis especies,
L. monocytogenes, L. innocua, L.
ivanovii, L. welshimeri, L. seeligeri y L.
grayi. También se han descrito
diferencias en el potencial patógeno
dependiendo de las características
genéticas de los aislados de L.
monocitogene.
Listeria monocitogenes en
humanos
En el hombre se encuentra implicada
principalmente como causante de
bacteremia y meningoencefalitis.
4. 4
También se han descrito casos de
infecciones gastrointestinales en
individuos inmunocompetentes que
han consumido alimentos
contaminados con un alto inóculo de la
bacteria.
La transmisión hombre a hombre no
ha sido documentada excepto en los
casos de transmisión vertical madre-
hijo y por contaminación nosocomial
en la sala de recién nacidos. La
infección comienza después de la
ingestión del microorganismo; aunque
el inóculo exacto para producir
enfermedad es desconocido, se cree
que por lo menos se necesitan más de
109 microorganismos, sumados a
otros factores que pueden aumentar la
susceptibilidad, tales como el uso de
antiácidos y bloqueadores H2 . El
período de incubación de la infección
invasiva es desconocido pero se cree
que va de 11 a 70 días con un
promedio de 31 días. La Listeria
atraviesa la barrera mucosa del
intestino por endocitosis activa de las
células endoteliales; una vez en el
torrente sanguíneo, el organismo se
disemina a otros sitios, en especial el
sistema nervioso central (SNC) y la
placenta.
Listeria monocytogenes en la
industria alimentaria
La presencia de Listeria
monocytogenes en las instalaciones y
equipos de las industrias alimentarias
es relativamente frecuente, ya que la
bacteria puede introducirse en las
plantas de fabricación por múltiples
vías: con las materias primas
procedente del campo o de las
granjas, o desde el entorno de las
mismas. Una vez que la bacteria se
encuentra en las instalaciones de una
industria alimentaria, varios factores
determinan su capacidad de sobrevivir
en las mismas, convirtiéndose así en
un peligro potencial para los alimentos
que se elaboran. Los factores más
significativos que facilitan dicha
supervivencia son: los factores
ambientales, la capacidad para formar
biofilms, la tolerancia o resistencia a
los productos desinfectantes y las
deficiencias en la higiene. En una
industria alimentaria se pueden
encontrar cepas de L. monocytogenes
esporádicas, que se han introducido
en la planta pero que son destruidas
por los procesos habituales de
limpieza y desinfección, pero también
pueden encontrarse otras cepas que
5. 5
se identifican repetidamente en los
análisis de superficies, durante meses
e incluso durante años: son las
denominadas cepas persistentes. Así
por ejemplo, Lundén ha revisado
casos de L. monocytogenes
persistente en diversas industrias
(quesera, cárnica, avícola, pescado
ahumado, etc.) que se han extendido
durante periodos desde unos pocos
meses hasta casos en los que la
persistencia se ha detectado durante
siete años. No está claro que las
cepas persistentes posean fenotipos
diferentes a las esporádicas, es decir,
que posean unas propiedades únicas
que favorezcan la persistencia.
Lógicamente, estas cepas
persistentes de L. monocytogenes
poseen un enorme potencial para
llegar a infectar los alimentos que la
industria elabora, especialmente en el
caso de alimentos que no van a ser
cocinados, pudiendo producirse la
infección de los consumidores. Es por
tanto primordial identificar los nichos
de estas cepas y aplicar medidas
adecuadas para destruirlas. La
erradicación de la contaminación
persistente por Listeria
monocytogenes no es tarea fácil, pero
tampoco es imposible; la aplicación de
técnicas específicas de higienización,
junto con otras medidas correctoras
de carácter estructural, suele conducir
a la eliminación de las cepas
persistentes. Un factor importante en
relación con la presencia de L.
monocytogenes en industrias
alimentarias es que este
microorganismo es más resistente a
diversas condiciones ambientales que
muchas otras bacterias patógenas no
esporuladoras transmitidas por
alimentos, lo que le permite sobrevivir
durante más tiempo en condiciones
adversas. L. monocytogenes puede
crecer en un amplio intervalo de
temperaturas, desde -1,5 hasta 45ºC.
El crecimiento del microorganismo a -
1,5ºC es muy lento, con un periodo de
latencia muy largo de 174 horas
(Lundén 2004). En el laboratorio L.
monocytogenes puede crecer en un
intervalo de pH desde 4,3 hasta 9,6, y
la mínima actividad de agua necesaria
para el crecimiento es de 0,90. El
patógeno puede multiplicarse hasta
alcanzar concentraciones altas a las
temperaturas de refrigeración
habituales en una gran mayoría de los
entornos de elaboración de alimentos,
6. 6
y puede sobrevivir durante períodos
largos en las plantas de elaboración,
así como en hogares y en
establecimientos de restauración
colectiva. Al mismo tiempo, resiste
muy bien en condiciones de
desecación y no es afectado por
muchos de los productos detergentes
usuales, que en condiciones de
aplicación tienen valores de pH
compatibles con la bacteria.
Toxinas de listeria
monocytogenes
L. monocytogenes produce una toxina
citolítica y hemolítica, llamada
listeriolisina O, que actúa como un
importante factor de virulencia. Se
trata de una proteína de 52 kD que se
secreta a pH bajo y baja concentración
de hierro, condiciones presentes en el
interior del fagolisosoma. Cuando es
fagocitado, el microorganismo
empieza a fabricar la listeriolisina, que
se fija al colesterol y rompe la
membrana del fagolisosoma. Este
puede ser el principal factor que
favorece su supervivencia intracelular,
una de las características patogénicas
más definitorias de L. Monocytogenes.
Características de listeria
monocitogenes
La Listeria monocytogenes pertenece
a la familia Listeriaceae. Se trata de un
bacilo Gram positivo, con un tamaño
de 0,5 - 2 x 0,5 micras, patógeno
intracelular facultativo del sistema
reticuloendotelial y móvil a
temperaturas entre 20ºC y 25ºC. En
relación con su metabolismo, es
anaerobio facultativo, catalasa
positiva y oxidasa negativo. Se
distinguen 13 serotipos, siendo el
1/2a, el 1/2b y el 4b los principales
causantes de enfermedades en
humanos y animales. La Listeria
monocitogenes tiene la capacidad de
formar biopelículas en las superficies
de procesamiento de alimentos, lo que
puede conducir a la contaminación de
los productos alimenticios. La Listeria
son anaerobias facultativas, catalasa
positivas y oxidasa negativas.
Hidrolizan la esculina en pocas horas,
pero no la urea ni la gelatina; no
producen indol ni SH2. Producen
ácido de la D-glucosa y de otros
azúcares. El contenido de guanina-
citosina de su ADN es bajo, entre el
36% y el 38%. Entre las diferentes
especies incluidas en el género,
7. 7
Listeria monocytogenes es la única
implicada en patología humana.
Las mujeres embarazadas son
especialmente propensas a sufrir
bacteriemia por Listeria
monocytogenes, representando hasta
la tercera parte de los casos descritos.
Se puede producir en el tercer
trimestre del embarazo y presentarse
como un cuadro de evolución
favorable. Es muy poco frecuente el
desenlace fatal en la madre, pero si no
se establece el tratamiento adecuado
se suele producir una amnionitis e
infección fetal. La afectación fetal
puede ser causa de aborto,
nacimiento de un niño muerto o parto
prematuro de un neonato infectado
con el cuadro clínico denominado
granulomatosis infantiséptica. Este
proceso se caracteriza por la
formación de abscesos o granulomas
esparcidos en órganos internos como
hígado, pulmón, bazo, riñón y cerebro.
Las manifestaciones sólo se producen
cuando la infección se ha adquirido
intraútero, a través de la placenta, y
tiene muy mala evolución, con una
mortalidad cercana al 100%.
La transmisión de la enfermedad
puede tener un origen: Vertical
(madre-hijo), Zoonótico (contacto con
animales enfermos) y Nosocomial
(adquisición hospitalaria).
Actualmente se reconoce que la
mayoría (99%) de los casos de
listeriosis humana son de transmisión
alimentaria.
Se han apartado del suelo, materia
vegetal en putrefacción, aguas
residuales, comida animal, pollo
fresco y congelado, alimentos frescos
y procesados, queso, leche no
procesada, desechos de los
mataderos, así como en el tracto
digestivo de humanos y animales
asintomáticos. Listeria
monocytogenes se ha aislado de
variadas especies de mamíferos,
aves, peces, crustáceos e insectos.
Su principal hábitat es el suelo y la
materia vegetal en descomposición,
en la cual sobrevive y crece. Debido a
su amplia distribución, este
microorganismo tiene muchas
oportunidades de contaminar
alimentos en distintos pasos de la
producción alimentaria, siendo ésta la
vía más frecuente por la que el ser
humano adquiere la infección.
8. 8
Datos epidemiológicos
En países como Estados Unidos,
aunque no se trata de una infección de
informe obligatorio, los datos
muestran unas tasas de infección
anual entre 1982 y 1986 de 7.4 casos
por millón de habitantes,
correspondientes a 1,850 casos
anuales con 425 muertes atribuibles
por año. La mayoría de los casos se
concentran en la población menor de
un mes y mayor de 60 años. Es
preocupante la descripción de casos
alimenticios desde 1983 donde es
afectada mucha población y los cuales
se han juntado más frecuentemente
con el consumo de quesos blancos y
de leche. Las especies de Listeria
están muy extendidas en el medio
ambiente. La listeriosis puede
presentarse esporádicamente o en
epidemias; en ambas situaciones, los
alimentos contaminados son los
principales vehículos de transmisión
de L. monocytogenes. La leche, el
queso, los vegetales frescos, la berza,
el pollo, las setas, el pavo y muchos
otros suelen ser los alimentos más
frecuentemente implicados en ella. La
incidencia anual por 100.000
habitantes puede variar del 0,3 al 0,8%
y alcanzar un 5% durante algunos
brotes epidémicos.
Signos y síntomas
Infección normalmente asintomática y
relativamente baja, presentando una
mayor susceptibilidad los adultos de
edad avanzada, los adultos
inmunocomprometidos, las mujeres
embarazadas, los fetos y los recién
nacidos.
Gastroenteritis febril aguda: forma
no invasiva asociada a la ingesta de
alimentos contaminados y que se
caracteriza por síntomas tales
como fiebre, cefaleas, náuseas,
vómitos, dolor abdominal, diarrea y,
en ocasiones, mialgias.
Listeriosis local o cutánea: erupción
cutánea caracterizada por la
aparición de pápulas o pústulas en
los brazos o en las manos,
pudiendo acompañarse de fiebre,
escalofríos, cefaleas, mialgias y
dolor generalizado. Se ha asociado
al contacto con animales
infectados.
Listeriosis óculo-glandular:
síndrome febril agudo caracterizado
por conjuntivitis e inflamación de los
9. 9
ganglios linfáticos delante de las
orejas.
Listeriosis del sistema nervioso
central: complicación de la infección
que puede presentarse en
personas susceptibles,
manifestándose principalmente
como una meningitis o una
meningoencefalitis, pudiendo en
ocasiones producirse
romboencefalitis.
Listeriosis tifoidea: frecuente en
personas inmunocomprometidas,
se caracteriza por fiebre elevada.
Las mujeres embarazadas son mucho
más sensibles a las infecciones por
listeria que otros adultos sanos. Una
infección por listeria puede ocasionar
únicamente una enfermedad leve en
la madre, algunas de las
consecuencias para el bebé son:
aborto espontáneo, muerte fetal,
nacimiento prematuro, una infección
potencialmente mortal después del
nacimiento, personas con sistemas
inmunitarios debilitados.
Manifestaciones clínicas o
diagnostico
La listeriosis es una enfermedad
extraña pero seria, de elevada tasa de
mortalidad (20-30%) comparada a la
de otras toxiinfecciones alimentarias y
que afecta a poblacionales de alta
susceptibilidad. Esto convierte a
Listeria Monocytogenes en un
microorganismo que afecta a
inmunodeprimidos (cáncer, diabetes,
alcohólicos, SIDA, trasplantados,
enfermos crónicos de diversas
afecciones), mujeres embarazadas,
recién nacidos y personas mayores.
La severidad de la enfermedad y su
asociación con alimentos procesados,
especialmente durante sus brotes,
hacen que el impacto social y
económico de la listeriosis sea de los
más elevados. Del mismo modo, la
enfermedad adopta diversas
manifestaciones que pueden
agruparse en dos categorías:
"infecciones severas", "listeriosis
sistémica" o "listeriosis invasiva" y
"gastroenteritis febril" o "listeriosis no
invasiva".
La enfermedad se inicia con la llegada
de Listeria Monocytogenes al tracto
gastrointestinal y su paso a través del
mismo, lo que depende del número de
microorganismos ingeridos,
susceptibilidad del hospedador y
virulencia del organismo, el periodo de
10. 10
incubación suele ser largo, de 2-3
semanas y, a veces, hasta de 3
meses, dependiendo del estado
inmunológico del hospedador.
la Listeria Monocytogenes invade los
fagocitos y se transfiere a diversos
órganos, sobre todo, útero, sangre y
sistema nervioso central originando
infecciones perinatales (43%),
meningitis (24%), septicemias (29%) y
otras formas de la enfermedad (4%).
Tratamiento
Al ser la listeriosis una enfermedad
relativamente rara en humanos, no
hay estudios que establezcan el mejor
tratamiento antibiótico. Actualmente
se considera que las mejores
opciones son la penicilina o la
ampicilina, solas o asociadas a
gentamicina. Se han definido fallos
terapéuticos con estos antibióticos,
pero nunca se ha demostrado in vitro
resistencia al compuesto b-lactámico
utilizado. En el manejo de estas
infecciones son de gran importancia el
empleo de dosis altas y la duración
adecuada del tratamiento, que deben
especificar, en las enfermedades
graves como la cerebritis o la
granulomatosis infantiseptica, el inicio
temprano del tratamiento es
fundamental para el control de la
infección. Estudios in vitro han
demostrado unión de ampicilina y
penicilina con aminoglucósidos. Esta
asociación debe utilizarse en casos de
granulomatosis infantiseptica o de
sepsis neonatal, en aquellos pacientes
con meningoencefalitis pueden
asociarse aminoglucósidos,
administrados por vía intratecal, al
tratamiento base de penicilina o
ampicilina. La combinación de
trimetoprim y sulfametoxazol se ha
utilizado con éxito en pacientes
alérgicos a penicilinas,
considerándose en la actualidad la
terapia alternativa en esta
circunstancia. La duración apropiada
del tratamiento tampoco está clara.
Tras dos semanas de terapia se han
explicado recurrencias en pacientes
inmunodeprimidos, parece
conveniente, por tanto, extender la
terapia entre tres y seis meses en
estos casos. En general dos semanas
parecen ser suficientes en
bacteriemias mientras que en
meningitis se deberían utilizar ciclos
más largos.
11. 11
La terapia más recomendada combina
dos drogas de efecto sinérgico:
ampicilina 2 g c/4 horas o penicilina 4
millones UI c/4 horas, endovenosa,
más gentamicina 3 mg/k/día dividida
en 3 dosis endovenosas. Esta
representación se recomienda en
pacientes con infección del SNC,
endocarditis, bacteriemia e
inmunocomprometidos. En caso de
pacientes alérgicos a penicilina se
recomienda cotrimoxazol en dosis de
5 mg/k de trimetroprim c/6 horas, que
también se puede combinar con
ampicilina si el paciente no es alérgico;
algunos autores sugieren que esta
combinación sería mejor que
ampicilina más gentamicina. El
cotrimoxazol no se puede usar en el
primer trimestre del embarazo porque
puede causar problemas en el
desarrollo del tubo neural, ni en el
tercer trimestre por riesgo en
embarazadas se podría utilizar
vancomicina o meropenem en dosis
de 2 g c/8 horas por vía endovenosa.
Recomendaciones nutricionales
Evite:
Puré de papa comercial.
Carnes frías industrialmente
preparadas
Comidas de mar crudas y/o
ahumadas.
Productos comerciales que
contengan cremas y flanes fríos.
Ensaladas comerciales precocidas
con arroz y/o pasta.
Consumir agua directamente de la
llave.
Consumir leche sin pasteurizar.
Productos fríos con crema que no
sean preparados en casa.
Yogures no empacados de manera
confiable y/o no refrigerados.
Quesos blancos (cuajada, quesito,
doble crema, queso costeño,
campesino).
Frutas y vegetales sin lavar y
crudos
Prefiera:
Puré de papa hecho en casa
Carnes frías y pollo preparados en
casa.
Conservas y enlatados de carne
(consumir dentro de las primeras 12
horas).
Carnes y productos de mar
calientes bien cocidos o asados
12. 12
Los cereales en caja (Corn Flakes,
Rice Crispie, etc).
Las pastas y arroz recién
preparados.
Nueces y semillas.
Salsas, aceitunas, encurtidos y
aderezo.
Agua tratada o hervida, durante 10
minutos.
Prefiera leche pasteurizada, fresca
y refrigerada debidamente.
Panques fríos hechos en casa
(consumir en 12 horas luego de
preparados).
Helados envueltos individualmente.
Yogur pasteurizado, con empaque
individual o servido directamente
del envase.
Quesos duros: Gouda, chedan,
requesón, quesos maduros (no
queso azul).
Preparaciones con queso caliente.
Prefiera frutas y verduras frescas
debidamente lavadas
Son seguros los enlatados.
Recomendaciones generales
Almacenar las comidas listas para
comer a 4° C o menos.
Usar los alimentos perecibles y
listos para comer lo antes posible.
Cocer en forma adecuada los
productos derivados de vacunos,
aves y peces.
Lavar en forma prolija frutas y
verduras antes de consumirlas.
No consumir lácteos no
pasteurizados.
Limpiar el refrigerador en forma
regular.
Mantener separados los distintos
tipos de alimento en el
refrigerador.
Mantener las superficies de cocina
y utensilios limpios.
Conclusión
Listeria monocytogenes es un
patógeno intracelular que se
encuentra presente en alimentos de
consumo diario, es la única especie
del género Listeria que produce
infección en humanos. También se
describe como un bacilo grampositivo,
corto, anaeróbico facultativo, no forma
esporas debido a que posee flagelos
peritricos, que se proyectan en todas
las direcciones. Es probable que se
requieran nuevos estudios a nivel
epidemiológico para saber en qué
nivel de infección está el problema
actualmente. Para el diagnóstico se
requiere la sospecha clínica, siendo
13. 13
importante el antecedente
epidemiológico de consumo de
alimentos lácteos no pasteurizados y
el tipo de paciente afectado. Afecta
principalmente a personas en edades
extremas de la vida, es decir, recién
nacidos y ancianos, embarazadas e
inmunosuprimidos. En la mayor parte
de los casos la bacteria se adquiere
por consumo de alimentos
contaminados. El hábitat primario
de Listeria es el suelo, la tierra y el
material vegetal en descomposición;
se ha aislado en agua, alcantarillado y
varios tipos de alimentos,
principalmente leche cruda y
derivados, carnes, embutidos,
ensaladas y pescados ahumados; es
capaz de infectar a varios tipos de
animales, entre ellos mascotas,
ganado, reptiles, roedores y aves. Si
bien su principal mecanismo de
transmisión es indirecto, a través de
alimentos contaminados.
Referencias bibliográficas
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Press
4.-Medwave 2009 Jun;9(6):e3994 doi:
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