La logística inversa se define como la gestión de las actividades relacionadas con la reducción, manejo y destrucción de desechos de empaques y productos. Cubre el movimiento de bienes desde el consumidor o distribuidor hasta el fabricante para su reutilización o destrucción. Los motivos para implementarla incluyen costo-beneficio, exigencias legales y responsabilidad social. Algunos procesos clave son la procuración de compras, reducción de insumos vírgenes, reciclaje y gestión de residuos.