Loïe Fuller fue una bailarina pionera que creó la danza serpentina en la que utilizaba la luz y el movimiento para crear formas abstractas. Sus bailes se caracterizaban por ocultar su cuerpo, carecer de decorados o narrativa y enfatizar la luz y el movimiento. Su danza buscaba evocar sensaciones a través de la luz y el color en armonía con la música. Tuvo una estrecha relación con artistas como Toulouse-Lautrec y Rodin, quienes se inspiraron en sus bailes.