El documento discute cómo los niños pierden la confianza en sí mismos cuando comienzan a ser juzgados por factores externos en lugar de seguir su intuición. Se les enseña a comportarse de ciertas maneras para ser aceptados, pero luego se les pide lo contrario como adultos, creando incongruencia. También sugiere que cuando un niño no tiene éxito en la escuela, el problema no es solo del niño sino también de los padres y maestros, quienes deben examinar sus propias expectativas.