El sistema de numeración romano utiliza letras mayúsculas a las que se les asigna un valor numérico. Se usa principalmente para designar capítulos, actos, papas y reyes. Las letras son I, V, X, L, C, D y M, que representan 1, 5, 10, 50, 100, 500 y 1000 respectivamente. Las reglas incluyen sumar valores cuando las letras son iguales o menores, restar cuando una letra menor precede a una mayor, y no repetir una letra más de tres veces.