1. UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA DE MEDICINA
AUTORA:
Erazo Chum Camila Milena
COAUTOR:
Dr. Jorge Cañarte
MALT
INTRODUCCIÓN
El tejido linfoide especializado a nivel de
las mucosas es conocido en conjunto
como MALT, que si es el del intestino se
llama GALT, (gut associate lymphoid
tissue), del que hacen parte las PPs. El
del árbol bronquial se llama BALT y el
de la nasofaringe, NALT (Montoya R,
2012).
Participación de la piel y las mucosas en
la respuesta inmune. Estos tejidos
además de servir de barrera mecánica,
cumplen funciones inmunológicas
específicas por parte de varias de sus
células. Los queratinocitos tienen
similitud morfológica y funcional con las
células epiteliales del timo y participan
en la maduración de los LsTγδ gracias a
la producción de IL-1 y de una hormona
similar a la timopoyetina. Las células de
Langerhans, que hacen parte de la
familia de las DCs, son excelentes
captadoras y presentadoras de Ags a los
LsT. Constituyen del 2 al 8% de las
células de la epidermis y son las únicas
que en la piel poseen en su membrana
HLA-II y receptores para distintos
factores del complemento así como para
Acs (Castrillón, Palma, & Padilla, 2016).
Inmunidad en el tubo digestivo. El tubo
digestivo, como otros tejidos mucosos,
está compuesto de una estructura tubular
recubierta de una capa continua de
células epiteliales asentada sobre una
membrana basal que sirve de barrera
física al ambiente externo (Ross,
Mandene de Almeida, & Pawlina, 2015).
Por debajo del epitelio hay una capa de
tejido conjuntivo laxo, llamada lámina
propia en el intestino, que contiene vasos
sanguíneos, vasos linfáticos y tejido
linfático asociado a la mucosa. La
submucosa es una capa de tejido
conjuntivo denso que conecta la mucosa
con capas de músculo liso (Geneser,
2. 2015). Desde la perspectiva del
inmunólogo, el tubo digestivo tiene dos
propiedades notables. Primera, la
mucosa combinada del intestino delgado
y del grueso tiene un área superficial
total de más de 200m^. Compuesta,
sobre todo, de vellosidades del intestino
delgado y microvellosidades (Netter,
2015). Segundo, la luz del intestino está
llena de microbios, muchos de los cuales
se ingieren junto con los alimentos, y la
mayoría de los cuales crecen
continuamente en la superficie mucosa
de los sujetos sanos como comensales.
Se calcula que más de 500 especies
diferentes de bacterias, viven en el
intestino del mamífero. Esto es 10 veces
más que el número de todas las células
del cuerpo, lo que lleva a algunos
microbiólogos a señalar que los seres
humanos somos en realidad un 10%
«humanos» y un 90% bacterianos
(Jawert, Melnick, & Adelberg, 2011).
Hemos evolucionado de forma que
dependemos de estos comensales para
diversas funciones, como la degradación
de componentes de nuestra dieta que
nuestras propias células no pueden
digerir. Aunque los microorganismos
comensales son beneficiosos cuando
están contenidos en el exterior de la
barrera mucosa intestinal, pueden ser
mortales si la atraviesan y entran en la
circulación o atraviesan la pared
intestinal, especialmente en sujetos
inmunodeprimidos. La enorme
superficie y la elevada densidad de
comensales mucosos en el intestino
representan, por tanto, un peligro
constante del que debemos protegernos.
Además, microorganismos patógenos no
comensales pueden llegar a convertirse
en parte de la mezcla diversa de
microorganismos que componen la flora
del intestino en cualquier momento si se
ingieren en alimentos o agua
contaminados. Estos microorganismos
patógenos, incluidos bacterias, virus,
protozoos y parásitos helmintos, pueden
provocar enfermedades significativas, a
menudo sin invadir el recubrimiento
epitelial e incluso aunque representen
una mínima fracción de los microbios de
la luz intestinal. Para mantener la salud,
el sistema inmunitario mucoso debe ser
capaz de reconocer y eliminar este
número pequeño de microorganismos
patógenos en presencia de un número
abrumador de microbios no patógenos.
Estos desafíos se han solucionado con la
evolución de un grupo complejo de
estrategias de reconocimiento
inmunitario innato y adaptativo y de
mecanismos efectores (Abbas, 2012).
Varias citocinas son esenciales para
mantener la homeostasis inmunitaria en
la pared intestinal, como el TGF B, la IL-
10 y la IL-2. (1) Las células T
3. reguladoras en el intestino ayudan a
disminuir la intensidad de la respuesta
inmunitaria, lo que evita la inflamación
que sobrevendría si los organismos
montaran una respuesta inmunitaria
constante a organismos comensales
(D.F, 2013).
Inmunidad de las mucosas del sistema
respiratorio. En el sistema respiratorio
vamos encontrar dos principales de
tejido linfoide los BALT y los NALT
que ya fueron escritos anteriormente
(Male D, 2013). Las mucosas de la vías
respiratorias van a proteger ante
patógenos de transmisión por vía aérea y
el sistema inmune a estas va a ser
responsable de las enfermedades
alérgica el sistema respiratorio una de las
cuales la más conocía es el asma (Doan,
2013). La mucosa del sistema
respiratorio recubre las vías nasales, la
nasofaringe, la tráquea y el árbol
bronquial. Los alvéolos, las
terminaciones recubiertas de epitelio de
las vías respiratorias bronquiales,
también pueden considerarse parte de la
mucosa respiratoria (Zaldívar, 2002). En
el Tejido linfoide asociado a los
bronquios o BALT, se encuentra en la
mucosa que recubre las vías respiratorias
linfocitos B y T. los procesos
inmunológicos en este tejido linfoide
siendo mucoso se acopla al antes descrito
en el intestino, sin embargo este contaría
con una complejidad menor ya que es
mucho más específico y especializado al
momento de interactuar con el medio,
por consiguiente el ataque a bacterias y
virus por medio de la inmunidad innata
y especifica contaría con la especificidad
de los linfocitos B y T (Ramos LÁ,
2008).
Las respuestas de los linfocitos T en el
pulmón las inician las CD que recogen
antígenos y los presentan a los linfocitos
T vírgenes en los ganglios linfáticos
peribronquiales y mediastínicos. Hay
una red de CD en la mucosa de las vías
respiratorias, y estas CD pueden
subdividirse en subgrupos en función de
los marcadores de superficie y de su
localización. La CD CDlOB'^CDlIb”
extiende las dendritas entre las células
epiteliales bronquiales hasta la luz de la
vía respiratoria. Estas CD recogen
antígenos de la vía respiratoria, migran a
los ganglios linfáticos de drenaje,
presentan los antígenos procesados a los
linfocitos T vírgenes y tienen tendencia a
dirigir la diferenciación de estos
linfocitos T al subgrupo Th2. Los
linfocitos Th2 vuelven a la m ucosa
bronquial, donde son reactivados por
alérgenos presentados por CD en la
lámina propia. Se encuentran otras CD
en la lámina propia por debajo de las
4. células epiteliales que son, sobre todo, C
D 1 0 3 "C D llb* (Graciela, 2013).
Inmunidad celular de mucosas. Aunque
el sistema secretor de IgA ha mostrado
ser una importante vía efectora de la
inmunidad de mucosas, la contribución
de la inmunidad celular a estas
superficies no deber ser desestimada.
Dentro de esta línea defensiva de tipo
celular, contamos con linfocitos Th
(helper) una de cuyas funciones es poner
en marcha la respuesta inmune a través
de la producción de citoquinas, las cuales
median reacciones de hipersensibilidad.
Otro sistema muy desarrollado e
importante en la inmunidad celular de
mucosas lo forman los linfocitos T
citotóxicos (LTC), cuyo papel es crítico
en la eliminación de patógenos
intracelulares. Los datos disponibles
indican que los LTC son inducidos
localmente en las mucosas y no migran
desde sitios distantes. Es decir, LTC
“residentes” en la mucosa son
“inducidos” en el lugar de infección y
actúan en ese lugar. Si estos LTC
antígenoespecíficos responden de esta
forma, una óptima protección frente a
patógenos intracelulares mucosales,
debería requerir la utilización de
“vacunas mucosales” (Fariñas).
Para finalizar se puede describir que es
un conjunto, de células y tejidos que se
encuentran en relación con la inmunidad
principalmente con el aspecto de las
mucosas, y así formar un sistema
secretorio que se encuentre
interconectado, donde dentro del mismo
van a poder circular las células B, estas
estarán destinadas a las síntesis de IgA y
también IgE. Sin embargo, se puede
describir que, a diferencia de otros
tejidos mucosas, como son el aparato
reproductor ya sea femenino o
masculino, donde el isotipo
predominante será la IgG que es derivada
del plasma (Delves, Martin, Burton, &
Roitt, 2014).
CONCLUSIÓN
El tejido linfoide asociado a mucosas o
también denominado MALT ya que en
inglés es Mucosa-associated lymphoid
tissue, son un tipo de estructuras que se
dividen en dos primordialmente,
primeramente el tejido linfoide asociado
a los bronquios o BALT (bronchus-
associated lymphoid tissue), este se
encuentra en la mucosa que recubre las
vías respiratorias, primordialmente se
encuentra estructurado por los linfocitos
y contiene linfocitos B y T. este mismo
tejido se subdivide en Tejido linfoide
asociado a la nariz o NALT (nose-
associated lymphoid tissue). Y segundo
se determina el Tejido linfoide asociado
5. al tubo digestivo o GALT (gut-
associated lymphoid tissue). Se compone
de folículos linfoides a todo lo largo del
tubo gastrointestinal casi todos están
aislados entre sí. Destacan las placas de
Peyer, situadas en la lámina propia de la
mucosa del intestino delgado. Ademas
de ello se debe determinar que uno de los
componentes del MALT se encuentra la
IL-1, la IL- 2 y de las Ig, la IgA, IgE y
IgG.
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