El documento describe los roles de los centros educativos, profesores y equipo directivo en la prevención y respuesta al maltrato infantil. Los centros educativos deben detectar posibles casos de maltrato, coordinarse con servicios sociales, y conocer los protocolos de respuesta. El profesorado debe estar atento a posibles señales y el equipo directivo debe implementar protocolos contra el acoso escolar y ciberacoso, e implicar a toda la comunidad educativa en la protección de los menores.