Este documento discute la necesidad de una nueva ética de solidaridad para enfrentar los desafíos del futuro de la humanidad y el planeta. Menciona la importancia de difundir el conocimiento y la conciencia social a través de sectores intelectuales y en asociación con organizaciones como el Club de Roma y la UNESCO. También resalta la necesidad de poner límites a la pobreza y desigualdad mediante un nuevo modelo socioeconómico que reconozca la diversidad cultural y proteja los recursos naturales.