La sociedad homogénea del pasado ha dado paso a una sociedad consumista fragmentada. El ideal del ciudadano unificado bajo el Estado-nación ya no es viable en un mundo globalizado con múltiples culturas e influencias mediáticas. Esto ha llevado a una pérdida de cohesión social y al surgimiento de "galpones" sin reglas claras, donde chocan distintas subjetividades, especialmente la formada por los medios masivos frente a la enseñanza reflexiva en la escuela.