El test de avidez mide la afinidad de los anticuerpos IgG por su antígeno para ayudar a diferenciar infecciones recientes de crónicas. Una avidez alta sugiere una infección de más de 3-5 meses, mientras que una avidez baja podría indicar una infección más reciente, aunque a veces la avidez permanece baja por meses. Esta prueba se usa en mujeres embarazadas con IgG e IgM positivas para determinar si la infección fue antes o durante el embarazo.