Este documento discute la importancia de que los médicos se comuniquen de manera efectiva con los pacientes. Propone tres leyes sobre la estupidez y destaca que los médicos deben elegir sus palabras con cuidado para no causar daños. También enfatiza la necesidad de que los médicos generen confianza en los pacientes y aprendan a escucharlos, ya que los pacientes a menudo necesitan tanto apoyo emocional como tratamiento médico.