El marginalismo surgió a fines del siglo XIX para explicar la desigualdad económica y la concentración del capital en empresas dominantes. Marshall fue el primero en sustituir la economía política por la economía, centrándose en los individuos y sus necesidades definidas por la máxima satisfacción con el menor esfuerzo. Los marginalistas propusieron leyes económicas universales y objetivas, explicando todo con números. Ellos definieron el valor subjetivo de las mercancías por su utilidad y escasez, donde el precio es determinado por la utilidad de