Un trozo de vida de aquella mujer desaforada, romántica, erótica y apasionada.
Escribir, es uno de los artes más bellos y libres que pueden existir. El arte nace, se desarrolla, se respeta, se vive! y jamás muere.
Espero sea de su agrado.
Autoría: Elizabeth Garcia
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Mis lagrimas muertas
1. MIS LAGRÍMAS MUERTAS
Un tecito antes de dormir, un beso y un café, un jazz excéntrico, y una miradita
encendida, son las doce de la noche, o quizá son las cuatro de la tarde, tengo a mi lado
tres elefantes transparentes que caminan con pasos de araña muda, olvidé cual era mi
nombre, no lo sé; no se tampoco cuantos años tengo ni si mis ojos son verdes o
rosados, no sé si estoy rapada, si soy estatura promedio, o si soy imperceptiblemente
real. Tengo un brazo y medio, y la mitad derecha de mi cuello está rostizada, quizá por
el sol, o quizá porque prostituir mi alma con mis necesidades y que el mundo que llevo
dentro de mi apariencia haya rechazado con sutileza a una criaturita con sangre tibia
no les agradó. Vivo con mi alma desnuda y mis sueños expectantes, me gusta leer los
libros chiquitos que los duendes me traen hasta esta celda en la cual me reconstruyo
todos los días desde ya hace algunas primaveras, a pesar de tanto, a pesar de que en
alguna bellísima época me excitaba matar maricones inconclusos y hasta las orgias de
delincuencia eran deliciosas (Como nubes a la una de la mañana, acompañadas de un
copita de vino y un buen blues), sí; todavía busco gente amable.
Soy bohemia, esperanzadora para varios, por mis cristales ! por allí ha pasado de todo,
todo y nada porque al final , quedé algo desahuciada , atrapada , vacía , algo vuelta
mierda ; recuerdos casi innatos, muertes, golpes infortunados, escondites, chillidos ,
seducción, hipocresía, balas póstumas, prados como azules , ( bueno, no estoy tan
borracha; no me sueltes las letras tan rápido , querré escribir sobre tus deseos) el amor
de unos padres que amé con el único amor que se terminó pudriendo en mis pulmones ,
quienes se desvanecieron detrás de algunos abismos, abrazos completos y tardes de
sábado en el parque . A veces veo ojos morados en las esquinas de mis paredes, dicen
que tengo esquizofrenia; yo creo que todos viven en el mismo laberinto. Algunos vienen
a abrazarme las esperanzas con esa especial franqueza en sus cienes cuando me
observan fijamente y me sonríen.
También me encanta la salsa bien instrumental, exquisita! , después de que ese par de
progenitores me cuidaron ( hasta aquel problema del abismo , yo también lo
experimenté, pero sólo perdí un brazo , recuerdo que muchos gritaban, al final , me
llevaron a uno de esos sitios de ya huelen a formol y a espíritus disecados y… me
escapé, que fastidio vivir quieto) llegué al inquilinato donde con mis progenitores
compartía un plato de arroz, sentía que mis pies sangraban, pero eso nunca fue
impedimento para seguir caminando, dormí un poco y quise soñar que esa pesadilla
untada de autenticidad era solo porque me había comido una de esas pastillitas
temblorosas que le hacían ver zanahorias gigantes a mi madre . Pero no... Todavía me
faltaban muchas babitas por tragarme. Tenía miedo, el maricon inconcluso que vivía en
frente de mi puerta me quería coger hasta en las iglesias (que según el eran sagradas),
la última vez que lo sentí meterme la lengua lavada como en sífilis en los oídos, fue
cuando por fin escapé, no sin antes verlo al final del pasillo implorando porque mis
puñaladas cesaran, pero el había sido más sanguinario! me lo había metido varias
2. veces, porque yo tenía que parar de matarlo?
Saqué del cajón tres calzones rotos , otro par de medias, y el pantalón que parecía
nunca ensuciarse, correr era inevitable; "inevitable, casi como respirar" , y solo encontré
refugio en la casita de las putas donde mi papá asistía a reuniones de negocios
internacionales, las mercancías rusas le encantaban! miré a una vieja, tenía mis
cristales llenos de opacidad, y de repente algo sonó tras mis cuerdas vocales : hola
gorda, estoy sola; me reciben o me haré lo mismo que le hice al man del inquilinato (la
vieja sabia el cuento, entonces me hizo pasar) . Allí crecí, hasta que era una pantera
como de veinti seis años. No alcancé a contar a cuantos le tuve que abrir las piernas sin
gracia, siempre fingía que me enamoraban, para que la vieja me expresara su
agradecimiento con tientes de hipocresía, y los que me caían mal... a esos les hacía lo
mismo que hice le hice a el man del inquilinato, solo que sin tanta vaina roja; eso
escandalizaba mucho a todos, las guerras nunca fueron en vano.
Estoy enamorada, efímera, sagaz y locamente enamorada, tampoco me acuerdo de su
nombre, a él no le gustan los nombres exactos, ni los números, él es desaforado,
pasional, cariñoso, mi gran compañero, mi diligente, en sus silencios encuentro mis
aullidos, tan volátil y sistemático, después de tantos veranos me sigue haciendo brillar
tiernamente este par de cristales que aman el amor y paradójicamente odian el odio,
tiene un par de alas maravillosas, o son aletas de pulpo? es que cuando me abraza ...
no hay mejor éxtasis, él dice que es verde, yo creo que es más bien transparente,
aunque yo no sé en qué tonalidad de carmesí esté en este instante; todavía no nos
conocemos físicamente, pero nuestra telepatía es impresionante, el si me hace el amor!
el sí sabe escudriñarme los anhelos, eso lo puede todo; él me ha salvado de la muerte
varias veces! por estos lados o te comes al muerto con lujuria y sin remordimientos, o te
clavan tres lanzas afiladas con vinagre en el hígado.
Ahora estoy sentenciada a morirme en medio de este vomito de repudio, tuvo que pasar
algún tiempo, para darme cuenta que estaba siendo bastante penetrante el sospecho
de la avaricia, la avaricia de ver reflejados en esos ojos exclamantes acuclillándose en
las perpetuaciones, ruegos de la vida: asesina!!! Me dijeron los del lugar de mi sucia
infancia, asesina!! Me gritaron muchos cuantitativas veces, y yo como con no sé
cuántos elefantes transparentes en mi vejiga, las acusaciones tenían un compás
autentico de tamboras y morenas danzantes. Así que, esperé una noche, una noche
especial, la luna tenía que estar en su punto y llegarme directo a las entrañas una vez
saliera a dar pasos vagabundos por esta ciudad que ya ni me acuerdo como se llama,
pero sé que está llena de artistas; entonces llegó, estaba un poco mareada , y empecé
a dar pasos. Podrida, así me sentía, pero también me sentí con un libertinaje diferente
(Un momento! solo tenía veintiséis seis años. Lamentablemente sentía haber vivido
como cincuenta) pero aun así continué, me caminé los asfaltos centímetro a milímetro,
me detuve un momento y el horizonte me lo dijo todo, la humanidad me había
maltratado, pero.... porque tenía yo que seguir cayendo en el circulo vicioso? no sé si
era que estaba muy corrida pero... llegué a la cárcel para mujeres, miré al guardia y le
dije : Hola terroncito, cuántos años tienes? , 37 respondió, soy una psicópata asesina
3. aclaré, si no me encarcelas ahora; solo habrás vivido 37. Y aquí estoy, cayendo y
cayendo, me sudan las manos y me tiembla el cerebro cantándolo: “yo quiero luz de
luna, para mi noche triste”.