La ética social se basa en el comportamiento apropiado de las personas como un todo y depende de la experiencia colectiva y las interacciones entre culturas. Sin embargo, existen desafíos para definir la ética social debido a que las personas y culturas perciben la realidad de manera diferente y lo que se considera adecuado puede variar. Aun así, para que las normas morales funcionen en una sociedad, se requiere que existan prácticas aceptadas por la mayoría que respeten los derechos de los demás.