Este documento habla sobre la "Noche Oscura del Alma", una etapa depresiva que puede durar años y causar estragos serios. Explica que la melancolía se consideraba antes como una condición natural del espíritu, relacionada con planetas como la Luna y Saturno. También menciona las diversas causas de la melancolía según autores clásicos como Hipócrates, Galeno y Robert Burton. Finalmente, señala que con el advenimiento de la ciencia médica, la melancolía comenzó a estudiarse y tratarse
La huida de la amada en "La noche oscura del alma", de San Juan de la Cruz. Elisabet Valverde
Las diapositivas forman parte de la defensa de mi trabajo final de grado en la Universidad Autónoma de Barcelona. La carrera que cursé fue Filología Hispánica.
El tema de la exposición era La huida de la amana en "La noche oscura del alma", de San Juan de la Cruz.
En él se proponía otro lectura e interpretación de la famosa lira del carmelita.
Para más información: www.eledeeli.wordpress.com
Trabajo realizado por los alumnos de 1º de bachillerato del IES Alcaria, Aida, Cristina, José Manuel y María José, para ilustrar una exposición oral y presentar un comentario sobre un fragmento del Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz.
Palabras e imágenes donde se encarnan sentires amistosos, deseos de diálogo entre quienes, transitando por caminos sociales, por puentes interpersonales, por búsquedas interiores, por los rigores de la ciencia, por desfiladeros filosóficos, por los horizontes espirituales, por senderos metafísicos, por jardines poéticos, por el compromiso con el juego de los niños… van anhelando y construyendo una cultura de paz, de justicia, de armonía con la naturaleza, de relevancias del sentido.
Maravilloso cuento de Poe en el que, por vez primera, aparece el tema de la monomanía que arrastrará al personaje principal hacia un abismo inesperado y espeluznante.
Conferencia sobre los sueños y lo sobrenatural en el IV Congreso Internacional sobre lo sobrenatural, Escuela Nacional de Antropología e Historia, 2017
Introducción a la literatura, donde el alumno puede experimentar el valor de las palabras y la necesidad de un trabajo con ellas para conseguir un buen estilo.
Un viejo músico quiere componer la obra musical más grande de todos los tiempos; la posibilidad de revivir a su esposa se le plantea a un hombre que llora inconsolable la pérdida; un restaurador de fotos intenta descifrar el secreto tras el siniestro retrato de su bisabuela muerta; los sueños le dan la posibilidad de explorar sus deseos más oscuros a alguien que aprende a controlarlos. Estas historias y más hacen parte de "El demonio de la perversidad", un libro de cuentos que indaga en la perversión humana, no desde lo sensual, sino desde el terror.
El palo de brasil es una fabácea con muchos usos, también medicinales, artesanales. Aqui se comparten algunos hallazgos sorprendentes sobre el potencial de este arbolito, muy común en el noroeste de México.
El toji es un parásito simbiótico con usos medicinales, algunas especies de fruto comestible, como el Phoradendrum del noroeste mexicano, que aqui compilamos
Fragmentos marginales en el pensamiento epistémico de Michel FoucaultJESUS HARO ENCINAS
¿Porqué tantos dispositivos normalizantes? Quizás un repaso biobibliográfico sobre la vida de Foucault sirva para entender estas pulsiones de la cultura contemporánea....
Un bosquejo sobre la moda estructuralista en la antropología levi-straussiana, incluyendo algunas raices pertinentes como la lingüística y la filosofía. Se destaca su relación con la escuela boasiana.
Acerca de investigaciones sobre la sugestión, aplicaciones en medicina, control social, intervenciones militares, psicología aplicada. Una historia muy larga, desde el chamanismo hasta la Inteligencia Artificial.
¿Son los eventos marcas del Zeitgeist como pensaban Kant y Hegel? Esta memoria incluye algunos hechos memorables sobre los primeros veinte y un años del mundo. En su nuestra trayectoria.
Indagaciones intempestivas sobre las huellas de Georges Canguilhem: su episte...JESUS HARO ENCINAS
“…si hay algo que caracteriza su obra es el constante debate que entabla entre filosofía y medicina como estrategia de comprensión, no sólo de lo humano, sino de la vida en un sentido amplio (…) Su trabajo se centra más bien en una crítica filosófica, es un desarrollo epistemológico que pretende poner en la mesa del debate y la reflexión los presupuestos filosóficos tras las ideas de salud, de enfermedad, de técnica, de terapéutica, de anomalía, conceptos que subyacen y anticipan el discurso y la práctica médica y que hacen que, en ese mismo nivel, se olvide la importancia y la centralidad de lo patológico a la hora de determinar eso que llamamos vida y que la medicina, supone, manipula y ordena” (…) la aventura puesta en marcha por Canguilhem intenta dar respuesta a un problema doble, a saber, el de la vida y el de la razón, es decir, dar respuesta a dos interrogantes: ¿qué es la vida?, y paralelamente, ¿cuáles son los límites del discurso médico al intentar conocerla?...” (Ma. Luisa Bacarlett)
De la organismica a la sistemia Ludwig von BertalanffyJESUS HARO ENCINAS
Una espesa infografía acerca de la trayectoria y el legado de Karl Ludwig von Bertalanffy, creador de la Teoría General de Sistemas y contribuyente a la biología teórica. Dedicada a Clarisa (Oso) Sierra.
Una descripción muy somera sobre algunos aspectos secundarios en la trayectoria del austriaco nacionalizado estadounidense, el genial Paul Watzlawick, sobreviviente de los nazis y de José María Lemus.
Una exploración iconográfica sobre el genio y la figura de un polímata excepcional, precursor del constructivismo, la sistemia y una epistemología contextual que se dice sagrada y espiritual desde bases materialistas, relacionales.
Uso razonado de protectores faciales en la pandemia Covid-19JESUS HARO ENCINAS
Lo epidemiológico siempre excede a lo biológico, como sugiere el debate sobre los cubrebocas y protectores faciales en la pandemia Covid19. Un artículo que propone su uso "razonado", con bases científicas y de sentido común.
La Resiliencia como capacidad otorgada por Dios, para levantarse cada día.DanielGrandasHerreo1
Tema importante para ayudar a quienes han perdido las ganas de vivir, creyendo que todo el mundo está en su contra. La lectura de la biblia nos ayuda a encontrar ese camino correcto, dado que no esconde las situaciones adversas por las que pasaron los personajes que hoy a través de la historia cristiana conocemos como héroes de la fe. Al leer este documento, no solo estarás sentado observando como otros se levantan, sino que además, podrás levantarte y avanzar hacia adelante.
Fuente: Emeric Amyot d'Inville, C.M. "Anunciar la Buena Nueva de la Salvación siguiendo las huellas de San Vicente", Vincentiana: Vol. 41: No. 4, Artículo 7.
Esta guía es una ayuda para hacer por tu cuenta el retiro mensual, allí dónde te encuentres, especialmente en caso de dificultad de asistir en el oratorio o iglesia donde habitualmente nos reunimos para orar.
A. ¿Qué es la soledad?
• En el Antiguo Testamento la palabra hebrea que más se utiliza para “solitario” es shamem, que significa “desolado”.
• En el Nuevo Testamento la palabra griega eremos significa “lugares desiertos”.
• La soledad es el estado emocional de tristeza causado por sentirse solo, aislado o alejado de los demás.
• Una persona puede sentir la falta de cercanía con otros aún cuando estén en su presencia.
• David exclamó al Señor en tiempo de soledad:
“Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido”.
(Salmos 25:16)
B. ¿Qué significa estar solo?
• En el Antiguo Testamento, la palabra hebrea que se traduce solo es badad, que significa “estar con uno mismo”.
• En el Nuevo Testamento, la palabra griega monos denota “sin compañía, solo, solitario”.
• Estar solo es la condición de estar sin compañía, separado de otros.
• Con frecuencia, Jesús buscó estar a solas. Se apartaba de los demás para poder tener comunión con el Padre.
“Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo”.
(Mateo 14:23)
C. ¿Cuál es la diferencia entre estar a solas y sentir soledad?
• La soledad se refiere al estado emocional (por sentirse rechazado y desolado).
• Estar a solas se refiere al estado físico (el estado de estar separado de los demás).
• La soledad generalmente es una experiencia negativa (que va acompañada de un sentimiento de desesperanza).
• Estar a solas puede ser una experiencia positiva (convirtiéndola en un momento de creatividad y comunión con el Señor).
D. Ejemplos bíblicos de soledad
DAVID EXPERIMENTÓ SOLEDAD POR EL RECHAZO.
“Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer;
No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida”.
(Salmos 142:4)
JOB EXPERIMENTÓ SOLEDAD POR SUS AMIGOS DESLEALES.
“El atribulado es consolado por su compañero; aun aquel que abandona el temor del Omnipotente. Pero mis hermanos me traicionaron como un torrente; pasan como corrientes impetuosas”.
(Job 6:14–15)
ELÍAS EXPERIMENTÓ SOLEDAD PORQUE TEMIÓ LA IRA DE DIOS.
“Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”.
(1 Reyes 19:3–4)
E. Ejemplos bíblicos de estar solo
PABLO ESTUVO SOLO CUANDO SUS AMIGOS LO ABANDONARON.
“En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león”.
(2 Timoteo 4:16–17)
JOB ESTUVO SOLO CUANDO
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1. 1
Sobre La Noche Oscura del Alma 1
Jesús Armando Haro 2
Hablar precisamente hoy de La Noche Oscura, del ocaso del alma, cuando el
crepúsculo interior derrite su sombra por el nuevo siglo y la tempestad exterior sustituye
a los naufragios internos como faenas u rgentes del ser. Pero hablaremos de La Noche
Oscura, una jornada expiatoria de escala ascendente y descendente cuyo trayecto suele
durar años y causar estragos serios a quién le experimenta. Vale confesar a sus
mercedes, lectores curiosos, que empieza de súbito y su secuencia es insidiosa, como
rémora morosa, repetitiva y tautológica; humedad que penetra lo mojado, oleada furiosa
que se ostenta falsamente calma en plena escampada tormentosa. La depresión llega
ladrona y se instala sin más en la vida como un demonio que te parasita. Y de repente
adviertes que algo ha cambiado profundamente en ti, que la noche de purga ha llegado y
comienza a ser tuya y mía por separado. Siendo prisioneros de una penumbra que
interrumpe el tiempo presente para medir en el reloj hasta las horas del sol en función de
la muerte. Los afectados comienzan a aislarse y como los pájaros solitarios, empiezan a
“a no sufrir compañía”. Por su carácter de estigma, el “enfermo” del ánima en trastorno,
suele llevar una existencia casi cland estina. Apenas algunos cercanos saben del abismo
insondable, que parece no tener fondo.
La melancolía de antes se consideraba tanto una constitución anímica de la
esencia como asimismo condición transitoria . La sufrían espíritus proclives a los
influjos de la Luna y de Saturno, y en algunos casos, a la furia de Marte y de Neptuno;
como en Plutarco. Para Robert Burton, autor inglés del siglo XVII, (Anatomía de la
Melancolía 1621-1632), las causas de la melancolía eran legión: desde Dios a los
demonios, los padres y la dieta, los malos aires y hasta los trastornos del sueño; la
misma tristeza y la envidia, la vergüenza, el temor y la ira. También la pobreza, las
burlas y las calumnias. Su tratado, en analogía con la prosa científica, alude al carácter
alado y sombrío del extrañamiento de uno mismo, la dulzura del engaño victimario, o el
efecto indeseado de una transgresión. Como fuera, se consideraba propia o necesaria
para el tránsito de los atormentados de espíritu o estructural del ser, y este fue el sentido
noble que adquirió en la Edad Clásica griega y en la romana, persistiendo en el
medioevo hasta bien entrado el Renacimiento y la Edad Moderna, siendo la condición
en Hipócrates y en Galeno asociada al exceso de bilis negra, fría y seca, del elemento
tierra. Una especie de intoxicación del temperamento al que aplicaban sangrías, dietas y
duchas frías.
No obstante sus estragos, se apreciaba que “El Mal” nostálgico actuaba como
un disruptor de horas plácidas, de sueños fáciles. Y es que el reino de Saturno sobre la
conciencia tiene todavía la propiedad de ahuyentar a los duendes seductores del
hipnótico presente, donde “todo sucede” y a la vez se afirma contundente en pródigas
evidencias inmediatas. En cambio, el afectado de una inmensa tristeza comienza a dudar
hasta de su propia duda. Pero, como los dormidos mortales, también cultiva vanas
fantasías, paranoias absurdas, autocompasiones fallidas, no menos egocéntricas ni
1
Artículo publicado en Tierra Adentro, publicación bimestral del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
número 33 (coordinado por Guadalupe Aldaco, sobre la melancolía), abril.mayo 2005, pp. 76-80.
2
Médico mexicano con estudios en Ciencias Sociales y doctorado en antropología por la Universitat Rovira
i Virgili (Tarragona). Profesor-investigador de El Colegio de Sonora. Avenida Obregón 54 Hermosillo,
México 83000. Correo electrónico: pueblos.geo@yahoo.com
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menos dañinas que otras atribuidas a la madurez y la lucidez normal que en
teoría imperan. Los imperativos sociales de la propiedad obran como causales cuando
faltan: buen empleo, familia, seres queridos vivos, automóvil, buen sexo, pareja, dinero,
casa buena. El saturnino guarda en secreto otros criterios de derrota y fracaso. Quien
anda por recovecos de este abismo abreva muchas veces en los cauces del Estigia, a
donde arriba frecuentemente, ebrio de lealtades ficticias. Desengañado a medias del
fulgor de lo intangible, quiere imprimir su sombra en los vestigios de lo ignoto –una
cuestión de narcisismo, un Edipo irredento-, buscando ciegamente con la boca y sin
aliento un refugio solvente en términos de capacidad para el goce que se ha extraviado.
Pero hay melancolías que no están suscitadas por cosas de afuera, endógenas les
dicen, porque están inmotivadas por sucesos externos y porque son menos agudas pero
más hondas. Las puramente bioquímicas o espirituales expresan antes que nada la
llegada a una estación requerida para un viaje más largo. En éstas, el ser primero
conmina a una saudade infinita de quien se siente extranjero en todas partes, hasta en su
casa; hasta hacerle vivir la certeza de que, definitivamente, es un ser de otro tiempo,
transplantado a la fuerza a una época absurda. Y es que la depresión tiene algo de
aristocracia, de elite divina, aunque no sea en ningún modo mal de ricos. Todo le parece
poco al melancólico. Se convierte en un testigo permanente que se complace en ver los
afanes y logros de los otros sin desearlos. Le parecen insuficientes, aunque puede
admirar ocasionalmente la cándida infancia de los demás, su dinámica anímica
conductista, su excelente sueño y digestión, pero no suscitan la envidia del despojado
del hálito. Prefiere la angustia de su depresión anclada antes que una cima de simulacro.
Las opciones del deprimido y del depresivo son varias. La más frecuente es la
que considera que el mal es exterior, y ante esta caben expresiones de autocompasión o
de lucha. Es cuando los muertos en vida, los noctámbulos, se lanzan a una aventura que
tiene como objetivo el conocerse a sí mismos. Hacer, de la propia biografía, un proyecto
de investigación. Obligado por los aires a reflexionar sobre su propia vida. La relación
del recuerdo con lo que susurra el presente se convierte en poderoso auxiliar para
interpretar en propia biografía, por claves no secretas, que emergen del cada día. Por
esto nadie puede en principio descifrar en ajena memoria.
El sentir saturnal cuando posee dispersa una pasión neutral, ávida más de
verdades que de placeres. Quien dice ciencia pone sufrimiento, dice la Biblia, donde se
narran ya las consecuencias de abrir las cajas de Pandora y comer del Árbol del
Conocimiento. La culpa original se convierte en nostalgia aguda del Paraíso, llegándose
a instalar incluso en la misma anatomía. No obstante la ofuscación que provoca, a ratos
su combustión genera destellos de vigilia pura. Un fulgor radiante cruza los cielos en el
entrecejo de su mirar, porque en el trayecto del penar, el penitente aprende que el
sufrimiento es lo único que enseña, que solo que con sangre algo entra. Crudo el
espíritu, el alma se quema en noches insomnes, inauditamente prolongadas, estériles en
apariencia, revolcadas en un sinsentido una vez que han pasado los remordimientos. Lo
que llaman la noche oscura del alma. Como San Juan de la Cruz en su celda de Ávila,
muriendo sin morir muriendo.
Con agonía refleja, la carencia tirita en solitarias calles gélidas vacías. El tiempo
deja de pasar, los días pierden sentido uno tras otro, las tardes se cargan en la espalda y
al anochecer comienzan de veras los albores del sentimiento precario, un fantasma de sí
mismo que deambula sin cesar en medio incluso de muchedumbres. Muchas horas
insípidas, faltas del disfrute del confort, del placer, de la paz. Si nada estimula, ¿cuál
alma refleja?, la taciturnia y oquedad de su luto. Su infancia en la persona suele ser
esperanzada, cruda, vaga, y puede ser tan larga que alcance el porvenir de la adultez
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para afincarse como un rasgo típico de personalidad. Serás un saturnino
exaltado cuando te vean agitado, y en el consultorio te pondrán una etiqueta en la frente
que dirá deprimido o bipolar. Para ti, no será más que un apodo más de tus muchos
nombres. O lo contrario: te identificarás con el diagnóstico y pasará a ser un segundo
apelativo para designar una pálida tristeza que habrás de reflejar paseando por las salas
de espera de “salud mental”.
Lograrás quizás cultivar la solitaria firmeza de quien esconde su pena, un sólido
batallar que se afana en la aniquilación de sus certezas. Paradigmas y axiomas hechos
trizas, polvo, caspa, nada, a costa de transitar por las cavernas oscuras del alma. Luego,
un desasosiego fúnebre que corresponde a lo que llaman muerte en vida. Al sol
quisieras correrlo a pedradas, para dormir, en ida similitud y constancia con los reinos
oníricos, únicos refugios remanentes de un tiempo recordado. Pero más recuerdas el
momento de tu depresión. En el Islam le llamaban aniquilación o “fana” , hoy se ve
como un asunto de serotoninas y dopaminas. ¿Y si el alma en disolución provocará el
disturbio de las sustancias, enzimas y nuerotransmisores?, piensas, prometéico y
antipsiquiátrico mientras un poco te desperezas de tus sábanas de certeza.
Con el advenimiento de Lo Científico la melancolía comenzó a ser objeto de
estudio y tratamiento de neurólogos y psiquiatras, una materia diagnóstica bajo el rubro
de la palabra depresión. Su naturaleza ambigua y escurridiza no constituyó motivo
alguno para que pronto se asociara a algo que solamente podían atender los psiquiatras,
quienes inicialmente se acercaron al fenómeno de los biliosos negros bajo perspectivas
humanísticas que resaltaban las biografías y experiencias traumáticas de las personas. El
psicoanálisis enfatizaría el estudio de las relaciones, tanto inconcientes como explícitas.
La depresión adquirió aquí el carácter de efecto perverso de una pérdida, la forma de
expresar un duelo. O, el evidenciar el papel que juega el desarrollo de un trastorno
mental en la propia vida. Con el avance de la fisiopatología y en contraste con Freud, la
depresión o melancolía comenzó a verse como una falla en la maquina, no en la
personalidad ni en el entorno, de Pinel a Kraepelin se sentaron las bases de este enfoque
reduccionista del Mal. El efecto mecánico de máculas en los cromosomas o extraños
desordenes inmunológicos y bioquímicos detrás de cada delirio.
¿Que dice el síntoma, los síntomas, el síndrome, al clínico y al hermeneuta?.
Todos tienen algo de razón. Y por eso, pudieran ser muchas las causas, según las
evidencias de todo tipo, y no solo las “científicas” que se han venido acumulando.
Quien pone etiqueta dicta terapéutica y en cada diagnóstico de depresión impera una
prescripción, masivamente farmacológica. Se sustenta en la cultura del consumo
dominante, basada en la gratificación inmediata, en la mediación de las conciencias por
el slogan, la instrumentalidad del conocimiento y la panacea que significan
neurolépticos, ansiolóticos, antipsicóticos y antidepresivos. Pero, dependiendo de la
fuga o la lucha, la jornada de las alas caídas y la decepción puede, si se vive a pelo, con
auxilio del cielo, transmutar como el ave fénix hacia la resurrección. El ser renacido de
sus propias cenizas es un germen de trigo, nacido de su misma destrucción. Solo en la
medida de exponerse varias veces a la aniquilación se encuentra aquello que es
indestructible, dirían Nietzche y Karlfried von Durckheim, y en este sentido, la Noche
Oscura lleva al vacío previo a la inspiración divina. Recorriendo un camino iniciático en
sus propias y absolutas certezas el acicate de vivencias deshoja capa a capa la cebolla
que creíamos nuestro ser. Para percatarse que la esencia es solamente una forma de
combinación, y la vida una pantalla donde se representa la película fantástica de nuestra
existencia, real y separada, cercana pero inaccesible. Por eso la Noche nos sigue
visitando, para que recordemos.
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En cambio, en el modelo de la rendición, se desarrolla la adicción a los
fármacos psicoactivos, de manera tal que nunca nos damos la oportunidad de revisar sus
nudos amargos. Hay otras formas de fuga, y el dardo de la melancolía acaso explique la
afición masiva por la cerveza y otras bebidas con alcohol, el gusto por la mariguana, la
coca y el cristal, que son entre otras las más socorridas por ciclotímicos, agitados,
obsesivos, insomnes, traumados y muchas mas variedades del público en general. Para
todos estos la industria farmacéutica desarrolló, desde inicios del XX, numerosos
fármacos activos en corteza y tallo cerebral, modificadores del juicio, la conducta, el
estado de ánimo y los ritmos de reposo/actividad. Sobre esta base se desarrolló la
moderna psiquiatría, centrada en el pragmático control de los diversos síntomas
psiquiátricos. Junto con las drogas ilegales, conforman un amplio arsenal terapéutico y
narcótico lo suficientemente potente como para mantener dormidos, felices e incluso
productivos a millones de seres.
No están mal los psicofármacos. De hecho, dentro de diez años la Nación Prozac
tendrá alcance planetario. El Mundo Feliz de Huxley hecho posible gracias a derivados
de la fluoxetina, el soma y maná del futuro. Desde el camino de la experiencia, sin
embargo, la gran objeción que puede hacerse a la farmacología psiquiátrica es que
aborta los procesos que hacen posible que cada uno interprete su experiencia como parte
de un camino, para sustituir lo por el consumo de una sustancia pasajera. Vivir la
experiencia melancólica como enfermedad es perder la enseñanza que deja una flecha
lanzada de mano de los dioses al corazón de un mortal. Y es que solo somos o amamos
de verdad cuando muere la noche misma del alma.