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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
FRANCISCO DE MIRANDA
ÁREA DE TECNOLOGÍA
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS PESQUERAS
PROFESOR MARCOS NÚÑEZ CHIRINOS
NOCIONES BÁSICAS SOBRE LAS BASES
DE LA NOMENCLATURA ZOOLÓGICA
“Para entender el mundo de organismos que nos rodea, se requiere ordenar sus múltiples
formas en algún tipo de sistema racional. Por consiguiente, la sistemática es tan antigua
como la búsqueda del saber, y los esfuerzos hechos para clasificar y entender la variedad
existente de animales y plantas estimularon el desarrollo de todas las demás ramas de la
biología. A su vez, la información obtenida con estas disciplinas más especializadas influyó
en el campo de la taxonomía y lo modificó profundamente, transformándola de un mero
esfuerzo de clasificación en una actividad científica encaminada a descubrir y entender las
razones del orden aparente que nos presenta la naturaleza” (Solbrig, 1.966)
Definición, objetivo e importancia de la taxonomía zoológica
La taxonomía (identificación y clasificación de los organismos) proporciona un marco de
referencia sistemático para el estudio de las diversas formas de vida que habitan la Tierra. La
taxonomía no sólo establece el orden en el caos, sino que además ofrece un sistema para los
animales.
Se calcula que en los textos sobre zoología se han descrito aproximadamente 1.900.000
especies animales diferentes y que cada año se identifican 10.000 o más. La necesidad de la
taxonomía se hace evidente si se piensa en lo que sucederá si se trata de reunir información acerca
de un organismo particular que se desconoce. El objetivo de la taxonomía es proporcionar un
sistema universal adecuado y útil con el cual pueda reunirse la información referente a un organismo
o grupo de éstos. El sistema es jerárquico y para que funcione hay que cumplir varios pre-requisitos.
Asimismo, este debe ser capaz de discriminar entre las diferentes formas de organismos,
proporcionar los criterios para estas discriminaciones y tener la capacidad de agrupar taxones
pequeños en otros más grandes y que incluyan más grupos.
La taxonomía pretende aplicar un nombre a cada especie de reino animal. Como cada
especie tiene un nombre científico universal, los estudiosos de todos los idiomas pueden saber de
qué animal se trata al designarlo con el nombre científico. Los nombres vulgares varían de un idioma
a otro o incluso de una región a otra en un mismo país, pero los nombres científicos son universales.
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En el siguiente cuadro se presentan varios ejemplos de esto:
Nombre Científico Nombres vulgares en
diferentes idiomas
Nombres vulgares en
español
Sardinella anchovia Valeciennes,1.847 Esp: Sadina atlántica
Ing: Round Sardinella
Fr: Allache
Sardina, Alacha Arenque
Isurus oxyrinchus Rafinesque, 1.810 Esp: Marrajo Dientero
Ing: Shortfin Mako
Fr: Taupebleu
Marrajo, Tiburón perro,
tiburón mako, tiburón de
aleta corta, tiburón carite.
Galeocerdo couvier LeSueur, 1.822 Esp: Tintorera
Ing: Tiger Shark
Fr: Requin Tigre Commun
Tintorera (Venezuela),
Tiburón tigre (México y
España), Tiburón azul
(Uruguay), Azulejo (Chile)
Frecuentemente, una especie es nombrada como a otras que incluso pertenecen a géneros
diferentes. Tal es el caso de Caranx bartholemaei Cuvier, 1.833 y Seriola dumerili Risso, 1.810 y
Seriola rivoliana Valenciennes, 1.833, tres especies diferentes que comúnmente se les llama
Cojinúa. Igualmente se le llama Tiburón martillo (por la apariencia de su cabeza achatada dorso-
ventralmente) de manera indiferente a las, al menos, cuatro especies diferentes de cornuda que se
han reportado en aguas venezolanas: Sphyrna lewini, Sphyrna tiburo, Sphyrna mokarran y
Sphyrna bigelowi.
Breves datos históricos sobre la taxonomía
Aunque Aristóteles, el gran filósofo y zoólogo griego intentó clasificar lo animales basándose
en su analogías estructurales, poco se hizo para agrupar los animales hasta que el naturalista inglés
John Ray (1.627 – 1.705) llevó a cabo su sistema de clasificación. Utilizó la semejanza estructural
como base de su clasificación y elaboró una serie de grupos. Parece hasta haber sido el primer
biólogo que poseyó un concepto moderno de especie y facilitó el camino para la obra de Carlos
Linneo (1.707 – 1.778), que nos dio el esquema moderno de clasificación. Linneo fue un botánico
sueco vinculado a la Universidad de Uppsala. Tenía gran talento para coleccionar y clasificar objetos
y en especial flores. Con la colaboración de estudiosos de todo el mundo, Linneo llevó a término un
sistema bastante amplio de clasificación, tanto para las plantas como para los animales. Su esquema
de clasificación se publicó en su gran obra clásica “Sistema Naturae” del que se habían hecho diez
ediciones en 1.758. Linneo destacó los caracteres estructurales de plantas y de animales en su
método de clasificación. Su clasificación fue, en principio, arbitraria y artificial y creía firmemente en
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la fijeza de las especies y, según su esquema, dio a cada especie un nombre distintivo. Reconoció
cuatro clases de vertebrados y dos de invertebrados. Dividió estas clases en órdenes, los órdenes
en géneros y éstos en especies. Como su conocimiento de los animales era limitado, sus grupos
inferiores, como los géneros, eran sumamente amplios e incluían animales hoy situados en varios
órdenes y familias. En consecuencia, gran parte de su clasificación se ha modificado totalmente,
pero el principio básico de su esquema se sigue aplicando en la actualidad.
Aunque Linneo reconoció cuatro unidades de clasificación (categorías taxonómicas), a saber:
clase, orden, género y especie; desde entonces se han añadido otras, como lo son el phylum, y la
familia. Con frecuencia se utilizan categorías adicionales cuando conviene subdividir las categorías
principales para hacer una clasificación más detallada y exacta: subphylum, superclase, subclase,
superorden, suborden, superfamilia, subfamilia, subgénero y subespecie.
Para cada categoría taxonómica pueden existir varios taxones. Es decir, en la categoría
“Reino” pueden existir cinco taxones: Monera, Protista, Fungi, Plantae y Animalia.
Un taxón es la unidad del sistema taxonómico. En el cuadro siguiente se ejemplifica lo
expresado:
CATEGORÍA TAXONÓMICA TAXÓN
Reino Animal
Phylum Chordata
Subphyllum Vertebrata
Superclase Pisces
Clase Chondricthyes
Superorden Pleurotremata
Orden Lamniformes
Familia Sphyrnidae
Género Sphyrna
Especie Sphyrna lewini
Como puede verse en el cuadro anterior, al clasificar un espécimen animal, a cada taxón
corresponde a una categoría taxonómica. Sin embargo, depende del autor o taxónomo al que se
esté haciendo referencia el hecho de que algún taxón se ubique en una u otra categoría taxonómica.
Siempre, al reportar la clasificación de un espécimen, se debe señala el autor al cual se ha recurrido
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para tal clasificación. En el ejemplo del cuadro, se trabajó con la clasificación reportada por
Cervigón(1.980).
Homología y Analogía
Se llaman homólogas las estructuras de diferentes organismos que equivalen en términos de
herencia y por tato en su desarrollo básico y su forma. Las partes homólogas de diferentes
organismos no siempre desempeñan las mismas funciones. Por ejemplo, la evidente similitud en la
anatomía básica del brazo humano, el ala de un ave y la pata anterior de una rana, indica que estas
estructuras, a pesar de sus diferencias funcionales, comparten una herencia y unas ascendencia
común, siendo por lo tanto homólogas.
En cambio, se llaman análogas las estructuras de diferentes organismos que desempeñan
funciones similares, pero que son diferentes en cuanto a su origen y estructura. Un ejemplo clásico
de esto, lo representa la comparación entre las alas de un ave y las alas de una mariposa, donde
hay evidencia de un proceso evolutivo convergente. A pesar de desempeñar funciones similares, o
mejor dicho, la misma función, estas estructuras son totalmente distintas en cuanto a su morfología y
su origen. Las alas emplumadas de un ave son sostenidas por un marco esquelético interno y el ala
de una mariposa se compone esencialmente de una membrana endurecida.
Obviamente, la homología, en contraste con la analogía, indica una relación evolutiva porque
implica una descendencia común a partir de la misma línea ancestral. Constituye por lo tanto una
base importante para la clasificación natural de los seres vivos. Si la clasificación de los seres vivos
estuviera basada en la analogía de las estructuras, esto conduciría inevitablemente a un sistema
artificial de clasificación y a la interpretación errónea de sus relaciones evolutivas.
Criterios para la Clasificación de los Animales
Se han utilizado criterios específicos al establecer un sistema natural de clasificación para los
animales. El hecho de que algunos animales sean similares en su apariencia y compartan las
mismas condiciones de vida no siempre significa que estén estrechamente relacionados. Por
ejemplo, las ballenas y los peces viven y nadan en el océano y tienen formas similares. Un examen
más detenido pronto revela que las ballenas carecen de branquias y respiran con pulmones,
alimentan a sus crías con leche y poseen todas las características estructurales y funcionales
esenciales que sin lugar a duda, las identifican como mamíferos. Todo parece indicar que en un
pasado remoto, evolucionaron a partir de un pequeño grupo de mamíferos terrestres que volvieron a
un ambiente acuático. A través del proceso de selección natural, se adaptaron a la vida acuática, tal
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como lo indica la posesión de aletas y la forma hidrodinámica de su cuerpo, modificaciones
decididamente ventajosas para su supervivencia en el medio acuático. Es fácil identificar glándulas
mamarias, pulmones, cuatro cavidades típicas en su corazón y todas las demás características (con
excepción del pelo) que las identifican como auténticos mamíferos.
Los principales phyla animales se distinguieron en gran medida unos de otros por varias
características anatómicas fundamentales. Estas diferentes características anatómicas, junto con sus
correspondientes procesos, presentan un diseño típico de organización y de funciones para cada
phylum determinado; estos diseños se ajustan en un patrón evolutivo global y cohesivo. Las más
importantes de estas características distintivas son las siguientes:
1. Si los organismos son unicelulares o pluricelulares. Los organismos unicelulares con
características celulares animales acostumbran clasificarse en un diferente reino, subreino y
phylum (de acuerdo con las preferencias del taxonomista) que los animales pluricelulares.
Pocas dudas subsisten de que los organismos unicelulares figuraron entre las primeras
formas de vida que aparecieron sobre la Tierra y que los organismos pluricelulares fueron
formándose a partir de ellos.
2. Número de capas germinales. En casi todos los principales phyla que representan los
animales pluricelulares, a principios del desarrollo embrionario, hay tres capas germinales
distintas, es decir, el ectodermo, el mesodermo y el endodermo. Posteriormente, estas dan
origen a todos los tejidos y órganos del individuo totalmente desarrollado. En algunos
animales primitivos (como la hidra), no se encuentran más de dos capas germinales, a saber,
el ectodermo y el endodermo.
3. Curso y grado de desarrollo de ciertos sistemas orgánicos. Esto se aplica particularmente a
los sistemas digestivo, circulatorio y nervioso y en menor grado al sistema esquelético. En
muchos phyla de animales inferiores, la digestión tiene lugar en una cavidad central (y en
parte en las células que revisten la superficie de dicha cavidad) comunicada con el exterior
con una sola abertura. Todos los demás phyla animales poseen un tubo digestivo más
complejo con una abertura en cada extremo (una para tomar el alimento y la otra para eliminar
residuos no digeridos), con varios grados de especialización. También los sistemas
circulatorio y digestivo exhiben grados de especialización estructural y funcional, incluyendo
vasos de bobeo musculares, o “corazones” y médulas nerviosas, lo mismo que masas
anteriores de ganglios o “cerebros”. El sistema esquelético (incluyendo su origen en el
desarrollo embrionario, su orientación, ya sea externa o interna y su composición) varía entre
los phyla y hasta cierto punto, sirve de criterio de clasificación.
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4. Presencia o ausencia de un celoma. En los phyla de animales inferiores no existe un celoma,
o auténtica cavidad corporal, rodeada por tejido mesodérmico y distinto del tracto digestivo,
pero se encuentra en los más importantes phyla de animales superiores. La cavidad corporal
de los animales pluricelulares presenta diferentes características y modos de origen, según el
grupo de animales.
5. Presencia o ausencia de segmentaciones. La segmentación es un tipo de forma corporal
compuesta por unidades sucesivas o segmentos, cada uno de ellos con una estructura similar
o tan solo ligeramente modificada. Se observan segmentaciones en tres importantes phyla
animales: son más evidentes en los anélidos, en los cuales los segmentos son similares. En
los artrópodos y en los cordados, existen igualmente segmentaciones, aunque un poco
modificadas.
6. Tipo de simetría. Tal es la proporcionalidad u organización de la mayoría de los seres vivos,
que son simétricos. Es decir, teóricamente podrían ser cortados en dos mitades iguales o
equivalentes, por lo menos en lo que se refiere a su apariencia externa. La mayoría de los
organismos exhiben una simetría radial o bilateral. En la simetría radial, el cuerpo se organiza
de tal forma que posee un eje central hipotético, similar al eje de una rueda de bicicleta, y sus
partes están organizadas alrededor de éste en un patrón irradiado, de la misma manera que
los rayos de la rueda. Esta forma puede ser cortada en cualquier plano vertical que pase por
el eje y producir dos mitades iguales o equivalentes. La Estrella de Mar constituye un ejemplo
clásico de simetría radial en los seres vivos. En la simetría bilateral, la presencia de una
superficie superior o dorsal y de una superficie inferior o ventral distinguible, lo mismo de una
región anterior y una posterior, restringe la hipotética división del cuerpo a un solo plano. Las
dos mitades equivalentes representan imágenes aproximadamente iguales entre sí. En el
cuerpo humano, este plano especial está representado por una hipotética línea media
perpendicular central o plano medio sagital del cuerpo.
Nomenclatura binomial y el nombre de los animales
Para determinar el nombre científico de un espécimen, Linneo adoptó desde un principio el
uso de dos nombres para cada especie: el nombre genérico y el nombre específico. Estos
nombres eran latinos o latinizados, porque el latín era el lenguaje de los doctos y se entendía
universalmente. El nombre genérico suele ser un sustantivo y el específico un adjetivo. Por ejemplo,
el nombre científico delRobin Americano es Turdus migratorius (del latín turdus, tordo; migratorius,
que tiene costumbre de emigrar). Así, el Jurel esCaranxhippox, la sardina esSardinellaanchoviay
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así sucesivamente. Este uso de dos nombres para designar una especie se denomina
Nomenclatura binómicao binomial. Pero hay veces en que una especie se subdivide en
subespecies, y en este caso se utiliza una nomenclatura trinomial. Incluso, hay casos en los que se
hace referencia a la variedad y se hace uso de una cuarta palabra para designarla. Estas
nomenclaturas trinomial y cuatrinomial son realmente adiciones al sistema linneano, que
básicamente es binomial y es el más comúnmente usado.
Para evitar la confusión en el campo de la taxonomía y conseguir un código uniforme de
reglas para clasificar animales se estableció, en 1.898, una Comisión Internacional de Nomenclatura
Zoológica. Esta comisión ha de formular de manera periódica reglas y tomar decisiones relativas a la
labor taxonómica. Es deber de la comisión decidir qué categorías taxonómicas han de considerarse
válidas.
Las reglas básicas de nomenclatura establecidas por la Comisión Internacional de
Nomenclatura Zoológica son las siguientes:
1. El sistema de nomenclatura adoptado es el binomial, descrito por Linneo en la décima edición
de su “Sistema Naturae” en 1.758. Este sistema se modifica en algunos casos para incluir
una nomenclatura trinomial cuando se use un nombre subespecífico.
2. La nomenclatura zoológica es independiente de la nomenclatura botánica y puede emplear los
mismos nombres para unidades taxonómicas, aunque no se recomienda este modo de
proceder.
3. Todos los nombres científicos deben ser latinos o estar latinizados.
4. El nombre genérico es una sola palabra, en nominativo singular y comienza con mayúscula.
5. Los nombres específicos pueden ser una palabra simple o compuesta y se inicia con
minúscula y suele ser un adjetivo que concuerde gramaticalmente con el nombre genérico. Si
el nombre específico está dedicado a una persona su terminación debe ser “i” si el
homenajeado es hombre y termina en “ae” si es mujer. Cuando se utilice nombre para la
subespecie también se escribe con letra minúscula.
6. El autor de un nombre específico es el de quien publicó por primera vez con claridad el
nombre junto con una descripción del animal. El nombre del autor separado por una coma del
año en que se hizo el reporte, debe seguir al nombre de la especie.
7. La ley de prioridad asevera que el primer nombre publicado en relación con un género,
especie o subespecie es el que se reconoce. Todos los nombres duplicados se denominan
“sinónimos”.
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8. Cuando el nombre genérico no es aquel en que lo situó el autor original, o cuando cambia en
nombre genérico, el nombre original del autor se sitúa entre paréntesis. Por ejemplo, el
nombre Rana gryllus fue dado por Le Conte a la rana común, pero ahora la especie se
denomina Acris gryllus (Le Conte) por haberse cambiado el nombre genérico.
9. Un ejemplar tipo o patrón es el ejemplar o ejemplares determinados sobre los que se
estableció el nombre de la especie. Es costumbre de los taxónomos situar tales tipos en
museos públicos o en otros lugares donde puedan estar a disposición de aquellos a quienes
interese. Tales tipos deben conservar su nombre original, aunque la especie se divida
posteriormente. Cuando se describe un nuevo género se toma una especie como tipo del
género y también conserva el nombre original en caso de que posteriormente el género se
divida en dos o más géneros. Dos géneros de animales no pueden tener nunca el mismo
nombre.
10.El nombre de una familia se forma añadiendo “idae” a la raíz del nombre del género tipo; el
nombre de una subfamilia, añadiéndole “inae” y el nombre de la superfamilia se forma
añadiendo la terminación “eidea”. Al castellanizar los términos, quedan: “idos”, “inos” y “eidos”,
respectivamente. Para los órdenes es muy común dar la terminación “formes”como
Perciformes y Clupeiformes, sin que se haya hasta ahora se haya conseguido unificar los
cri1.99terios de manera total.
11.En todo caso, el nombre científico de una especie debe estar escrito de manera resaltada o
diferenciada del resto del texto, es decir, debe escribirse en negrita, subrayado o en letra
cursiva.
Fuentes Consultadas:
Cervigón, F; Alcalá, A. (1.999). Los Peces Marinos de Venezuela. 2da. Edición. Volumen I.
Fondo Editorial del Estado Nueva Esparta. Venezuela.
Hickman, C. (1.967). Principios de Zoología. Ediciones de la Universidad de Chile, Ediciones
Ariel. España.
Hildebrand, M. (1.982). Anatomía y Embriología de los Vertebrados. Editorial Limusa. México.
Nason, A; Dehaan, R. (1.980). El Mundo Biológico. Editorial Limusa. México.
Rioja, E; Ruiz, M; Larios, I. (1.964).Tratado Elemental de Zoología. 6ta. Edición. Edit.
ECLALSA, México.
Weichert, Ch; Presch. W. (1.985). Elementos de Anatomía de los Cordados. 4ta. Edición.
México.