El documento describe buenas prácticas de bioseguridad que incluyen mantener un lugar de trabajo higiénico y aseado, no almacenar alimentos cerca de sustancias químicas, tratar a todos los pacientes como si estuvieran infectados, usar guantes al manipular sustancias biológicas o equipos contaminados, y usar mascarillas y protectores oculares durante procedimientos que puedan generar salpicaduras.