La obesidad infantil en México ha aumentado de manera alarmante en los últimos 30 años debido a que los niños consumen más calorías de las que gastan, en parte porque pasan más tiempo viendo televisión con publicidad de comida chatarra y menos tiempo haciendo actividad física, y también porque en las escuelas solía haber disponible comida poco saludable. Ahora el gobierno considera la obesidad infantil como un problema grave y está prohibiendo la comida muy calórica en las escuelas.