Los niveles de vulnerabilidad sísmica se refieren a la vulnerabilidad inherente de una estructura ante la ocurrencia de un sismo. Esta se determina a partir de indicadores como la calidad de la construcción, el impacto físico de los sismos, y el costo. Las dimensiones incluyen factores físicos, económicos, humanos y tecnológicos como los materiales de construcción, la ubicación, y el acceso a tecnología antisísmica.