La organización social inca estaba estratificada en una jerarquía rígida con el Inca en la cima. Debajo del Inca estaban la nobleza dividida en varias clases, luego el pueblo común dividido en campesinos y siervos. La base de la sociedad era el ayllu, grupos de familias extendidas unidas por lazos de sangre que vivían y trabajaban colectivamente bajo un jefe local. Todo estaba regido por normas que promovían la honestidad, veracidad y trabajo.