Con esta investigación hemos ampliado nuestros conocimientos acerca de lo que es la Andragogía, sus teorías, fases así como también las leyes , teorías y que es el hecho Andragógico.
1. Humanismo
ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL HUMANISMO PEDAGÓGICO
El Humanismo histórico es el movimiento cultural que marca la transición entre
la Edad Media y la Edad Moderna
La nueva sensibilidad se fragua en Italia, a mediados del siglo XIV, en la figura
de Petrarca
La lengua y sobre todo la lengua de la cultura, la latina, es el instrumento de la
comunicación, la clave del conocimiento y la manifestación más acabada de la
perfección humana.
Los humanistas no buscan solamente una renovación intelectual. Lo que
preconizan realmente es una reforma de la vida y de las costumbres.
2. CONCEPCIÓN ANTROPOLÓGICA.
EL DISCURSO RETÓRICO SOBRE LA DIGNIDAD HUMANA.
Aunque, desde sus orígenes, el Humanismo preconiza una ruptura con la Edad
Media y con la Escolástica, no se trata realmente de un juicio a sus doctrinas
filosóficas, sino a la corrupción del método dialéctico, evidente ya en el siglo XIV.
No hay, por tanto, una diferencia radical respecto a la concepción cristiana del
hombre y del mundo. Lo que cambia es el enfoque que se da ahora al
pensamiento antropológico. La lógica, en la búsqueda de la verdad, cede el
paso a la retórica. Ya no se trata de argumentar o de demostrar, sino de
expresar elocuentemente verdades ya conocidas.
3. EL CONCEPTO DE EDUCACIÓN
El Humanismo concibe la educación como formación en el sentido exacto del
término. Educar es formar, moldear al hombre de acuerdo con todas las
perfecciones que hay implícitas en su naturaleza.
El hombre puede, por tanto, educarse porque posee la razón, pero también
porque es un ser social capaz de comunicarse con otros hombres y compartir
sus conocimientos.
LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES
Hay deficiencias intelectuales y deficiencias sensoriales que el interés y la
preocupación educativa de esta época empiezan a tratar. Las primeras
únicamente de manera preventiva, a través de los consejos que aparecen en
los tratados de eugenesia. Las segundas, es decir la de los ciegos y
sordomudos, de una manera mucho más eficaz. La educación debe pues
adaptarse a las capacidades y tendencias individuales, lo que exige un buen
conocimiento y seguimiento personal.
Desde una perspectiva científica, la obra más signifi-cativa es el Examen de
ingenios para las ciencias (1575) del doctor navarro Juan Huarte de San
Juan, considerada como el primer tratado de orientación profesional.
4. LAS ETAPAS DEL PROCESO FORMATIVO
1. La eugenesia y los cuidados perinatales
Se trata, por tanto, de un largo proceso que de acuerdo con la importancia que
le concede el Humanismo debe comenzar cuanto antes. Incluso antes del
nacimiento, los padres ya deben de tomar las precauciones necesarias para
que la generación del hijo se realice en las mejores condiciones posibles. Este
es el gran tema de los consejos eugenésicos que encabezan muchas de las
obras educativas de esta época y que tiene como base la evidencia de que
una buena constitución física va a ayudar al mejor desarrollo de la persona.
2. La educación o crianza
Pero con todo, la verdadera educación comienza en la infancia. Al igual que en
la Edad Media, se concibe como un periodo difícil porque el niño, cuya razón
es aún muy rudimentaria, puede ser presa de sus malas inclinaciones. Es, por
tanto, la etapa más decisiva para la educación y la que estrictamente va a ser
designada con este término en los textos escritos en latín. La educación es
pues la educacion o crianza, la formación que el niño recibe en el ámbito
doméstico de mano de sus padres o de sus representantes, los pedagogos o
ayos.
5. LOS ESTUDIOS
La educación es sin duda moldear al nuevo ser, pero también adaptarse a su
naturaleza, seguir su proceso evolutivo.
En los textos latinos del Humanismo, también siguiendo a los clásicos, ya no se
encontrará la palabra educare, sino docere, tradere, instituere o instruere. En
todo caso implica una formación intelectual sistemática-ordenada y jerarquizada
que llevará al niño y más tarde al joven, a la asimilación de una cultura general y
de una base científica.
Si hay algo claro y contundente en el pensamiento del Humanismo es su
confianza en el poder de los estudios como principio del perfeccionamiento
humano. Por ello, no pueden ser privativos de una determinada clase
social, sino que se deben extender en principio a todos los ciudadanos.
De acuerdo con su máxima de que los estudios favorecen la virtud, los
humanistas abordan también la educación intelectual femenina, aunque, si
duda, de manera muy limitada.
Por otra parte, sobre la mujer recae todo el peso de la teoría galénica, según la
cual su constitución física, dominada por humores incompatibles con una buena
configuración del cerebro, le impide el desarrollo del entendimiento.
6. LA FIGURA DEL PRECEPTOR O MAESTRO
Cuando la educación se sistematiza, sus principales agentes van a ser los
preceptores o maestros. Aunque progresivamente su función va adquiriendo
un carácter profesional, se sigue considerando un ministerio casi sagrado.
Porque el maestro es un seguidor de la tarea docente de Jesucristo y porque
actúa como un padre espiritual al ayudar a la persona a adquirir una segunda
naturaleza, según la tradición cristiana y clásica que inspira el Humanismo.
EL FIN DE LA EDUCACIÓN
Al desarrollar el concepto de educación que forja el Humanismo se advierte
que el paradigma que propone es el del sabio, la persona cultivada y
virtuosa, que hace de su vida una obra de arte. El fin de la educación es, por
tanto, alcanzar la virtud.
La virtud constituye, ya de por sí, el premio al esfuerzo humano, la
recompensa a una vida honesta que se traduce en una serena felicidad
interior que nada puede perturbar.
El fin de la educación consiste pues en un estado de virtud que se alcanza
mediante la sabiduría práctica. El sabio modelo al que aspira el proceso
formativo es la persona que ha cultivado su inteligencia y que pone sus
conocimientos y su vida al servicio del bien y de los demás hombres
7. LOS CONTENIDOS DE LA EDUCACIÓN EL PLAN DE ESTUDIOS HUMANÍSTICO
En general se comienza por una enseñanza elemental, en la que se aprenden
los rudimentos de la lectura y la escritura, junto con la doctrina cristiana.
Posteriormente se estudian las artes liberales, primero las artes instrumentales o
Trivium y después las artes o doctrinas del Quadrivium. Con esta preparación
acaba la educación básica. Si el alumno tiene ingenio suficiente se formará en la
Filosofía Moral, que supone también la Historia, tanto civil, como sa-grada y
eclesiástica.
8. El curso de retorica
Al estudio de la gramática sobre los textos de los clásicos, seguirá el del
arte oratoria que en el Humanismo se basa en dos disciplinas, la Dialéctica
y la Retórica. En efecto, la Dialéctica, el arte de pensar, de distinguir lo
verdadero de lo falso, había sido el mé-todo de la filosofía medieval.
La Retórica comienza con el estudio de los grandes mo-delos de la
oratoria, en especial de Cicerón -el autor más admirado- pero no para
copiados al pie de la letra, según se insiste, sino para captar el espíritu de la
verdadera elocuencia.
Las artes del Quadrivium
A partir de aquí y una vez superados los estudios de las artes sermocinales -
ar-tes, en definitiva instrumentales- se pasa a las graves y sólidas disciplinas
del Quadrivium
En general, las artes del Quadrivium, siguen manteniendo su orden
tradicional.
Fundamentalmente consisten en las Matemáticas que, además de la
Aritmética, com-prende la Geometría, en la que se incluyen la Geografía y la
Cosmografía, la Astrono-mía, y la Música, así como los principios de la
Filosofía Natural, es decir, la ciencia que versa sobre el conocimientos de los
metales, las plantas, la naturaleza animal y finalmente la composición de la
naturaleza humana.
9. La filosofía moral y la historia
En torno, pues, a los dieciocho o veinte años, es decir en la madurez de la
juventud, se estudia la Ética que, auxiliada por la historia, es la ciencia del
hombre por excelencia, la nodriza de la prudencia y la verdadera
culminación de los estudios de humanidad.
Mediante sus principios y normas, se aprende a llevar una vida recta que
se manifiesta en la virtud y en la piedad.
Las obras más recomendadas para iniciar estos estudios son los tratados
morales de los filósofos clásicos. Aunque, sin duda, la obra fundamental
es la Etica de Aristóteles.