Dos estadounidenses fueron invitados a enseñar sobre ética y moral basada en principios bíblicos en escuelas y orfanatos rusos. En un gran orfanato con casi 100 niños abandonados, les contaron la historia de la Navidad. Al terminar, les dieron materiales para hacer un pesebre. Un niño llamado Misha hizo dos bebés en el pesebre, explicando que Jesús lo invitó a quedarse con él para darle calor, el mejor regalo. Conmovido, Misha lloró profundamente.