Este documento discute la necesidad de un nuevo paradigma educativo en la educación superior de América Latina para transformar las estructuras y prácticas de enseñanza e investigación con el fin de promover el aprendizaje efectivo, estimular la creatividad e innovación y favorecer la vitalidad académica en la región. El autor argumenta que se requiere un cambio de cultura académica a través de un proceso de tres etapas que incluya cambios en la pedagogía para lograr este cambio de paradigma.