Un paraíso fiscal se define como un país que ofrece bajas o nulas tasas impositivas a los inversores extranjeros. La OCDE identifica paraísos fiscales según cuatro criterios: baja o nula tributación, falta de intercambio de información tributaria, falta de transparencia legal y que las actividades no tengan sustancia económica real. Los países pueden dejar de ser considerados paraísos fiscales si cumplen con estándares de transparencia e intercambio de información tributaria.