El documento discute la importancia de la participación ciudadana y la voluntad política para lograr una efectiva política y gestión ambiental sostenible. Señala que la democracia participativa es fundamental para transformar al estado en un redistribuidor de riqueza que garantice derechos e integre la justicia social. También destaca que la Constitución venezolana establece el derecho a un ambiente sano y la participación ciudadana en la concientización ambiental.