La pedagogía compleja propuesta por Edgar Morín intenta integrar ideas de diversas disciplinas para contextualizar la educación. Se basa en principios como la dialogía, la recursividad y la hologramía. Promueve la reflexión, rompe perspectivas dicotómicas y busca causas de los fenómenos educativos. Concede a la educación como un sistema complejo con múltiples interacciones internas y externas que generan cambios a través del tiempo.