La lettera di pedro Sanchez che annuncia una "pausa"
PiedraLibre 110 · Noviembre 2014
1. 2da Época
No 110, Noviembre de 2014
Bs. 20 | Santa Cruz de la Sierra, ciudad que enamora
Ay Jalisco,
no te rajes
El guerrero
de las tablas
El palacio de los nadie
Músicos de película
2.
3. CONTENIDO
03
NOVIEMBRE
05
EDITORIAL
06
AY JALISCO, NO TE RAJES
por Mauricio Jaime Goio
14
VITRALES
La Ilusión Democrática
por Mauricio Jaime Goio
18
PODEMOS O EL TRIUNFO
DE LOS ACADEMICOS
por Yocelynn Olmos Ortiz
22
LAS MADRES DEL SOL
Y LA SERPIENTE
por RAV
28
EL PALACIO DE LOS NADIE
por RAV
34
EL GUERRERO DE LAS TABLAS
por RAV
42
MÚSICOS DE PELÍCULA
por Inés Seleme
48
EN LAS NUBES
por Gabriela Ichaso
50
AL FINAL
4.
5. 05
NOVIEMBRE
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Editor: Mauricio Jaime Goio
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Responsabilidad Social, Red Latinoamericana de
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IMAGEN DE PORTADA:
Foto: Enrique Villaseñor. MEXICO ROTO. El dolor de
la violencia. Ciudades, poblaciones o comunidades
provenientes de todo grupo social, son testigos del
vecino asaltado, del amigo secuestrado o del familiar
muerto, victimados, heridos, mutilados o abandonados
a su suerte merced a la impunidad. Las historias de
terror y dolor en clave noticiosa o periodística inundan
de páginas sangrientas los kioscos; sus imágenes y
relatos nos asaltan desde que despertamos.
PIEDRA LIBRE
revista mensual de debate y derechos humanos
Salimos cada luna llena
Número 110, Noviembre de 2014
Gabriela Ichaso Elcuaz
Directora
Mamá, si desaparezco,
¿adónde voy?
No lo sé, hijo.
Solo sé que si desaparecieras te buscaría entre la tierra y debajo de
ella.
Tocaría en cada puerta de cada casa.
Preguntaría a todas y a cada una de las personas que encontrara en
mi camino.
Exigiría, todos y cada uno de los días, a cada instancia obligada a
buscarte que lo hiciera hasta encontrarte.
Y querría, hijo, que no tuvieras miedo, porque te estoy buscando.
Y si no me escucharan, hijo;
la voz se me haría fuerte y gritaría tu nombre por las calles.
Rompería vidrios y tiraría puertas para buscarte.
Incendiaría edificios para que todos supieran cuánto te quiero y
cuánto quiero que regreses.
Pintaría muros con tu nombre y no querría que nadie te olvidara.
Buscaría a otros y a otras que también buscan a sus hijos para que
juntos te encontráramos a ti y a ellos.
Y querría, hijo, que no tuvieras miedo, porque muchos te busca-mos.
Si no desaparecieras, hijo, como así deseo y quiero.
Gritaría los nombres de todos aquellos que sí han desaparecido.
Escribiría sus nombres en los muros.
Abrazaría en la distancia y en la cercanía a todos aquellos padres
y madres; hermanas y hermanos que buscan a sus desaparecidos.
Caminaría del brazo de ellos por las calles.
Y no permitiría que sus nombres fueran olvidados.
Y querría, hijo, que todos ellos no tuvieran miedo, porque todos
los buscamos.
Marcela Ibarra Mateos
(publicado en La Jornada de Oriente, Puebla, México)
7. Ay Jalisco
no te rajes
Durante décadas nos hemos alimentado, y ob-viamente
el resto del mundo, de una imagen de
lo latino que tienen los estadounidenses de noso-tros,
a partir de las producciones de Hollywood.
Principalmente han sido los western, aunque úl-timamente
son películas relacionadas con el trá-fico
de drogas. Siempre me parecieron un este-reotipo
molesto, una manifestación de prejuicio.
Esa imagen ha estado relacionada con la visión
que tienen de los mexicanos, o quizás de la forma
en que se ha dado su relación. Recordar pelícu-las
como los Siete Magníficos, con esos bandidos
que expolian a un pueblo, que aceptan ser extor-sionados
de esa manera y deben recurrir a ayuda
externa para defenderse, me parecieron dema-siado.
Desgraciadamente el paso del tiempo, y de
lo que nos enteramos a diario en los medios de
comunicación, nos indican que en muchos casos
esa perspectiva de ficción queda pequeña ante el
horror de la realidad. Relatos de hechos como los
acaecidos en Ciudad Juarez, la aparición de tanto
en tanto de cuerpos mutilados en espacios públi-cos,
las desapariciones de personas, la corrupción
generalizada, esa especie de guerra civil en que se
transformó la lucha militar contra los cárteles de
la droga, y un interminable de horrorosos etcé-teras.
Y frente a esto, un país que parece funcio-nar
con total normalidad, viviendo a la vera de la
violencia o sabiendo adaptar su quehacer diario a
tanta muestra de bestialidad.
por Mauricio Jaime Goio
8. 08
PIEDRA LIBRE
Al parecer ésta expansión de las fronteras de la
‘normalidad’ tenía un límite. La historia de una
noche de furia del 25 de septiembre de este año,
en un pequeño pueblo llamado Iguala, en el es-tado
de Guerrero, al sur de México, ha parecido
encender la adormecida capacidad de asombro
de los mexicanos. Esa noche los hechos comen-zaron
a escribir una historia que tiene todos los
condimentos para una película taquillera o para
un libro best seller. Villanos que gozan en su mal-dad,
muestras de sangre fría y crueldad que nos
hacen desviar la vista de la pantalla, corrupción
de autoridades a destajo, y un pueblo que se le-vanta
indignado ante la impunidad y la corrup-ción.
Sólo faltó el Zorro cabalgando en su corcel
negro para hacer justicia, fustigando con su láti-go
a esos gordos soldados morochos de bigotes
abundantes y pelo grasoso.
Los personajes de esta historia. Por un lado los
villanos, el alcalde del pueblo José Luis Abarca y
su mujer, María de los Ángeles Pineda, con ne-xos
directos con el grupo de narcos del lugar,
los Guerreros Unidos. Él, contando con la venia
del cacique político de la región, Ángel Aguirre,
gobernador del Estado. Ella, hija y hermana de
narcos. Los protagonistas, los estudiantes nor-malistas
de las escuelas de magisterio de Ayot-zinapa,
con todo el fervor revolucionario propio
de la juventud, y con una fuerte orientación mar-xista.
El escenario, Iguala: una de las ciudades
más importantes en el pobre estado de Guerrero,
marcado por la poderosa presencia del narcotrá-fico,
fuertemente enquistado en las estructuras
del Estado. Los hechos, simplificando, la noche
del 26 de septiembre los estudiantes, después de
clases, toman unos buses para marchar a la ciu-dad,
en el momento que la esposa del alcalde rea-lizaba
un acto político. El alcalde, enterado de la
marcha, da órdenes de detener a los estudiantes
a toda costa. La policía, respaldada por grupos
de los Guerreros Unidos, se enfrentan a los ma-nifestantes
disparando contra la buses, los que
logran superar el primer enfrentamiento, consu-mándose
los hechos finales cerca de la lugar de la
concentración política, en que uno y otro bando
se enfrentan violentamente, dejando un saldo de
6 muertos y 43 estudiantes que son detenidos.
De acuerdo al relato de algunos policías y narcos
interrogados, los estudiantes fueron entregados a
los Guerreros Unidos, los que se los llevaron a las
montañas donde se les perdió el rastro.
Quizás contra lo esperado por las autoridades
de la ciudad, la desaparición de estos estudiantes
enardeció aún más el ánimo de sus compañeros,
9. 09
NOVIEMBRE
y se esparció por México como reguero de pólvo-ra,
gatillando un movimiento de indignación, un
clamor que exigía que los estudiantes aparecieran
con vida. El gobierno central, con toda la presión
a cuestas, y con las repercusiones que comenza-ba
a tener este incidente a nivel internacional, se
vio en la obligación de intervenir directamente,
tomando el control de la ciudad. Pero aquí no
hay finales felices, sino una incertidumbre gigan-tesca.
La búsqueda de los estudiantes en lugar de
esclarecer todo, no ha hecho más que abrir una
terrible caja de pandora, que revela horror tras
horror. La comunidad se organizó para buscar a
los muchachos, y en lugar de encontrarlos vivos o
sus restos, han descubierto perdidas en el monte,
fosas comunes con restos humanos. Comienzan
a aparecer quienes claman por sus desaparecidos,
y se develan historias terribles. Un abismo de
horror, abrió una puerta a los peores relatos del
infierno. Las autoridades centrales reaccionan
preocupadas por el efecto sobre la imagen país,
la gente común y corriente, hastiada de sentir
que la violencia y la incertidumbre son parte de
su paisaje coloquial.
Desde Sudamérica no nos cuesta entender la
barbarie, pues estos relatos de desapariciones
y de violencia nos resultan muy cercanos; pero
en el contexto de situaciones de excepción, con
gobiernos militares represores y conculcados los
Estados de derecho.
Lo de México nos resulta impresentable, y más
aún esa sensación de normalidad, como si sola-mente
de fuera tuviéramos ojos para el horror o
la capacidad de asombro estuviese adormecida.
No queremos afirmar que no existe la capacidad
de reflexión sobre lo anómala de su situación, sino
simplemente que en México se han acostumbrado
a vivir así. Como quien vive en un país sísmico y ve
los terremotos como algo natural, o quien ve pasar
tornados cada temporada por la puerta de su casa
y se limita a tomar acciones para reducir los daños.
Fosa encontrada en Pueblo Viejo, en las afueras de Iguala, México.
10. 10
PIEDRA LIBRE
Vivos los llevaron, vivos los queremos. Protesta en Guadalajara, Jalisco. Foto: Cuartoscuro
El problema de la violencia en México, además
de tener como vecino a los Estados Unidos de
América, tiene dos variantes. En primer lugar, un
fenómeno de marginalidad de una gran parte de
su población y territorio, que se expresa en una
falta de presencia del Estado. Una marginalidad
que no sólo se expresa a nivel de pobreza, sino
de sentirse excluidos del eje de interés central del
Estado mexicano. No hablamos de un Estado fa-llido,
sino de su ausencia. Como ha sucedido en
tantos otros lugares, esta ausencia ha sido suplida
por las mafias locales, que manejan el tráfico de
drogas, además de una serie de ilícitos como son
los secuestros y últimamente, la gestión oficial de
los gobiernos locales, como en el caso de Iguala.
Estas mafias con una fuerte raigambre local y con
nexos de consanguineidad con una parte impor-tante
de la población, actúan con una violencia,
que nunca deja de sorprender, para mantener el
control sobre la población.
En segundo lugar, la violencia parece ser un ele-mento
cultural importante que cruza toda su
historia y se remonta a las culturas prehispáni-cas.
Mayas y aztecas se caracterizaron por sus
cruentas guerras, por los sacrificios humanos,
que no hicieron más que proyectarse luego, con
una conquista española implacable a sangre y
fuego. Revoluciones y levantamientos, cruen-tas
dictaduras disfrazadas de democracia, hasta
desembocar en la violencia de las mafias locales.
Una forma de hacer el día a día, de rendir culto
al mero macho, con sus pistolas, con la capaci-dad
de resolver todo a tiros. Tal vez las generali-zaciones
sean injustas con mucha gente que sólo
quiere vivir en paz. Pero la violencia viene de
uno y otro bando, cavando zanjas y llenándolas
de cadáveres rostizados para evitar su reconoci-miento.
Con cuerpos colgados de puentes, con
muertos de rostro desollado.
Ojalá que México encuentre el camino y que al
menos estas muertes no sean en balde. Que la
violencia deje de ser un hecho cotidiano al cual
la gente adapta su vida, para poder seguir subsis-tiendo.
Para esto hace falta la decisión de un Es-tado
que vea todo su territorio como prioridad y
no deje espacios vacíos para que algunos se apro-vechen
y se desmadren. La vía a la normalidad
pasa por reconocer los errores propios y por re-cuperar
el verdadero sentido de lo público. Se ve
difícil. Pero como dicen por ahí, si la humanidad
fue capaz de poner a un hombre en la luna, que
tanto más difícil puede ser cualquier otro desafío.
Eso siempre y cuando creamos que el hombre
realmente llegó a la luna.
11. Mara Salvatrucha (generalmente abreviado como MS, Mara, y MS-13) es una organización transnacional de pandillas criminales asociadas que
se originaron en Los Ángeles y se han expandido a otras regiones de Estados Unidos, Canadá, México, El Norte de América Central (Guatemala, El
Salvador, Honduras) y España. (La Nación de Guatemala)
Delincuencia, violencia y marginalidad:
las maras centroamericanas
En estricto rigor, la violencia no es un fenóme-no
que se circunscriba a México, sino más bien
se reconoce como el más grande de los males de
las sociedades centroamericanas. Quizás la no-toriedad
mexicana es por las dimensiones del
país, por ser el vecino inmediato de los Estados
Unidos de Norte América y por los movimientos
sociales que se han parado valientemente, expo-niendo
o entregando su vida para que los críme-nes
no queden impunes.
Se reconoce que el accionar de las pandillas, aso-ciadas
al narcotráfico, la extorsión, al cobro por
seguridad, es el principal problema que enfrenta
Centroamérica: Lo que se conoce como Maras,
que no es una sola pandilla como se suele pensar,
sino la denominación general a las pandillas. Lo
curioso del fenómeno de las maras es que tienen
su lugar de origen en las colonias de migrantes
centroamericanos en los EUA, y nacieron como
una forma de protección ante la marginalidad y
los malos tratos de parte especialmente de los
otros grupos minoritarios de la población nor-teamericana.
Siguiendo la forma de la mafia ita-liana,
adquirieron mucho de su estructura y de
su modus operandi.
Los países más afectados por el actuar de las ma-ras
han sido Honduras y El Salvador, este último
con la marca aún de las secuelas de una cruen-ta
guerra civil. En consideración a la población,
ambos países exhiben de los más altos índices de
homicidios, siendo considerados de los países
más peligrosos del mundo. Según Miguel Angel
Bastenier, ex director y columnista del diario El
País de España, no son sólo los índices de homi-cidios
lo que más impresiona, sino la cantidad de
personas que giran en torno a esta ‘industria’ del
delito. “Con un pico en 2011 de 4.371 homici-dios,
hay en el país centroamericano de solo seis
millones de habitantes, 60.000 pandilleros, que
con sus familias suman hasta medio millón que
viven del delito”.
Las maras han dejado de ser un problema mar-ginal
y acotado. Cuantitativa y cualitativamen-te
poco a poco se han institucionalizado, hasta
transformarse en parte integrante del paisaje
social de Centroamérica. Las prácticas de extor-sión,
de cobrar por protección, de narcotráfico,
se han transformado en algo cotidiano, a lo que
el resto de la sociedad (considerando la magni-tud
que han ido adquiriendo) se ha ido adap-tando.
Incluso en El Salvador se ha detectado
la infiltración de miembros de estas pandillas
en instituciones tan sensibles para la seguridad
nacional como el Ejército y la Academia de Se-guridad
Pública. Su intención ha sido el tener
acceso a armamento, penetrar en las oficinas de
11
NOVIEMBRE
12. SECCIÓN
12
PIEDRA LIBRE
seguridad y obtener entrenamiento militar.
El caso es que el fenómeno de las maras, tal como
en el caso de los grupos narcos, está asociado a
los espacios que ha ido dejando un Estado que ha
abandonado a una masa importante de su pobla-ción
a la deriva en medio de la pobreza extrema.
A esta desatención casi total, se unen conflictos
políticos, con un fuerte contenido étnico en mu-chos
casos. La magnitud del problema es tal, que
ya en el caso salvadoreño se está hablando de un
Estado fallido. Hay que recordar el reciente pro-blema
de migración sufrido por los EUA, que vio
una oleada de jóvenes y niños centroamericanos
buscando seguridad, escapando de la violencia
en sus países, y, sobre todo, de la presión por te-ner
que adscribirse a alguna pandilla.
Sudamérica, a pesar de presentar Estados, en ma-yor
o menor medida, con arraigos institucionales
fuertes, no ha estado exento de este fenómeno
de la violencia asociada a la marginalidad. Un
país tan fuerte como Brasil, entre las 10 poten-cias
industriales a nivel mundial, se ha visto en
la necesidad de intervenir militarmente en las
favelas de Río de Janeiro, para garantizar la se-guridad
de los dos grandes eventos deportivos
a organizar: el campeonato Mundial de Fútbol,
este año, y las Olimpiadas el 2016. Incluso Chile
intervino y mantiene presencia armada en la po-blación
La Legua, en la ciudad de Santiago, uno
de los mayores centros de distribución de drogas.
Siempre son espacios que el Estado cede, y que
son aprovechados por estos grupos, que sí tienen
algo que ofrecer en medio de la pobreza y la des-esperación.
13. La Santa Muerte
El culto a la muerte, desde el punto de vista del
sistema de creencias judeo-cristiano, se nos apa-rece
como extraño y algo aterrador. Quizás tenga
relación con nuestra hedonista forma de vivir,
que enluce una existencia intensa, una adoración
a la juventud que congela la vida en la edad tem-prana,
generando una relación muy forzada con
la muerte. Escondemos los cementerios, amén de
haberlos transformado de ciudades para que des-cansaran
nuestros antepasados en jardines gratos
que sirven de paseo. En nuestra cultura vida y
muerte constituyen polos opuestos. La muerte
se establece como un gran misterio, el final del
camino, la ruptura con la vida.
Normalmente en culturas cuya base producti-va
se radica en las actividades agropecuarias, la
relación entre vida y muerte constituye una dia-léctica
muy dinámica e integrada, generalmente
cíclica. La presencia de los antepasados, en la
forma de cultos familiares y comunales, es algo
cotidiano. Si para nosotros la muerte es un hecho
traumático, en estas comunidades es un evento
absolutamente natural y cotidiano, que acompa-ña
a los ciclos productivos.
El México, y la América en general, que encon-traron
los conquistadores españoles rendía culto
a la muerte, a través de la adoración de los ante-pasados
mediante altares familiares. De los pue-blos
originarios, sin duda los mexicas o aztecas
fueron los que llevaron al extremo esta relación
cotidiana con la muerte. Rendían culto a dos dio-ses
Mictlantecuhtli y Mictecacihuat, el señor y la
señora de la región de los muertos. Para los az-tecas
el tránsito a esta región no era fácil, debían
enfrentarse una senda dificultosa, sometida a te-rribles
pruebas. Por eso se le realizaban ofrendas
a estos dueños del mundo de la muerte mediante
altares, lo que facilitaba el camino, a la vez que
aseguraba prebendas en la vida diaria. Los azte-cas
fueron más allá y asumieron que el poder que
representaba el tortuoso mundo de la muerte, se
podía invocar para afectar los acontecimientos
en vida. Los mundos se confunden, y el poder
invocado, representado en los multitudinarios
sacrificios humanos, nos muestra una cultura
despiadada que pavimenta sendas con calaveras
ornamentadas.
Si bien los españoles formalmente prohibieron
el culto a la muerte, este sobrevivió clandestina-mente
en sectores rurales, y renació con fuerza
hacia 1965 en el estado de Hidalgo y se expandió
en toda la zona sur de México. Prontamente se
asoció a grupos marginales, como delincuentes,
contrabandistas, traficantes, prostitutas, etc. Es
el poder protector de la muerte, invocado en cir-cunstancias
vitales muy inciertas. Vidas intensas,
marcadas por la inseguridad, por la violencia,
por la presencia permanente de la muerte. Vida
y muerte se confunden. El azaroso y peligroso
tránsito en el mundo por las vías de la margina-lidad,
constituye un símil al tránsito al mundo de
la muerte azteca. Sangre y violencia bajo la egi-da
de “La Santa”, “LA Comadre”, “La Bonita”, “La
Flaca”, “La Señora” o “La Niña”. PL
13
NOVIEMBRE
15. 15
NOVIEMBRE
La Ilusión
Democrática
por Mauricio Jaime Goio
El concepto de democracia ha sido un caballo de batalla
que ha precedido las luchas reivindicativas, las discusiones
intelectuales, el ideario popular, el alimento de ensayos
y novelas, incluso la matriz de numerosas ficciones holly-woodenses.
De alguna manera se ha instalado en occiden-te
como bandera de lucha y materia de discusión al menos
los últimos 100 años, presidiendo la discusión moral y
política, constituyendo una promesa de alcanzar la utopía
de traspasar la defensa de mi voz y de mis intereses a la
comunidad, a través de la representación de aquellos a
quienes elijo para estos fines. La base de esta ilusión es
que la persona que se lleva nuestro voto representa nues-tra
forma de entender la sociedad, por lo que las decisiones
que tome en el ejercicio de su cargo se corresponderá con
lo que yo siento, pienso o necesito.
16. VITRALES
16
PIEDRA LIBRE
Para Latinoamérica, marcada por los continuos
vaivenes republicanos del siglo XX, este tema es
especialmente delicado. La lucha constante, se-llada
con sangre tantas veces, por consolidar un
sistema democrático que nos permitiera elegir
a nuestros gobernantes, se topó con el encono
de ciertas elites por intervenir constantemente
a través del uso de la fuerza militar, rompiendo
el orden democrático cada vez que sus intereses
se veían tocados. Ha sido un parto el lograr una
estabilidad suficiente que nos permita apreciar
que las democracias funcionan, y regularmente
nos sometemos al ejercicio de elegir a nuestros
gobernantes y a los representantes en nuestros
parlamentos.
Les diría que nos podemos sentar a disfrutar de
nuestros logros, pero los hechos nos han demos-trado
que simplemente hemos vivido presos de
una utopía, que pareciera hacerse sal y agua a la
luz de la experiencia cotidiana. La democracia ha
adquirido la forma de una ilusión, que a la luz del
diccionario de la lengua es una “imagen sugerida
por los sentidos que carece de verdadera reali-dad”.
Lo cual nos lleva a entender ese despertar
cotidiano como una desilusión, la impresión de
experimentar que la democracia no responde a
las expectativas que habíamos creado de ella.
Este desengaño acerca de lo que esperábamos de
nuestra utopía no es un despertar repentino, ya
la discusión tímidamente se había enquistado en
nuestra sociedad, al punto de llegar a un punto
muerto en que no se alcanzaba solución alguna,
y se sentenció que la democracia era el menos
malo de los sistemas. Se cerró la discusión, y
cualquier posibilidad de cambio, porque de por
medio se esgrimieron las imágenes del pasado, y
los desagradables ruidos del pasado, de bototos
marchando por nuestras calles y el llanto deses-perado
de un pueblo aplastado por el poder de
las armas, simplemente nos hizo guardar silencio
y seguir participando.
La gran ilusión del sistema democrático es que
al depositar mi voto estoy traspasando mis ne-cesidades
e intereses, que, por una parte, serán
respetados y defendidos por aquel representante
que se hace de mi voto y lo defiende o realiza
en un parlamento, que como dice su nombre es
un lugar de discusión para alcanzar consenso. Y,
por otra parte, mi voto elige a un gobernante con
un proyecto que me identifica, y que de alguna
manera hará de mi mundo (entendido como
el universo o el continente particular) un lugar
mejor.
El sistema democrático actual no es capaz de
generar una verdadera competencia, entendida
como una contienda de personas competentes,
que tienen capacidades y aptitudes para ocupar-se
de mis asuntos. El problema principal radica
en que el sistema funciona a un nivel tan macro,
que al amparo de un sistema de partidos polí-ticos
que requiere de una capacidad económica
tal, que los terminan transformando en una éli-te.
La forma de la política actual sigue siendo de
privilegiados, que funcionan al amparo del poder
de mover recursos de los partidos políticos. Un
ciudadano común y corriente no tiene ninguna
posibilidad de proyectar una carrera política si
no tiene su beneplácito. Ampararse en los par-
17. 17
NOVIEMBRE
tidos es atenerse a sus reglas y necesidades. Al
final, la competencia por la representación queda
circunscrita a lo que hay, o las representaciones
que levantan los partidos.
Puede que a grandes rasgos los proyectos polí-ticos,
como cartas de intención, nos muevan y
nos lleven a renovar el engaño, la ilusión. Pero
la praxis nos despierta de ese sueño, y nos da-mos
cuenta que a pesar de tanto buen discurso o
grandes intenciones, la sensación de haber sido
estafados nos amarga la vida. Los problemas
se multiplican, y nuestros gobernantes no dan
con el tono de las soluciones. Nuestra sociedad
moderna, la de los avances tecnológicos, la de
los desarrollos sorprendentes, sigue sin poder
solucionar los problemas ambientales, que tan
directamente afectan nuestra calidad de vida.
Nuestra sociedad del bienestar sigue sin poder
solucionar el problema de la droga, y todas las
consecuencias que acarrea. La sensación de in-seguridad,
pese a las promesas y los proyectos,
sigue obligándonos a vivir con temor, a ence-rrarnos
tras muros y rejas, a renunciar a espacios
que fueron siempre nuestro. La ilusión del bien-estar
se enfrenta con la dura realidad de rostros
serios, de una desconfianza creciente del uno
hacia el otro.
La reciente experiencia chilena, de permitir que
el voto fuera voluntario en las elecciones nacio-nales
de cualquier naturaleza, demuestran que la
alta abstención es un signo de desidia o de sim-ple
desconfianza hacia el actual sistema demo-crático.
La abstención, así como los votos nulos
en aquellos sistemas que no permiten la volun-tariedad,
nos dicen que simplemente la gente
no se siente representada por la oferta electoral.
Una creciente sensación de marginalidad se ha
ido apoderando de las sociedades. Marginali-dad
entendida tanto como ser dejado a un lado,
como en tomar la decisión de hacerse a un lado.
La experiencia cotidiana nos demuestra que la
actitud general es hacerse a un lado ante todo,
y no comprometerse. Es no sentirse parte de un
proyecto de sociedad que no los mueve, por lo
que cada uno se limita a hacer su vida día a día,
buscando solucionar sus problemas a su manera.
Ni siquiera queda la ilusión de reclamar, aunque
de vez en cuando la ira se apodere de nosotros.
Se hace necesario un cambio, que considere re-definir
el sistema democrático, buscando generar
compromiso en las personas. La idea debe pasar
por hacer sentir al ciudadano común y corrien-te
que se hace necesario vivir en comunidad. Lo
fundamental es restar poder a los partidos polí-ticos,
traspasándolo a la sociedad civil, a través
de las organizaciones de base, generando una
representación que se haga concreta a ojos vista
de los ciudadanos. El verdadero sistema demo-crático
sólo funciona a nivel local, en la medida
que todos los ciudadanos sientan que están par-ticipando
en el gobierno de su vida, y que sus
demandas son realmente escuchadas. De alguna
forma se debe lograr un sistema de gobierno que
compatibilice los grandes intereses de desarrollo
nacional, más abstractos y menos visibles por su
lento transitar en el tiempo, con las necesidades
cotidianas de quienes simplemente quieren vivir
un buena día a día. PL
18. 18
PIEDRA LIBRE
PODEMOS
o el triunfo de los
académicos
por Yocelynn Olmos Ortiz
En estos momentos, Podemos es el fenómeno que más tinta y más seso está
gastando de la gente que intenta interpretarlo. Y es que desde que "ganara"
las elecciones al Parlamento Europeo, no ha dejado de remover los cimientos
de un sistema que parecía bien enganchado al suelo español. Y sí, a pesar de
haber obtenido apenas un 8% de la votación, ya se ha "cargado" a un rey, a un
ministro y probablemente a un banquero. Nadie sabe a ciencia cierta el por qué
del infarto de Botín, pero como estuvo hablando de Podemos días antes, po-dríamos
especular que fue una de las causas de su deceso. Y es que esta fuerza
política ha entrado como un elefante en una cacharrería con pocas ideas fuerza,
más bien reformistas, pero que han calado en una sociedad que había alcanza-do
el hartazgo. Y está removiendo el tablero.
Podemos gana en las europeas
19. 19
NOVIEMBRE
El Ministerio de Sanidad de España confirma la efectividad del dióxido de cloro (MMS) para ébola
¿Dónde debemos encontrar los orígenes de Po-demos?
Probablemente sus gérmenes se encuen-tren
en las cunetas donde reposan los restos de
los vencidos de una contienda injusta, y es que
el hecho de haber cerrado las heridas en falso,
ha provocado una herida infectada, mal cerra-da
pero bien disfrazada con el maquillaje de los
historiadores. Y es que no ha habido redención
ni entierro, ni siquiera en tiempos de gobierno
del mal llamado "socialismo" español, de los que
lucharon en el bando de la República, y tampoco
se han limpiado los nombres de las burdas acu-saciones,
no se ha devuelto los bienes robados y
no se ha enjuiciado a los torturadores y asesinos.
Más lecciones dio Argentina que una España que
había firmado todas las convenciones sobre de-rechos
humanos.
Probablemente lo encontremos en aquellos jó-venes
que se creyeron vivir una edad dorada del
desarrollo y dejaron los estudios para trabajar en
la construcción o en el turismo playero como ca-mareros
y se endeudaron por toda la vida pen-sando
que las viviendas eran una gran inversión
porque subirían de precio infinitamente. Poco
atentos estuvieron a la retirada de los inverso-res
mejor informados que se marcharon a tiem-po
antes de la debacle. Y es que deberían haber
aprovechado de estudiar un poco para interpre-tar
esta realidad que se nos cuela aunque la ig-noremos.
Sobre todo cuando la universidad era
un beneficio al alcance de toda la sociedad. Sí, en
esos jóvenes que se tiran por la ventana porque
no pueden pagar el préstamo de un bien que vale
la cuarta parte y para lo cual pusieron como ava-les
los bienes de sus ya viejos padres, que también
fueron engullidos por el sistema.
O tal vez en la cara de los jubilados que vendie-ron
sus posesiones, resultado de lustros de traba-jo,
para meterlas en esa gran estafa llamada "pre-ferentes",
en la que unos se enriquecieron a costa
del sudor de otros.
O en cómo la vida cotidiana de todos se nos va
deteriorando cada día después de cada privatiza-ción.
Y es que prometen un mejor servicio cuan-do
un empresario toma las riendas de la empresa
antes estatal y es que de mejora, nada de nada: los
precios suben, los servicios bajan en calidad, el
empleo se empobrece, y ya sólo queda mirar des-de
la calle el disfrute de quien sí puede acceder a
ellos: dígase salud, educación, deporte, cultura…
20. El líder de Podemos, Pablo Iglesias (c), junto a Juan Carlos Monedero (i) e Iñigo Errejón (d), en la Asamblea Ciudadana "Sí Se Puede". Foto: EFE en
20
PIEDRA LIBRE
Cosas de las que antes todos disfrutaban. Pero lo
más grave es el enajenamiento de servicios bási-co
como el agua, la luz, el gas, las comunicacio-nes,
que son facturas por donde se nos cuela el
bienestar y son la demostración de que estamos
viviendo la gran estafa.
Quizá lo encontremos en las manos del movi-miento
15-M y en la consigna "No nos represen-tan".
O en el error de cálculo de la clase gober-nante
que pensó que este movimiento moriría
de glamour fagocitado por su propio éxito. Este
movimiento de indignados, inspirado en las
ideas de José Luis Sanpedro, fue el que galvani-zó
el asco que sentía la sociedad por lo que bien
han definido los de Podemos como "casta". Y es
que en Sol se respiraba vida. Era como si alguien
hubiera abierto la puerta y entrara aire nuevo a
las catacumbas y volviera a surgir un brote de
vida. Y aunque el pueblo perdió al no ir a votar,
porque no encontraba por quién, y cedió todo el
poder a los mismos, este hecho sirvió para que se
pudriera aún más el sistema. Era como si en vez
de arrancar al tumor se lo alimentara para hacer-lo
español
más grande, más evidente, más imposible de
ocultar.
Indudablemente, en este despertar han tenido
mucho que ver los jueces, que con su indepen-dencia
mostraron que todavía quedaba algo de
bueno en el poder judicial, aunque en el camino
dos de ellos quedaran aplastados por la diabólica
maquinaria que se cree que la ley no es igual para
todos. Y así surgieron los casos de corrupción de
nombres creativos manchando a toda la clase po-lítica,
sindical, empresarial y monárquica. Mer-casevilla,
Palma Arena, Brugal, Minutas o Cam-peón,
Pokémon, Gurtel, Púnica… Ya hay más de
1.900 personas imputadas en causas abiertas por
corrupción y al menos 170 han sido condena-das
por este tipo de delitos en la última legisla-tura.
Y tal vez una de las razones por las cuales
hay molestia manifiesta en la población se deba
a que la mayoría de estos condenados no están
en prisión, ya sea porque se les impuso una pena
de cárcel que no les obligaba a ingresar, porque
únicamente fueron inhabilitados o multados,
porque aún tienen recursos pendientes, porque
21. 21
NOVIEMBRE
algunos casos están prescritos, o porque piden
indultos al gobierno y éste los concede. Más de
diez mil indultos se han producido desde 1996,
entre ellos muchos políticos corruptos. Cabe
aclarar que la mayoría de estos casos de corrup-ción
mayor compromete al partido gobernante, y
sus zarpas se acercan incluso al presidente Rajoy.
Y están también los escándalos del Madrid Are-na,
del accidente del Alvia, del Ébola, donde la
mala gestión del gobierno se pone en evidencia
pero no hay ni una sola dimisión, como si dimitir
fuera un nombre ruso y no un verbo y los polí-ticos
una vez alcanzan la poltrona, se atornillan
a ella. Y es que este juego parece un Castells, los
famosos castillos de personas de Cataluña, don-de
si retiras a uno de los de abajo, se desmorona
todo el andamiaje. Todos están tan intervincula-dos,
que el temor a una delación hace que inten-ten
cubrirse entre todos las espaldas.
En este medio ambiente se gestó Podemos. Un
grupo de profesores universitarios, con expe-dientes
brillantes, doctores en Ciencias Políticas,
estudiosos a profundidad, intelectuales genera-dores
de pensamiento, deciden reunirse y poner
en práctica las teorías que dominan y proponer a
la sociedad una forma de movimiento en el que
cada una de las personas asimiladas cuente. Una
forma de partido, a través de los llamados Círcu-los,
en la que la participación es importante. No
era difícil, por lo tanto, que su mensaje calara, en-tusiasmara,
triunfara, creciera como la espuma y
provocara más de un dolor de cabeza a la "casta"
que ha regido este país desde decenios.
Surgido de las tertulias televisivas, el cabeza vi-sible,
Pablo Iglesias, comenzó siendo el portavoz
de todos los indignados que mirábamos desde
el sofá cómo expresaba nuestro desaliento para
convertirlo en espada con la cual combatir a los
Marhuendas e Indas, tontos útiles del poder, para
desnudar las mazmorras del régimen, para sacu-dir
los trapos sucios y hacernos dar cuenta que
pueden haber salidas. Una persona común, con
una historia común aprovechada, pero con un
nombre histórico bien llevado y que parecía ser
el sino de su portador, viene a darle esperanzas
a un pueblo abatido, desarmado de anhelos pero
dispuesto a despertar, aunque la caverna mediá-tica
no pare de dar coces violentas, como demos-tración
de que tienen miedo.
Y es que como dice la canción, el miedo está
cambiando de bando…PL
23. Médicos españoles y parteras aymaras trabajan en conjunto creando un nuevo
tipo de medicina. Dedicados a erradicar la mortalidad materna, esta medici-na
multicultural promete un abordaje más integral y la chance de llegar a los
pueblos más alejados a la vez que aprende de sus culturas. Los retratos de un
fotógrafo que vio nacer niños de una nueva ciencia.
23
NOVIEMBRE
El Altiplano boliviano tiene una de las tasas de
mortalidad materna más altas de Latinoamérica:
190 muertes por cada 100.000 bebés que nacen
con vida. Un importante porcentaje de estas
muertes es debido a que las mujeres no acuden a
un hospital ni mientras el embarazo ni durante el
parto. “Mucho de esto se debe al choque cultural.
La cultura aymara tiene su medicina tradicional,
sobretodo en el tema del embarazo y el parto, y
es una ciencia con una visión muy diferente a la
de la medicina académica occidental”, explica el
doctor Marcelo Fernández, delegado de Inter-culturalidad
de la alcaldía de La Paz, quien con-tinúa:
“Para una futura madre aymara no existe
posición más incómoda para dar a luz que estar
echada de espaldas, por ejemplo. Tampoco es
concebible aislarse del resto de la familia o con-tar
solo con ayuda masculina. Por todo esto, el
hospital para ellos es una lugar hostil y extraño
en donde se vuelve muy difícil no tener una ex-periencia
traumatizante”.
Por ello, la organización española Médicos
del Mundo (MM), junto con la municipalidad
de Patacamaya en La Paz, llevan hace más de
un año un trabajo conjunto para “Humanizar el
parto”, como lo define Juana Elsa Yujra Acarapi,
responsable de Medicina Tradicional e Intercul-turalidad
de MM, que asegura que ya más de 500
mujeres del Altiplano ya se beneficiaron con ese
programa y que se están haciendo programas si-milares
en las regiones bajas del país.
En Patacamaya se adaptaron los cuartos del
hospital creando salas de adecuación cultural,
que se asemejan mucho a un dormitorio de la
zona pero que cuenta con instrumentos médicos
y está higienizado. Se trabaja con las parteras de
la zona, quienes de muy buena gana aceptaron
trabajar en conjunto con los médicos venidos de
España o de las zonas urbanas. “Tenerlos a ellos
La partera Valeria Warachi, camina por las vías del tren
rumbo a la sala de adecuación cultural del Hospital de la
zona.
Silvia Capia tuvo complicaciones en su parto y el personal
médico tuvo que practicar una cesárea.
24. 24
PIEDRA LIBRE
Elsa Quispe en el control de rutina de su embarazo. Luz Maida es auxiliar de enfermería y ahora también partera.
Zenobia Mamani descansa en su casa días mas tarde de dar a luz. Mientras su madre arropa al bebé.
25. 25
NOVIEMBRE
(por los doctores) es un respaldo para nosotras.
Como parteras podemos hacer nacer un bebé y
evitar ciertas complicaciones, pero hay casos en
los que es necesaria la intervención quirúrgica o
saber ciertas cosas que con los análisis se puede”,
explica Nely Suntura Achumir, partera parte del
programa de Medicina Multicultural, que lleva a
cabo la Gobernación de La Paz.
Las mujeres eligen la posición, lugar y forma
en la que quieren dar a luz –salvo de que se tra-te
de un embarazo con alguna complicación que
requiera algo específico-, un doctor y una parte-ra
son asignados a cada madre y hacen el segui-miento
desde el primer chequeo hasta después
del parto. La familia y la comunidad son parte del
proceso y también aprenden qué hacer en caso
de emergencias. Se respetan las creencias tradi-cionales
de la madre y se combinan las medicinas
a base de hierbas y productos naturales con los
fármacos. “Hay muchas cosas sobretodo respec-to
al confort y cuestiones de ánimo y espíritu a
las que la medicina académica tiene pocas chan-ces
de llegar como lo hace la medicina tradicio-nal.
La unión de ambas es una chance para crear
un nuevo tipo de medicina complementaria mu-cho
más abarcadora, segura y humana”, explica
el doctor Roger Tapia Oros, director general del
Hospital Municipal La Merced, el primer hospi-tal
urbano de La Paz en iniciar programas de me-dicina
intercultural.
Olmo Calvo, fotógrafo español ganador del
XVI Premio de Fotografía Humanitaria Luis Val-tueña,
tuvo, como parte del premio, la oportuni-dad
de convivir en este hospital y con la comu-nidad
de Patacamaya por algunos meses. Estas
son algunas de las fotografías que retrató en su
trabajo Partos en el Techo del Mundo. PL
Silvia Aliaga, de Patacamaya, luego de salir de su control prenatal.
29. El palacio
de los nadie
por RAV
Las crisis son el escenario preferido de las mejores obras
de arte urbanas y sociales. Cuando una crisis financiera se
devora a los ricos y se une con una crisis habitacional que
desespera a los menos afortunados, en un país en estado
crítico, entonces la obra es una maestría: Un rascacielos
pensado para ser el Wall Street venezolano tomado por
2000 familias que organizadas conviven y construyen la
favela vertical más grande del mundo.
30. Yecenia Polanco se levanta a las cinco de la ma-ñana
y por la vista privilegiada de su ventana el
sol pinta la silueta de Caracas en toda su exten-sión.
Manda a su hijo mayor a comprar pan al
piso 16 mientras ella sube a saludar a su vecina
que hoy se muda. Ya desayunada, la familia Po-lanco
–Yecenia y sus dos hijos- se disponen a sa-lir,
no sin antes asegurarse de tener todo lo nece-sario.
“Bajamos y subimos 26 pisos por escalera
todos los días, varias veces al día, por eso hay que
estar seguro de no olvidarse nada. Aunque siem-pre
me quejaré de la escalera, este es mi hogar. Yo
lo construí y peleé por mantenerlo. Le tengo un
enorme aprecio”, expresa Yecenia.
Su hogar está ubicando en el tercer edificio más
alto de Caracas. Un rascacielos de 45 pisos y 195
metros de altura. Aunque fue diseñado y cons-truido
para albergar a las más importantes fir-mas
y consorcios financieros de Latinoamérica,
ahora sus pasillos están atravesados por cuerdas
con ropa secando, los niños juegan y gritan en
las supuestas oficinas y en los pisos se encuen-tran
desde talleres mecánicos hasta almacenes de
abarrotes, dentistas, afiladores de cuchillos, salas
de juegos en red y una iglesia. Todo con el sonido
de los televisores encendidos, las radios y los gri-tos
que atraviesan su verticalidad haciendo eco
en sus muros sin revoque.
Una verdadera ciudad vertical donde unas 4000
personas conviven día a día en uno de los experi-mentos
urbanos más osados del mundo. Dentro,
La Torre David, como la llama la gente, tiene sus
propios negocios y ya cuenta con luz, agua y un
improvisado e insuficiente sistema de drenaje.
Los vecinos están organizados en una coopera-tiva,
cada familia paga una especie de expensa,
hay un calendario con los días de limpieza y las
diferentes tareas de cada uno y rige un estricto
reglamento de comportamiento para la seguri-dad
y convivencia de la comunidad.
“Tenemos delegados y coordinadores. Por ejem-plo,
en mi piso, el 16, hay 24 familias, si vemos
dos o tres malas conductas por parte de una per-sona,
entonces nuestras autoridades le enseñan
como mantenemos nuestra comunidad y hacen
que el reglamento se cumpla”, explica Miriam
Figueroa. “Cuando llegamos parecía el escenario
de una película de terror. Todo estaba oscuro,
lleno de basura y maleantes”, cuenta, Figueroa, a
quien su comadre la llevó al tiempo que le adver-tía:
“Es feo, pero acá tendrás una casa y nadie te
sacará”. La comadre sabía la situación desespera-
30
PIEDRA LIBRE
31. da de Miriam que no encontraba casa para sus
tres hijos. “Me convencí de que tenía que luchar
para salir de esta condición y entonces empeza-mos
a trabajar junto a los vecinos que llegaban.
Así, subiendo ladrillo por ladrillo y debatiendo
cada paso a dar, así construimos esto que ahora
es nuestro hogar”, cuenta con orgullo Miriam.
El castillo sin rey
Entre las anécdotas de David Brillembourg, hay
una que cuenta que mediante una astuta movi-da
mediática anunció que se lo estaba obligando
a ceder la presidencia de una de sus compañías
para pasarla a personas allegadas al gobierno. Al
escuchar los rumores los socios minoritarios le
ofrecieron comprarle pronto sus acciones para
evitarlo. Así Brillembourg ganó en una noche
500 millones de bolívares (unos 80 millones de
dólares) y a la vez se deshizo de una empresa que
pronto entraría en bancarrota. Este empresario
financiero amasó una enorme fortuna y gran in-fluencia
pública de la mano del boom financiero
de Venezuela en los 80’s. “Rey David” lo llama-ban
los diarios y quienes más lo conocían. Era
1990 cuando este rey decidió mandar a construir
un castillo del tamaño de sus ambiciosos planes.
Sería el tercer rascacielos más alto de Venezuela
y el octavo de todo Sudamérica y lo bautizó como
Centro Financiero Confinanzas, un edificio con
una punta de cristal, acero, concreto y aluminio
que estaría destinado a “convertir a Caracas en el
centro financiero de toda la región”, como decla-ró
Brillembourg en su lanzamiento. Constaría de
una torre de 45 pisos, otra menor de 16 y un hall
con parqueo de 10 pisos.
“Era un zorro astuto que no tuvo en cuenta un
pequeño detalle: la muerte”, cuenta Anastasio
Millagre, el “propietario” de una de las “oficinas”
del piso 19, quizá pensada para una sala de reu-niones
pero ahora devenida en hogar de la fami-lia
Millagre. Brillembourg murió en 1993 a los 50
años y en 1994 estalló la crisis financiera venezo-lana.
La obra quedó paralizada con algo más del
60 por ciento del total de la construcción.
Para algunos, el símbolo de la crisis financiera,
para otros una cicatriz que dejó la ambición.
Pero para otros, era la solución que tanto espe-raban.
Durante 13 años su esqueleto semi des-cubierto
se veía desde todo el valle de Caracas
hasta que en el 2007 se empezaron a ver ladri-llos
que empezaban a cubrir las ventanas, gen-te
que ingresaba con alimentos y materiales de
construcción y conexiones clandestinas de luz.
Cuando la ciudad reaccionó ya había 2000 fami-lias
viviendo en el lugar.
31
NOVIEMBRE
32. La torre late
“Yo creo que acá adentro estamos más organiza-dos
que el país allá afuera”, cuenta Yecenia, quien
tiene un hermano que hace de mototaxi y por 50
bolívares acerca a las personas a cualquier parte
de los 10 pisos de parqueo con acceso con rampa.
A partir del piso 10, donde terminan las rampas
y empiezan las escaleras, hay varios muchachos
que por una propina llevan la carga a los pisos de
arriba. En estos primeros diez pisos están los que
llegaron primero y la mayoría de los negocios. En
el piso dos está la capilla, en el seis hay un taller
de autos, también allí está el café internet, el elec-tricista,
la peluquería y la tienda de doña Nelly
que vende desde peluches hasta libros y peque-ños
electrodomésticos. En esos pisos también se
reservan cuartos para los enfermos, ancianos o
quien no pueda subir muchos pisos.
“Se hacen asambleas donde los vecinos propo-nen
las temáticas y otras las impone las situa-ciones
de la convivencia. Una vez a la semana se
toma registro de las decisiones y se las agrega a
nuestra agenda y nuestro reglamento. Se arreglan
las disputas entre vecinos y muchas veces se ha-cen
colectas para algún vecino que está en algún
momento complicado”, explica Elvys Merclan,
presidente de la cooperativa. La torre principal
está habitada hasta el piso 28, el hall y la torre
más pequeña están ocupados en su totalidad. “La
cooperativa recauda 200 bolívares (30 dólares)
por familia para mantenimiento del lugar (re-paraciones,
limpieza, arreglos y mejoras). Todo
lo que se ha hecho viene de ese dinero y del es-fuerzo
particular de cada vecino, sobretodo de
los que llegaron primero, no recibimos ninguna
ayuda de ningún tipo”, explica Mercan.
“Antes de venir, cuando salía a trabajar estaba
todo el día pensando en que no le pase nada a
mis chicos porque vivíamos en la calle y en ba-rrios
muy peligrosos, pero ahora ya estoy tran-quila
porque en La Torre todos vivimos tranqui-los,
tenemos una comunidad que se ayuda y que
se respeta”, exclama Figueroa. Ella ahora tiene
su propio negocio, un almacén de abarrotes en
el piso 16 que maneja hace más de cinco años.
“Pero nada nos fue, ni nos es fácil, nosotros le-vantamos
este lugar desde la miseria y lo traba-jamos
día a día. Además sufrimos mucho por la
discriminación de las personas de afuera. No en-tienden
que nosotros más que nadie quisiéramos
solucionar nuestra situación”, exclama Figueroa.
La ciudad futura
Ernesto Villegas, ministro de Estado para la
Transformación Revolucionaria de la Gran Ca-racas,
explica: “Nosotros no satanizamos a las
personas que por necesidades básicas y urgen-tes
encuentran en lugares como la Torre David
un lugar para vivir. Estas personas son produc-to
mismo del capitalismo porque son las masas
excluidas que se forman en todo el mundo. Yo
no tengo un sombrero mágico del cual sacar la
solución, pero estamos trabajando con la organi-zación
de esa comunidad para construir sin pre-juicio
las condiciones que permitan implementar
soluciones reales”.
La comunidad de La Torre, representada por su
cooperativa y el ministro Villegas están iniciando
desde julio el traslado de algunos de los vecinos a
un nuevo proyecto de viviendas que está lanzan-do
el proyecto. “Ya se movieron unas 300 familias,
principalmente las que vivían en las peores condi-ciones
o eran recién llegadas. Nosotros no quere-mos
irnos porque acá estamos ya bien instalados
y organizados, pero también sabemos que esto,
tarde o temprano se tiene que solucionar, enton-ces
la mayoría cooperamos si es que nos ofrecen
una solución verdadera”, explica Merclan.
Todavía está muy lejos el día en que esta torre
quede deshabitada y mientras tanto se ven hom-bres
subiendo ladrillos en los hombres por más
de 20 pisos por escalera. Las motos siguen re-corriendo
los círculos de los pisos del parqueo
con mandados y visitas. Las familias se siguen
visitando subiendo y bajando pisos y también se
sigue haciendo barandas y tapando huecos peli-grosos
para los niños. Esta Torre es sin duda el
hogar de algunas de las postales del subdesarro-llo
más crudas y pictóricas imaginables. Y mien-tras
en Buenos Aires la Villa 31 sigue rodeando a
Puerto Madero, el barrio más caro de la ciudad;
en Río de Janeiro la Rocinha sigue firme en el co-razón
de la ciudad y creciendo cada vez más a
medida que el país detiene su boom; E incluso
mientras en Santa Cruz las periferias se desbor-dan
de trabajadores y envuelven la ciudad deján-dola
cada vez más chica en comparación, así los
habitantes de La Torre David siguen acercándose
al cielo de una ciudad cada vez más sumida en su
propio hueco. Llegará el día en que los habitantes
de la ciudad miren con la admiración que se me-rece
a estas soluciones prácticas y llevadas a cabo
con todo en contra. PL
32
PIEDRA LIBRE
35. El guerrero de las
tablas
La historia del teatro en Santa Cruz es tan vasta como descono-cida.
Iniciado como herramienta evangelizadora, el teatro supo
mutar y retratar los fenómenos de la cruceñidad para volverse
muchas veces su brújula. Desde el costumbrismo de un siglo
atrás hasta la vanguardia de los licenciados, atravesado por la
lucha constante contra la burocracia gobernante y venciendo la
apatía, el desinterés y las crisis. El teatro prevalece siempre dan-do
un paso adelante.
35
NOVIEMBRE
por RAV
36. 36
PIEDRA LIBRE
“La Escuela te da las herramientas para interpre-tar
el mundo en el que vives y la realidad que to-carás
como profesional. En ese sentido el teatro
se convierte en un organismo de transformación
y formación de un individuo, de un colectivo, y
por último, de una sociedad”. Claudio Urey, li-cenciado
en Artes Dramáticas de la Escuela Na-cional
de Teatro.
“Me van a dejar entrar o tumbo esta puerta. Yo
pagué mi entrada y voy a ver la obra carajo”, el
hombre, de camisa desabotonada casi hasta el
ombligo y bigote muy prolijo, golpeaba la puerta
y gritaba sin hacer caso a los encargados del Mu-seo
de Historia. El sujeto despotricó hasta que
la obra de teatro que se llevaba a cabo cortó la
función y el hombre y unas 10 personas entraron
pese a haber llegado con más de 30 minutos de
retraso. El público presente no pareció molestar-se
y la obra siguió. Este era el escenario en el que
los artistas debían luchar sus obras en Santa Cruz
de la Sierra hace poco menos de 10 años.
Aquella situación del público impuntual se dio
en una ciudad que ahora cuenta con la única Es-cuela
Nacional de Teatro (ENT) del país, con un
Festival Internacional de Teatro que agota entra-das
con meses de anticipación y que se va con-solidando
como un referente a nivel Sudamérica
y además con la Asociación Pro Arte y Cultura
(APAC), una organización proactiva y afianzada
en el país. No se puede –ni se debe- menospre-ciar
el gran avance que logró el teatro en Santa
Cruz, pero tampoco se puede pasar por alto lo
mucho que falta, sobretodo en lo que respecta a
la obligación de las autoridades locales con quie-nes
hacen, a puro pulmón, nuestra cultura.
Empieza la función
“Se hace teatro en Santa Cruz desde 1864”, afir-ma
René Hohenstein, uno de los principales
protagonistas de las escenas nacionales de los
últimos 30 años, además escritor del libro “His-toria
del Teatro en Santa Cruz”. Sin embargo, el
actor y periodista español Daniel González Gó-mez
afirma que los indígenas guaraníes –ade-más
de muchos otros de occidente- practicaban
rituales y cosmovisiones con “elementos teatra-les
absolutos”. Más allá de esta clara posibilidad
respecto a los pueblos originarios, los primeros
registros que se tienen de teatro en la región vie-nen
de las Misiones de Chiquitos y de la mano
de misioneros de la Compañía de Jesús. Estos
hacían representaciones teatrales de obras que
pudieran inducir a los originarios al cristianis-mo.
Según otros investigadores, como Alcides
d’Orbigny, el teatro en Santa Cruz se mantiene
así, atado a la religiosidad, hasta ya entrado el
siglo XX.
El investigador Mario Soria en su libro “Teatro
Boliviano en el Siglo XX”, rescata el inicio de lo
que daría paso al teatro costumbrista de la mano
de Emilio Finot –hermano de Enrique Finot-cruceño
que en 1909 ganó el primer premio
teatral en el concurso en homenaje al primer
centenario de la revolución chuquisaqueña con
su obra La Revolución de 1809 en Chuquisaca.
Finot estrenó cinco obras más, todas con temá-ticas
patrióticas: 25 de mayo, El Falso Brillo, Ana
Barba, Las Apariencias Engañan, El Cobarde.
Pasarían unas décadas para que el teatro de ín-dole
costumbrista, que vanagloriaba los tiempos
de la colonia y luchaba por crear una identidad
cruceña por separado de las dominantes urbes
del occidente encuentre su público y se conso-lide.
En 1973 Germán Coimbra Sanz estrena su
obra Diego de Mendoza. Coimbra se volverá,
junto a Enrique Alfonso y Raúl Vaca Pereira, los
creadores de grandes éxitos de taquilla, todos de
índole costumbrista que dominarán la escena
local. De esta época son las obras: La Viudita,
El Bibosi, La Monja Siracusa, Cambas Patazas,
El Mojón con Cara, Un Domingo en el Piraí, El
Carretón de la Otra Vida, Cuando Canta El Gua-jojó,
entre otras.
Luego llegó el despertar de la ciudad en los es-cenarios.
Oscar Barbery y el propio René Ho-henstein
son dos de los más reconocidos de la
nueva escuela de teatros que venían a marcar
temas más urbanos y existenciales para el teatro
de la región oriental. En 1988 Barbery publicó
El Portavoz, que fue estrenada con el nombre
de El Laberinto. “Ahí hay un viraje notorio que
agarra el tema de la drogadicción, del narcotrá-fico
y un primer análisis de esa sociedad emer-gente
en Santa Cruz”, explica Hohenstein en el
trabajo Arte no Existe, de David Mamani Car-tagena.
Entrarían en escena De Toco a Silla y Como Ojo
de Gata en Celo, de Hohenstein, que siguieron
37. Las mujeres son parte fundamental del movimiento teatral. Mostrando versatilidad, talento y compromiso, las actrices rompen estereotipos y afirman
su lugar.
37
NOVIEMBRE
38. 38
PIEDRA LIBRE
esa senda de un teatro con temáticas más con-temporáneas.
También hubieron algunos pione-ros
como Jorge Rozsa, húngaro vivido en Santa
Cruz, quien en los 70’s estrenaba obras como
Hambre, donde relata la historia de ocho sobre-vivientes
de apocalipsis atómico. Ramón Clouzet
es otro autor adelantado que supo llevar al teatro
de una manera alternativa la temática de la Gue-rra
del Chaco.
Ya con escuela propia
En 1986 se funda Casateatro que en casi 30 años
de existencia tiene en su haber más de 60 obras
producidas, dirigidas y representadas por el
grupo. Casateatro es quizá la primera compañía
de teatro dedicadas 100 por ciento a dicha acti-vidad
logrando hacerlo de manera ininterrum-pida
hasta la actualidad. Para muchos, como el
historiador Alcides Parejas, Casateatro también
es responsable del impulso que llevó a La Casa
de la Cultura de Santa Cruz a “convertirse en
una institución cultural con vida propia”.
En 1998 se forma APAC de la mano de uno
de los grandes impulsores del teatro cruceño:
Marcelo Araúz. Este ex director de la Casa de
la Cultura –en sus años de mayor repunte- y ex
viceministro de Cultura, impulsó desde APAC
los inicios del Festival Internacional de Teatro
de Santa Cruz y también fue pieza fundamental
para la fundación y mantenimiento de la ENT,
dos de los más grandes logros del teatro cruce-ño
y nacional.
El Festival nacido hace 18 años y de carácter
bianual –el próximo año se llevará a cabo su X
versión- es el evento teatral más importante de
Bolivia y al cual se le debe mucho del aprecio y
educación que ahora los cruceños le tienen al
teatro. Para Cecilia Kenning, actual directora
de APAC y principal representante del Festival:
“(Gracias al festival) siempre habrá un espacio
para el teatro en la sociedad porque: ¿Qué es más
poderoso en un grupo humano que sentirse co-nectado
por una historia común, la risa colecti-va
o una tragedia que conmueve? Pues eso es el
teatro; integra y comparte historias, crea comu-nidad,
recuerdos y memoria colectiva”.
Son Marcelo Araúz y Cecilia Kenning quienes
se encuentran en París el año 2003 con Mar-co
Malavia, un dramaturgo, director y actor de
teatro de formación europea, quien por aquella
época tenía el utópico plan de crear una Escuela
Nacional de Teatro en Bolivia. Malavia ya había
recibido negativas en La Paz, Sucre y Cochabam-
Con orígenes religiosos y raíz costumbrista, el teatro cruceño logró ir más allá para
reflejar sus nuevas realidades.
39. La alcaldía tiene destinados para actividades teatrales Bs 1.810.00. De esto, Bs 500.000 son “Aporte a la Escuela Nacional de Teatro”. En la foto, el
elenco de la Escuela en su gira por Europa, solventada por El C.C. Santa Cruz, el Ministerio de Cultura y aportes propios.
39
NOVIEMBRE
ba, pero ni siquiera había intentado en Santa
Cruz. Fue entonces que Araúz y Kenning le re-comendaron
ir a la capital cruceña y hablar con
el cura Castellanos, presidente de la Fundación
Hombres Nuevos. También le dieron algunos
nombres para que lo ayuden, entre ellos el de
Hugo Francisquini.
Quizá sin saberlo Araúz y Kenning estaban gra-bando
en piedra la historia del teatro cruceño:
Entre Castellanos y Francisquini, con Malavia a
la cabeza y un comprometido equipo de profe-sores
y alumnos ávidos de conocimiento, el 2004
se creó la Escuela Nacional de Teatro, en el Plan
3.000. La ENT lleva cinco generaciones de licen-ciados
en Artes Dramáticas y sobretodo, 10 años
de creación de público. Llevando el teatro a los
colegios, a las periferias y barrios de la ciudad,
llenando los escenarios más importantes de la
ciudad y el país, la ENT ha logrado una aprecia-ción
del público por la profesión teatral. Este año,
en el mes de septiembre y octubre el elenco esta-ble
de la ENT llevó a cabo una gira por Europa en
la que recibió las mejores críticas de la prensa de
varios países europeos.
No todo es rosa
“La alcaldía se limita a asfaltar del centro a la
periferia calles que, si por el alcalde fuera, no
importara que llevaran cadáveres culturales
por una ciudad de cultura muerta”, denun-cia
con firmeza el padre Castellanos, toman-do
la voz de la mayoría de los referentes del
arte local. Pese a su rica e imparable historia,
el teatro cruceño –como el teatro boliviano en
general- debe luchar contra la falta de apoyo
estatal, que muchas veces incluso se traduce en
el obstáculo estatal. “Nosotros estamos desde
hace años cumpliendo formalidades y regula-ciones
que exige la alcaldía. Literal, hace años
usando parte de nuestros pocos recursos para
conseguir nada más que el reconocimiento
que se merece esta institución. Lo único que
40. conseguimos hasta ahora es negativas y frus-tración”,
explica Lorena Rodríguez, directora
administrativa de la ENT. “Muchas de las más
relevantes actividades teatrales de la ciudad
están atadas al convenio con privados. No que-da
otra si quieres mantenerte con el arte. Es
una actividad cara y no masiva, por lo que la
gran parte de las veces debe subsistir a cam-bio
de patrocinios u funciones privadas. De las
autoridades culturales no se escucha más que
en épocas electorales”, comenta Hugo Francis-quini.
El teatro sobrelleva la inoperancia de las autori-dades
como una cruz que parece querer destinar-la
a mendigar o a errar con un futuro incierto.
Pero tanto los pioneros como las nuevas gene-raciones,
llevan también como una herencia del
saber popular –ese que tanto saben interpretar e
ilustrar- la fuerza, la perseverancia y el ingenio
para sobrevivir siempre transformando las debi-lidades
en nuevas formas de impulso o particula-ridad
que lo hacen cada vez más indestructible y
leal a sí mismo. PL
Las producciones logran superarse y marcar nuevos caminos. Esto junto a la profesionalización de la carrera teatral logra obras de calidad en todos
los géneros.
40
PIEDRA LIBRE
43. Jared Leto Sting
Músicos
de película
por Inés Seleme
Actores que hacen música hay muchos. Y músicos-músicos, de los bue-nos-
buenos, “ricos y famosos” que hayan dado el salto al cine hay muchísi-mos
más que han hecho números musicales, han aparecido en el papel de
ellos mismos y han desempeñado pequeños roles que –en algunos casos- ni
siquiera aparecen en los créditos. Pero también hay muchos músicos que
han trabajado en papeles destacados -como protagonistas o en roles se-cundarios-
y han sorprendido por sus desempeños aunque, convengamos,
no todos son Frank Sinatra como para hacer las dos cosas tan bien. En la
cuenta final, los fracasos ganan por goleada al combinado de éxitos-buenas
críticas, por muy encumbrados directores y valiosos guiones que hubie-ran
tenido. En el caso de las mujeres la balanza es más equilibrada, pero a
ellas las dejamos para otro momento. Hoy es el turno sólo de los varones y
empezamos mencionando a Bing Crosby, Dean Martin, Sammy Davis Jr. y
Fred Astaire, los más famosos y exitosos contemporáneos de Sinatra, que
se destacaron cantando y actuando. De ahí en más, la larga lista comienza
con Elvis Presley, “el puesto número uno de la lista de rockeros del cine”,
con más de 30 películas, una peor que otra - como sus actuaciones-, pero
de enorme éxito taquillero. A Bon Jovi no le va mejor. Pese a su horro-
44. INESTIMABLES
44
PIEDRA LIBRE
roso primer intento actoral, insistió con el cine
y no le han faltado ofertas para demostrar que,
definitivamente, nunca será buen actor: Strange-land,
Pucked, Cry Wolf, New Year’s Eve y Pay It
Forward (Cadena de favores) son algunas de sus
más conocidas participaciones. Completa el trío
de desastrosas actuaciones el gran Bob Dylan.
Escribió y actuó en Masked and Anonymous
(2003) y algunos piensan que sólo sus fanáticos
podrían aguantar la película hasta el final. Hearts
of fire y Pat Garrett and Billy the Kid son sus
otras dos únicas apariciones que no sean como
él mismo. El público y la crítica le agradecen se-guir
con sus genialidades musicales y abandonar
su aventura cinematográfica. Sting, a pesar de
estar lejos del mal nivel de los anteriores, tam-poco
se ha destacado por sus dotes actores, aun-que
supo retirarse a tiempo. Apareció en 1979
en Quadrophenia y le siguieron una veintena de
trabajos, algunos de ellos en películas muy cono-cidas:
Dune, Plenty, The Bride, The adventures of
Baron Munchausen y Julia and Julia. Diez años
después “reflexionó y dijo: ‘Esto no es lo mío’ y,
aunque tuvo apariciones menores, empleó mejor
su tiempo en cantar y componer”. Otro más al
que le estaremos eternamente agradecidos.
También hicieron y hacen cine Bob Geldof, Iggy
Pop, Meat Loaf, Prince, Eminem, Huey Lewis,
Alice Cooper y Simon & Garfunkel, aunque
David Bowie
cada uno por su lado. Art Garfunkel, entre otros,
fue un piloto en Catch-22, un perturbado psicoa-nalista
en Bad Timing y un tímido estudiante de
medicina en Carnal Knowledge, papel por el que
recibió el Globo de Oro al Mejor Actor de Repar-to.
Paul Simon, por su parte, fue un ególatra pro-ductor
musical en Annie Hall y escribió y pro-tagonizó
One Trick Pony, película que muestra
la lucha de los músicos por mantener sus princi-pios
en una industria discográfica dominada por
el dinero.
Neil Diamond es recordado por The jazz singer
al lado del colosal Lawrence Olivier y Paul Wi-lliams
por el villano de Phantom of the Paradise
en la elogiada ópera rock de Brian de Palma. Se
suman Keith Richards, a quien le bastó su papel
de Captain Teague en Pirates of the Caribbean
para entrar en la categoría de actor; Kris Kristo-fferson
–inolvidable en A star is born- con una
gran carrera que incluye más de 100 películas
desde su dramático y celebrado papel en Alice
doesn’t live here anymore, por el que obtuvo el
Globo de Oro al Mejor Actor; Chris Isaak, con
varias participaciones en series de televisión y
películas, incluyendo un pequeño papel de po-licía
de SWAT en la premiada The silence of the
lambs y un co-protagónico en Little Buddha, de
Bernardo Bertolucci; Elvis Costello que, ade-más
de numerosas apariciones como él mismo,
45. como la de Sesame Street, ha interpretando di-ferentes
papeles en series como Scully, Two and
a Half Men y Frasier y en películas entre las que
se destacan Straight to Hell, Delirious y Prison
Song y Harry Connick Jr., con actuaciones en
varios capítulos de las series Law & Order S.V.U.
y Will & Grace y en películas como Little Man
Tate, Independence Day, P.S. I love you, Copycat
y Memphis Belle.
Dwight Yoakam, uno de los más populares músi-cos
de country, tiene una larga lista de trabajos en
cine y televisión. Fue uno de los psicópatas de Pa-nic
Room, el reverendo Pride en The Last Rites of
Ransom Pride, el Dr. Miles en Crank y su secuela,
el criminal experto en explosivos de The Newton
Boys y el sheriff en la celebrada The Three Burials
of Melquiades Estrada, entre otras películas. Su
memorable papel de alcohólico y abusador de
Sling Blad recibió fantásticas críticas.
Tom Waits es uno de los más respetados y ca-maleónicos
músicos-actores. Ha trabajado en
pequeños y en importantes papeles, en películas
independientes y comerciales y, casi siempre, con
directores consagrados: Rumble Fish (La ley de
la calle), Cotton Club, Down by law, Short cuts,
Seven Psychopaths y The imaginarium of Doctor
Parnassus son algunas de sus más de 30 partici-paciones
en el cine, siempre con notables críticas.
Justin Timberlake, considerado “uno de los
músicos con más prometedora proyección en la
pantalla”, se ganó un lugar en el cine a partir de
su papel en The Social Network y ha participado
en más de 20 películas y series de televisión: Sa-turday
Night Live, Friends with benfits, In time,
Trouble with the curve y Runner, runner están
entre las más conocidas.
Phil Collins tiene una breve carrera como ac-tor
pero, a diferencia del resto, se inició de niño,
participando como extra, nada menos que en A
Hard Day's Night. En 1988 hizo su primer papel
adulto protagónico en Buster y la crítica dijo que
“se desempeñó con eficacia sorprendente”. Entre
otras apariciones recordadas están las películas
Fraud y Hook y la serie Miami Vice.
Roger Daltrey, eternamente famoso por prota-gonizar
Tommy (donde Eric Clapton interpreta
a un predicador), tuvo apariciones también en
producciones musicales, series y películas para
televisión, además de sus trabajos en cine. Se
recuerdan sus papeles en las series Highlander,
CSI: Crime Scene Investigation y Once upon a
time y en las películas Lisztomania, The legacy,
Cold justice, Buddy’s song y Lightining Jack.
The Beatles, infaltables en cualquier listado que
tenga que ver con la música, hicieron juntos
45
NOVIEMBRE
Keith Richards
Elvis Costello
Tom Waits
46. INESTIMABLES
46
PIEDRA LIBRE
Help! y A Hard Day's Night y tuvieron –indivi-dualmente-
algunas otras participaciones cine-matográficas
que son, por lo menos, curiosas.
George Harrison produjo y tuvo un cameo de
algunos segundos en Life of Brian de Monty
Python, Ringo Starr fue un cavernícola en Ca-verman,
el Papa en Lisztomania y la tortuga en la
versión para televisión de Alice in Wonderland
de 1985 y John Lennon fue un soldado en How I
won the war.
Mick Jagger. Desde los 70 ha tenido más de una
docena de las más variadas interpretaciones en la
pantalla. Sus papeles más famosos son los de em-presario
que dirige una agencia de acompañantes
en The man from Elysian Fields, de bandido en
Ned Kelly y de mercenario en Freejack. Son nota-bles
sus actuaciones en Bent, donde interpreta a
un artista transformista en una durísima película
sobre la persecución nazi a los homosexuales y
en Performance, en la que hace de perturbador
rock star. La película terminó convirtiéndose de
culto aunque, al momento de su estreno en 1970,
fue calificada como extraña, alucinatoria, sádica,
delirante, enferma, desagradable e incomprensi-ble
por mostrar el sexo, la psicodelia y el rock and
roll de los 60. No por nada se dice que Jagger no
tuvo que esforzarse demasiado para interpretar
su papel.
David Bowie asume roles y se sumerge en los
más diversos y extraños personajes desde su lu-gar
de músico, por lo que actuar en cine parecía
ser el paso lógico. Su primer protagónico lo tuvo
en 1976 interpretando a un extraterrestre en
The man who fell to earth. Un papel hecho a su
medida, una actuación calificada de magistral y
fascinante y el puntapié inicial de una extensa e
irregular carrera cinematográfica con directores
y compañeros de cartel de lujo. Fue aristócrata,
gigoló, matón, vampiro, prisionero de guerra,
duende, Andy Warhol, Poncio Pilatos y muchos
más. Entre sus trabajos más recordados están The
Hunger, Mery Christmas Mr. Lawrence, Lab-yrinth,
Basquiat, The Last Temptation of Christ y
The Prestige, donde interpreta a Tesla: “mientras
los magos Christian Bale y Hugh Jackman recu-rren
a él para que les ayude en su letal juego de
venganzas, Bowie derrocha misterio, contención
y electricidad”. Tal vez no sea un gran actor, pero
su sensualidad y elegancia se potencian cuando
actúa y han sido el denominador común de casi
la totalidad de sus interpretaciones. Si hasta pa-reciera
que no necesitara jugar otro papel porque
él es siempre un actor que desborda magnetismo.
Justin Timberlake
Roger Daltrey
47. 47
NOVIEMBRE
Dicen que hay que dejar lo mejor para el final, así
que voy a terminar el recorrido con Jared Leto
y una copia textual de fragmentos de la nota de
Página 12 de enero.
“No le dan el Oscar a gente como yo”, decía Ja-red
Leto el año pasado, cuando la película Dallas
Buyer’s Club recorría el circuito de festivales y los
críticos ululaban ante su interpretación de Ra-yon…
Ahora, ya casi terminada la temporada de
galardones, McConaughey y Leto ganaron todos
los premios… y no hay casi dudas de que los Os-car
a mejor actor principal y de reparto llevan sus
nombres…Es justo: Rayon es una maravilla, una
flor débil y hermosa que crece en esa película lúgu-bre
pero extrañamente triunfal. McConaughey se
perfila como uno de los mejores actores de su gene-ración,
pero nadie esperaba esto de Jared Leto, que
no actuaba desde hacía seis años, era un marginal
en Hollywood y parecía sólo dedicado a 30 Seconds
To Mars, su banda de rock (y sus) videos… llenos
de símbolos ocultistas, imágenes oníricas, referen-cias
a animé y arte pop y muchas, muchas tomas
de los ojos de Jared, el cuerpo tallado de Jared, en
fin, su insoportable belleza. En 1994 debutó en la
serie para adolescentes My So-Called Life… y salió
de eso con una extraña carrera en cine. Hizo pe-lículas
donde siempre actuó bien, pero sobre todo
se dedicó a destrozar su cuerpo ideal, su cara de
ángel, su incapacidad de envejecer. En Requiem
for a dream fue un drogadicto anoréxico que ter-mina
amputado; en Fight Club se dejaba destrozar
la cara por Edward Norton… En American Psy-cho
acaba desmembrado por los hachazos de Pa-trick
Bateman; en Chapter 27 –muy mala– hizo
del asesino de John Lennon, engordó 30 kilos y la
crítica lo llamó un De Niro de cuarta. Alguna vez
explotó su belleza: en Alexander es Hefaestión, el
amante del conquistador: la película es un bochor-no,
pero Jared es el mejor actor y el más hermoso
de un elenco que incluye a Colin Farrell, Rosario
Dawson y Angelina Jolie. También demostró que
era lindo y talentoso en Mr. Nobody una de cien-cia
ficción notable que fracasó comercialmente
y fue el comienzo de su retiro… Y de pronto este
papel. Y uno de esos reconocimientos unánimes
que hacen bajar la cabeza a los burlones y atraen
una malsana cantidad de nuevos admiradores que
hasta ayer hacían número en el coro de los cíni-cos.
La venganza debe ser muy dulce. Pero Jared
Leto se porta bien. Es discreto. Se sabe poco de su
vida privada… Dice que su vida no es un reali-ty.
Y el mutismo genera rumores… La respuesta
es un silencio de esfinge y, en cada premio que
recibe, agradecimiento y alegría y ni un gesto de
revancha, apenas un poco de altanería y un brillo
cómplice en los ojos azules más extraordinarios
del planeta mientras revolea una melena califor-niana
–medio mundo ruega para que se corte el
pelo y acepte la ropa que los diseñadores le dejan
a los pies pero a él, y se nota, no le importa nada,
y mucho menos le importa su aspecto, porque no
hay manera de arruinarlo–. Busquen fotos, miren
estos veinte años de Jared: nunca sale mal, nunca
sale feo, es sobrenatural. Ahora mismo, Jared Leto
está de gira con 30 Seconds to Mars… La gira se
detiene solamente la primera semana de marzo,
para que pueda ir a buscar su Oscar. Mejor que
se lo den.”
Como todos sabemos, se lo dieron. Subió a bus-carlo
con su belleza sobrenatural a cuestas y
todos dormimos felices esa noche. Y como to-dos
sabemos también, Frank Sinatra nunca fue
discutido como cantante, pero pasaron muchos
años para que su capacidad interpretativa fuera
valorada. Pero Frank Sinatra es la excepción, no
la regla, aunque quiero creer que no es la única
excepción.
Mick Jagger
48. EN LAS NUBES
en las redes sociales
| España está optando por el desastre, dicen
PSOEs y PPs intentando parar la estampida
de Podemos. Indignados que pudieron, se
llama.
| En la democracia perfecta que predica EUA
al mundo, la mayoría no vota. Le da igual si
gobiernan demócratas o republicanos.
Lo que se dice
y se comparte
| "La gente que hace una pausa para apreciar
la vida y da gracias es la más feliz. Amor y paz
para todos. Brittany Maynard."
| "...Yo he optado, definitivamente, por lo sub-lime
y sé, por experiencia propia, que en la
vida no hay más solución que la de sublimar,
que la de mirarlo y resolverlo todo, desde el
punto de vista de la sublimidad..." Oliverio
Girondo.
por Gabriela Ichaso
48
PIEDRA LIBRE
49. | Los moabs son más simpáticos.
| "Franz Kafka se ha vuelto ya en todas partes
un escritor costumbrista". Fernando Savater.
| "Aprendí el silencio de los charlatanes, la
tolerancia de los intolerantes, la bondad de
los malvados y, por extraño que parezca,
estoy agradecido a esos profesores." Khalil
Gibran
| "...Cuando cualquiera de nosotros, por ramplona que sea su imag-inación,
lleva ahora en el bolsillo un objeto prodigioso del tamaño
de un paquete de cigarrillos que permite comunicarse con cualquier
parte del mundo, enviar sonidos e imágenes, tomar fotografías, ver
películas o acontecimientos deportivos, consultar archivos y biblio-tecas,
orientarse en ciudades desconocidas, recibir noticias, solicitar
ayuda si se está en peligro, buscar novia o jugar póquer, además de
mil cosas más, creer en la magia se ha vuelto difícil por saturación.
Nos hemos familiarizado con lo milagroso, cuya esencia consiste
precisamente en romper con lo explicable y familiar. Las profecías
innovadoras de Jules Verne o el propio H. G. Wells no nos transportan
ya imaginativamente hacia el futuro sino que ahora tienen el encanto
nostálgico de aquellos tiempos en lo que supuestamente imposible
era todavía imposible de verdad y no una rama de las ofertas otoño/
invierno de los grandes almacenes..." Fernando Savater.
Contraindicaciones de la ouija (del muro de Alfredo Leigue)
1. No pitarse un motacu antes de la sesión.
2. Si usted es ateo o pertenece a alguna agrupación política marxista
leninista ya sea de influencia moscovita o pequinesa no puede tener
ningún tipo de experiencias aunque haga invocaciones a viva voz.
3. No confundir estar poseído por el demonio que estar en posesión
de sustancias que hacen ver demonios.
4. La intensidad de la experiencia es directamente proporcional a su
ignorancia.
5. Por ultimo si usted es muy boludo, simplemente juegue ludo.
49
NOVIEMBRE
50. AL FINAL
Cerró el Cine Palace. Los cinéfilos que detestamos la muchedumbre del “mall”
fuimos insuficientes y estamos de duelo.
Gracias familia Paz.
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PIEDRA LIBRE