El documento resume la pintura barroca flamenca y holandesa del siglo XVII, destacando a los pintores Peter Paul Rubens y Rembrandt. Cubre los principales géneros pictóricos como la pintura religiosa, mitológica y de retratos. Contrasta el estilo dinámico y colorido de Rubens con el estilo tenebrista e introspectivo de Rembrandt.
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
Pintura barroca flamenca y holandesa.
1.
2. PINTURA BARROCA FLAMENCA Y HOLANDESA.
1. DEFINICIÓN.
2. CRONOLOGÍA (siglo XVII).
3. CONTEXTO HISTÓRICO. (Ver página de Peter o libro de texto).
4. GÉNEROS PRINCIPALES:
• Pintura religiosa.
• Pintura mitológica.
• Retrato.
• Bodegón.
• Escenas de género.
• Paisaje.
5. LA PINTURA BARROCA EN FLANDES: PETER PAUL RUBENS.
• Características de su estilo.
• Obras: religiosas, mitológicas, retratos, escenas de género y paisajes.
• Otros pintores flamencos: Van Dyck.
6. LA PINTURA BARROCA EN LOS PAÍSES BAJOS: REMBRANDT.
• Características de su estilo.
• Obras: religiosas, retratos, paisajes.
• Otros pintores holandeses: Frans Hals y Vermeer de Delft.
4. Flandes es católica. Algunos de los
cuadros de Rubens muestran la
aceptación de los preceptos de la
Contrarreforma.
El arte religioso deja de ser
sereno, como en el arte
antiguo, y se hace combativo:
representa el martirio, el dolor,
y busca conmover al
espectador.
5. Sin embargo, su interés por los
desnudos, por los cuerpos
femeninos exuberantes y por la
sensualidad tiene muy poco de
Contrarreforma.
EL JUICIO FINAL. Rubens, 1615.
6. Rubens representa la alternativa barroca al
naturalismo tenebrista de Caravaggio y a la
contención y serenidad de Rembrandt. Algunas
características son propias del clasicismo, otras
las veremos en el Barroco decorativo. El
realismo de los rostros es, tal vez, su único
punto en común con Caravaggio.
Composiciones abiertas y predominio
de las líneas diagonales y curvas.
Triunfan el dinamismo y la
composición abigarrada, llena de
figuras.
Los cuerpos masculinos son potentes
y musculosos y aparecen
profundamente escorzados. La
influencia de Miguel Ángel parece
evidente.
El colorido es rico, de influencia
veneciana.
Las iluminaciones son amplias. No hay
rastro de tenebrismo.
La pincelada es suelta, abocetada.
MARTIRIO DE SAN ESTEBAN. Rubens, 1617.
8. La concentración en la escena,
desdeñando el paisaje, la violencia,
tensión y dramatismo son
características de la imagen
religiosa al servicio de los ideales
de la Contrarreforma. Su interés
evidente por el desnudo musculoso
es menos contrarreformista.
9. REGRESO DEL HIJO PRÓDIGO, Rembrandt, 1669
Holanda es calvinista. El calvinismo
holandés vetaba las imágenes
religiosas en las iglesias, y aunque los
temas bíblicos se aceptaban en las
casas privadas, se produjeron
relativamente pocos. Rembrandt fue
la excepción:
Se inspiraba directamente en la
Biblia siguiendo interpretación de
la misma según la propia
conciencia y la propia fe.
No se representan santos, ni
vírgenes, ni martirios. No se
intenta ilustrar los sacramentos.
No se busca conmover al creyente
mediante el martirio y la sangre.
Sus escenas no muestran
violencia, ni pasiones excedidas,
sino calma y silencio. Cristo es
amor y compasión.
Su forma de acercarse a los temas
religiosos contrasta fuertemente
con Rubens.
10. Intentaba humanizar los temas
bíblicos. Sus modelos no eran
figuras idealizadas
grecorromanas, procedían de la
comunidad judía de Amsterdam.
De manera que sus apóstoles y
santos eran gente común,
pobres y necesitados, cuyos
atributos no eran de carácter
físico sino espiritual.
Rembrandt utiliza los fuertes
contrastes de luces y sombras
para aumentar la intensidad de
la escena. Predominan los
colores pardos oscuros.
Los detalles desaparecen, las
figuras se funden en la
oscuridad. La factura es rápida,
como abocetada. No interesa
definir con un dibujo claro y
LA NEGACIÓN DE SAN PEDRO. Rubens, 1660. preciso. Se busca sugerir
emociones mediante la luz, la
Jesús le dijo: 'En verdad te digo que esta misma noche, antes de contención formal y la pincelada
que el gallo cante, me negarás tres veces'. Pedro le dijo: 'Aunque expresiva.
tuviera que morir contigo no te negaré'.
11. B. PINTURA MITOLÓGICA.
La pintura mitológica es resultado de la recuperación de la antigüedad clásica, una recuperación
que se había iniciado en el Renacimiento. Pero esta pintura no es sólo la representación de los mitos de
héroes y dioses paganos. También está pensada para representar mediante símbolos y alegorías ideas
edificantes.
Rubens realizó numerosas obras de temática mitológica, muchas de ellas para el rey de España
Felipe IV.
EL
JUICIO DE PARIS. Rubens, 1639.
12. Los hijos gemelos de Leda y Júpiter,
Cástor y Polux, decidieron raptar, con
ayuda de Cupido, a las hijas del rey de
Mesenia, Leucipo, llamadas Hilaíra y
Febe, que ya habían sido
comprometidas a otros hermanos.
Los Dióscuros eran excelentes jinetes
por lo que el pintor flamenco los sitúa a
caballo en el momento de perpetrar el
rapto, reforzando la violencia con el
caballo encabritado del fondo y la
resistencia ejercida por Hilaíra y Febe,
cuyos escorzados cuerpos parecen
querer salir del lienzo.
Curiosamente, Cástor y Polux
desposarán a las princesas y se
comportarán como maridos modélicos,
hecho que aquí el pintor simboliza en la
presencia de Cupido sujetando las
bridas del caballo. La pasión brutal es
frenada por el amor.
RAPTO DE LAS HIJAS DE LEUCIPO. Rubens, 1618. También se ha interpretado como una
alegoría del matrimonio o de la
armonía conyugal.
13. Dinamismo barroco, movimiento
agitado, violento.
Dramatismo, teatralidad.
El interés por el desnudo
femenino carnoso, exuberante.
Composición en diagonal.
Figuras abiertas, expresivas, en
posturas escorzadas.
Colores cálidos y vibrantes que
triunfan sobre el dibujo nítido y
preciso.
Paisaje clásico difuminado por la
perspectiva aérea, de clara
influencia veneciana.
Nada de tenebrismo,
iluminaciones amplias.
Pincelada suelta y nerviosa nada
contenida, que refuerza el
movimiento de la escena.
RAPTO DE LAS HIJAS DE LEUCIPO. Rubens, 1618.
14. Las mismas ideas en esta obra
que formaba parte de la
colección de Felipe IV en el
Alcázar de Madrid.
Las Tres Gracias se llamaban
Eufrosine, Talía y Anglae y
eran hijas de Zeus y Eurymone.
Siempre aparecen desnudas
ya que la belleza no necesita
cubrirse. Forman parte del
cortejo de Afrodita y suelen
representar la afabilidad, la
simpatía y la delicadeza.
Esparcen la alegría en la
naturaleza, en el corazón de
los humanos e incluso en el de
los dioses.
LAS TRES GRACIAS.
Rubens, 1639.
15.
16.
17. En Holanda el tema
mitológico tiene poca
importancia. Holanda no es
una monarquía absoluta,
como otros países católicos,
sino una república burguesa.
Hay pocos palacios de la
nobleza y del clero que
decorar con frescos y óleos de
contenido mitológico. Sólo
Rembrandt aborda
ocasionalmente este tipo de
temas para aquellos
burgueses que desean tener
un desnudo en casa. La
intención es muchas veces
alegórica.
DANAE Y LA LLUVIA DEL ORO. Rembrandt, 1636.
18. C. EL RETRATO.
En Flandes y los Países Bajos, el
retrato se utilizó para expresar el
orgullo ciudadano y demostrar el
poder económico y la posición
social. Este género gozaba de
gran importancia desde el siglo
XV.
En contraste con los rígidos
retratos de miembros de la Corte
y de la aristocracia, el ciudadano
holandés prefería un estilo más
natural e informal.
RUBENS, SU MUJER Y SU HIJO.
Rubens, 1639.
19. El estatus social y el rango quedan de
manifiesto gracias a los ricos ropajes,
cuyo detallismo recuerda a la pintura
flamenca del siglo XV. La personalidad
y el carácter, gracias a la penetración
psicológica.
ISABEL BRANDT
Rubens, 1625
20. El retrato ecuestre, aparecido en el
Renacimiento a imagen del retrato ecuestre
de Marco Aurelio, adquiere ahora mucha
importancia. Los retratos ecuestres
celebran el poder y los logros militares, así
como el heroísmo de los capitanes de los
ejércitos.
Rubens introduce novedades en el retrato
ecuestre, que rompe con el retrato
tradicional de perfil para ofrecer un
poderoso escorzo.
Además, el retrato ecuestre ya no queda
reservado sólo para los reyes. Ahora, la alta
nobleza también puede representarse así.
RETRATO ECUESTRE DEL DUQUE DE LERMA.
Rubens, 1603.
21. Rembrandt fue el mejor retratista de
Holanda, de manera que para él posarán
comerciantes, artesanos, pastores
calvinistas, corporaciones… y él mismo.
Realizó multitud de autorretratos en los
que parece querer atrapar sus distintos
estados anímicos y su palpable
decadencia física.
En ellos se observe bien su pincelada
suelta abocetada y muy empastada, que
rompe con la precisión del dibujo y nos
indica que lo que vemos no es una
persona, sino la pintura de una persona.
Estos lienzos solían utilizarse como
estudios de emociones diversas que
después habrían de ser incorporados a
obras de tema bíblico e histórico o bien
para demostrar su dominio del
claroscuro. Casi podría decirse que es la
luz la protagonista en estos cuadros.
AUTORRETRATO.
Rembrandt, 1658.
23. La pincelada es amplia, suelta, como
abocetada. El gesto del pintor queda
patente.
Durante el Renacimiento se trataba de
evitar justamente esto. La pincelada no
debía ser visible, sino pequeña, menuda,
invisible.
25. El retrato de grupo, en gran medida una invención holandesa, era muy popular entre las numerosas
asociaciones cívicas, parte notable de la vida holandesa, como la milicia cívica urbana, consejeros y
regentes de gremios y organizaciones caritativas.
LA MILICIA CÍVICA DE SAN ADRIÁN DE HAARLEM, Frans Hals, 1620
26. Estos retratos en grupo
constituyeron un género
único en Holanda y
proporcionaron abultados
ingresos a los artistas en un
país en el que ni la Iglesia ni
la casa real actuaban como
mecenas del arte
Por otra parte,
proporcionaban la
posibilidad de acometer
grandes formatos, ya que el
calvinismo había eliminado
la posibilidad de que los
templos fueran el escenario
de la pintura.
SÍNDICO DE PAÑEROS, Rembrandt, 1662
27. El reto consistía en evitar una hilera de cabezas rígidas, asegurarse de que los oficiales superiores destacasen,
disponer las figuras de manera informal alrededor de una mesa y captar el parecido de cada figura.
LOS OFICIALES DE SAN ANDRÉS. Frans Hals, 1633.
29. Realizado para el gremio de cirujanos
de Amsterdam, presenta la disección
de un cadáver ajusticiado, una
lección pública de anatomía,
costumbre habitual en aquellas
fechas para demostrar la sabiduría
de Dios al crear al hombre.
Las figuras apiñadas en torno al
cadáver suponen una novedad, ya
que en los retratos de grupo
anteriores, se pintaba a las personas
en fila; al colocarlas así, Rembrandt
ofrece una mayor sensación de
realismo. La sensación de
instantánea es muy fuerte.
La composición en diagonal, la luz
dirigida de tipo tenebrista y el
LECCIÓN DE ANATOMÍA DEL DOCTOR NICOLAES TULP. Rembrandt, 1632
naturalismo de los retratados son
característicos del estilo de
Rembrandt.
31. Retrato de grupo de la compañía de arcabuceros
del capitán Frans Branning Cocq, grupo de
comerciantes encuadrados en una milicia urbana
encargada de velar por el orden público.
Acción y dinamismo barrocos frente a estatismo.
Composición compleja a base de diagonales que
se entrecruzan para dar una sensación de
desorden natural que rompe con la pose y ofrece
una visión muy vívida del momento. Los escorzos
de las figuras contribuyen a dar profundidad al
cuadro.
El dibujo, apenas esbozado, queda disminuido por
la importancia del color y la luz, siendo poco
LA RONDA DE NOCHE, Rembrandt, 1642
nítidos los contornos de las figuras.
La iluminación tenebrista es la gran protagonista
de este cuadro. La sucesión de zonas iluminadas y
zonas en penumbra crea la sensación de
profundidad, de espacio.
Colores dominantes cálidos: tierras, ocres y rojos.
34. D. EL BODEGÓN.
También conocido como «naturaleza muerta», es una pintura que representa objetos inanimados,
generalmente extraídos de la vida cotidiana, que pueden ser naturales (animales, frutas, flores,
comida, plantas, rocas o conchas) o hechos por el hombre (utensilios de cocina, de mesa o de casa,
antigüedades, libros, joyas, monedas, pipas, etc.) en un espacio determinado. Es un género que tendrá
muchísima importancia en Flandes y los Países Bajos.
35. Su función era, sobre todo,
decorativa, valorándose en ellos
una hermosa imitación de lo
visible.
Predomina la iluminación de
tipo tenebrista y el tratamiento
naturalista.
Al principio se representaban
objetos cotidianos («piezas de
desayuno»), pero desde
mediados del siglo fueron más
populares los bodegones
ostentosos, con objetos caros y
exóticos («piezas de banquete»).
BODEGÓN OSTENTOSO
Abraham van Beyeren
36. A veces, este género se emplea para simbolizar alegorías cristianas o morales, predominando el sentido
de «vanitas», es decir, la constatación del paso del tiempo y de lo efímero de los placeres de la vida (el
arte, la música, las glorias militares, el saber libresco…). En este caso suele ser habitual la presencia de
calaveras, lámparas con la luz extinguida y relojes marcando la caducidad de la vida.
VANITAS. Pieter Claesz, 1628.
38. Un subgénero, dentro del bodegón,
es el bodegón floral, que representa
floreros y guirnaldas. Estos cuadros,
que presentaban cuidadosos arreglos
y composiciones, eran creaciones
imaginarias de flores que se abrían
en diferentes momentos del año.
Eran populares entre los mecenas y
nobles de toda Europa, y
generalmente tienen un motivo de
vanitas subyacente (pétalos caídos,
mariposas).
FLORERO. Osias Beert, 1639.
39. Frans Snyders pintó grandes bodegones centrados en caza muerta y animales. Estos últimos
cuadros están estrechamente relacionadas con las imágenes de la caza, que se pusieron de
moda en la pintura flamenca durante el siglo XVII.
40. E. ESCENAS DE GÉNERO.
Fueron muy comunes tanto
en Flandes como en los
Países Bajos en el siglo XVII.
Se distinguían categorías
dentro de este género:
figuras solas, familias
campesinas, escenas de
taberna, fiestas de la «alegre
compañía», mujeres
trabajando en sus hogares,
fiestas en la ciudad o en el
pueblo, mercados, etc.
EL FUMADOR
Adriaen Brouwer, 1637
41. En Flandes fueron habituales las escenas de campesinos harapientos luchando, jugando, bebiendo y en
general expresando un comportamiento exagerado y grosero. ¿Eran satíricas o no? ¿Reflejaban una
visión negativa de la sociedad o eran mero divertimento? En cualquier caso, triunfan el movimiento, la
alegría desenfrenada y las situaciones grotescas.
42. Jordaens pintó varias versiones de este tema, incluyendo esta obra de alrededor del año 1640 en los
Museos Reales de Bélgica. El 6 de enero se celebra la Epifanía en Flandes. En la noche de la vigilia de la
Epifanía se celebraba una fiesta con toda la familia, incluidos los criados, juntos. Es una celebración de
la comida, el vino y la alegría que se comparte con la familia. Una persona resulta ser el rey de la
velada, aquel a quien le toque el haba metida dentro de una torta. Se le colocaba una corona de papel
en la cabeza. En este caso Jordaens reflexivamente elige como tal a la persona de más edad en la
habitación. Este «rey» reparte entre el resto de personas los cargos «cortesanos».
EL REY BEBE, Jordaens, 1640.
44. La pintura de género no es habitual en la obra de Rubens. Aquí vemos algunas de sus características:
composición en diagonal, dinamismo, luminosidad, sensación de vida y energía. A diferencia de otros pintores
flamencos, ofrece una visión ideal de los campesinos en armonía con la naturaleza y no muestra escenas
groseras.
LA KERMESE, Rubens, 1635
47. El matrimonio de Rubens con Helena
Fourment el 6 de diciembre de 1630
probablemente fue el principal
incentivo para la realización de esta
obra… Pese a reconocerse las
facciones de su esposa en el
personaje femenino central y la casa
del artista como marco
arquitectónico, el cuadro es la
recreación de una idílica escena
cortesana galante, sin pretensiones
narrativas, donde se mezclan
personajes de apariencia real con
otros mitológicos. Los amorcillos en el
aire portan símbolos del amor
conyugal. Las fuentes de las tres
Gracias y de Venus aluden al amor
fecundo. El conjunto es una
exaltación del amor y la dicha
conyugal.
Museo del Prado
48.
49. En Holanda el triunfo del
puritanismo se refleja en sus
obras. A diferencia de Flandes,
aquí todo es contención, silencio
e intimidad. No hay lugar para lo
grotesco ni para la vulgaridad.
Los interiores son austeros, las
escenas son simples, pero hay
lujo y dignidad en los detalles y
en los objetos. Las figuras
humanas contribuyen a reforzar
aspectos como la familia, la
prosperidad y el sentido de
comunidad.
MUJER LEYENDO UNA CARTA.
Gerard ter Borch, 1660.
50. La independencia de los Países
Bajos y las riquezas obtenidas en
el comercio exterior animaron a la
burguesía holandesa a invertir en
obras de arte para hacer
ostentación de sus valores y su
fortuna. Por lo general, los artistas
holandeses intentaban reforzar la
idea de que Holanda era una rica y
próspera sociedad mercantil.
MUJER ESCRIBIENDO UNA CARTA CON SU
CRIADA.
Vermeer de Delft, 1670.
51. Algunos pintores, como
Vermeer, son capaces de
transmitir monumentalidad y
solemnidad clásicas
renunciando a lo grotesco.
Las pinturas de Vermeer
rechazan todo lo que implique
grandeza y tiene un cuidado
exquisito con las pequeñas
cosas. Su amor por el pequeño
detalle le acerca a lo pintores
flamencos del siglo XV.
La otra protagonista de sus
cuadros es la luz: delicada, sutil,
íntima. Nada que ver con el
tenebrismo de Caravaggio o
Rembrandt, pero tampoco con
las iluminaciones amplias y
celestiales de Rubens.
LA LECHERA
Vermeer de Delft, 1660
52. F. EL PAISAJE. Como género aparece en el siglo XVI, desarrollándose en dos direcciones:
Como marco clasicista de pinturas religiosas y
Como paisaje cotidiano en los Países Bajos.
mitológicas en la pintura italiana.
53. Frente al paisaje idealizado italiano, se
desarrolló un paisaje holandés más
realista, visto desde el nivel del suelo.
• Los paisajes captan con
sencillez, y con tonos
apagados y realistas, la
naturaleza de la región. No
son paisajes inventados.
Interesa el detalle realista y la
precisión topográfica.
• Los cuadros se basan a
menudo en dibujos realizados
al natural en el exterior y
completados luego en el
taller.
• Los horizontes, muy bajos,
permitían enfatizar las
formaciones de nubes.
Interesa captar los efectos
luminosos que produce el sol
sobre el campo, el mar o los
canales, al atravesar un cielo
nublado.
VISTA DE HARLEEM. Jacob van Ruysdael, 1665.
54. Tan popular llegó a ser la pintura de paisajes que generó tal competencia entre los pintores que casi todos
terminaron especializándose en algún aspecto del mismo para ser conocidos: escenas de invierno, temas
nocturnos, marinas, caminos y granjas, paisajes urbanos, llanuras panorámicas…
EL MOLINO DE VIENTO.
Jacob van Ruysdael, 1665.
55. ALTO EN UNA POSADA.
Jacob van Ruysdael, 1649.
Composición sencilla Horizonte bajo Efectos luminosos Cielos cargados de nubes
Naturalismo Colores sobrios y suaves Figuras anecdóticas
58. Rembrandt también se interesó por el
paisaje. En sus cuadros comprobamos
sus características:
• Desintegración de la pincelada.
• Violentos contrastes de luces crean
una atmósfera dramática.
• Desarrollo de una paleta de color
cálida de tonos pardos.
• Frente a otros pintores holandeses,
da la impresión de buscar no tanto
una descripción realista de la
naturaleza como una visión poética
de la misma, subrayada por los
efectos dramáticos de la luz. Esta
interpretación del paisaje subjetiva
y que, tal vez, expresa un estado de
ánimo interior, le convierte en
EL MOLINO, Rembrandt, 1650 precursor del paisaje romántico.
62. RETORNO DE LOS PASEANTES DEL CAMPO. Rubens, 1634.
• Rubens ha leído a los poetas bucólicos clásicos y de su época, donde aparecen los tópicos de la
vida campesina que trata de plasmar: el trabajo sencillo en el campo como fuente de felicidad.
• Para representar el paisaje cuenta con minuciosos dibujos sacados del natural en sus paseos. Se
interesa por los efectos de luz, si bien sus horizontes no son tan bajos como en los paisajes
holandeses.
• Frente al dinamismo y al dramatismo de sus pinturas religiosas y mitológicas, sus paisajes son
sencillos, serenos, equilibrados.
• Mantiene su pincelada amplia y suelta, a la manera veneciana.
63. Rubens se interesó por el paisaje en los último años de su vida, cuando se retiró con su familia a una casita
de campo a vivir en paz y a pintar para sí mismo, algo bastante novedoso. Rubens presenta sus paisajes
como un lugar idílico en el que conviven el paisaje nacional con una fuerte carga literaria.
PAISAJE CON ARCO IRIS, Rubens, 1638
66. RETRATO DE CARLOS I. Van Dick, 1633
VAN DYCK (1599-1641). Recoge los
aspectos más refinados y sutiles del
maestro Rubens y, aunque toca muchos
otros temas, se especializa en el retrato
cortesano. Instalado en Inglaterra desde
1631 al servicio de Carlos I, aportará a la
pintura posterior riqueza de colorido,
soltura en la pincelada e incorporación al
retrato de elementos "de encuadre"
(pajes, caballos, etc.) que en ocasiones
desplazan la figura del eje central. Se
convertirá en uno de los mejores
retratistas del momento por su capacidad
para recoger el refinamiento, el
distanciamiento y la elegancia de los
personajes representados. El mejor
ejemplo de ello lo tenemos en su retrato
de El rey Carlos I de Inglaterra en el que se
muestra la elegancia y distinción del
retratado, la textura de sus ricas telas y la
naturalidad del espacio que le rodea. Será
un maestro para las generaciones
posteriores, sobre todo en el retrato inglés
del XVIII, tanto por su colorido como por
la elegancia de sus formas.
Página de Peter.
69. FRANS HALS (1580-1666). Es uno de los grandes retratistas. Se estableció en Harleem, el lugar en que
ejecutó su primer retrato, fechado en 1611. Fue autor de muchos de los retratos de grupo que se
ejecutaron en esta ciudad, entre ellos el de La regenta del asilo de ancianos de Harleem (1664). Más
tarde hace retratos de una figura única para personajes notables de la ciudad. Su estilo era rápido,
colorista, inmediato y abocetado. Pintó mendigos, niños y personajes de la calle en los que demuestra
mayor frescura y viveza que en los retratos que hizo para los notables. (Página de Peter).
70.
71.
72. VERMEER DE DELFT (1632-1675).
Maneja la luz con una maestría
inusitada, sobre todo en los
interiores, de los que sabe recoger la
sensación de intimidad y placidez de
la acomodada vida burguesa. Son
escenas gratas y refinadas, de
silencio y quietud. Su pincelada es
minuciosa y detallista, captando las
texturas y calidez de los objetos, de
tal modo que consigue plasmar la
realidad de una manera casi
fotográfica y absolutamente objetiva
siguiendo la mejor tradición de la
pintura flamenca.
(Página de Peter).
MUJER DE AZUL LEYENDO UNA CARTA
Vermeer, 1664