Los polímeros se pueden clasificar de varias maneras: según su comportamiento térmico como termoplásticos, termoestables o elastómeros; según su origen como naturales, sintéticos o semisintéticos; y según su composición química como homopolímeros compuestos de un solo monómero o copolímeros compuestos de dos o más monómeros. También se clasifican según sus aplicaciones comunes como plásticos, fibras, recubrimientos y adhesivos.