El documento describe buenas prácticas para el manejo de camaroneras para reducir el impacto ambiental del cultivo de camarón. Estas incluyen preparar los estanques secándolos y aplicando cal para mejorar el suelo, fertilizar para promover el plancton, usar postlarvas de laboratorio en lugar de silvestres, y tratar el agua de descarga usando alternativas como humedales, biorremediación o policultivos con plantas acuáticas.