El mercado laboral en España aún discrimina a la mujer. Las mujeres ganan menos que los hombres por el mismo trabajo y tienen una tasa de desempleo más alta, especialmente debido a la difícil situación económica. Aunque las mujeres son la mayoría de los universitarios, tienen poca presencia en cargos directivos. España ocupa una posición baja entre los países de la OCDE en cuanto a la integración laboral de la mujer.