El documento argumenta que las escuelas deben ofrecer oportunidades educativas de calidad equivalente para niñas y niños, independientemente de sus diferencias socioeconómicas y culturales. Reconoce que los niños tienen características individuales y que las diferencias socioeconómicas y culturales requieren atención especial de las escuelas. Aboga por que las escuelas adopten un enfoque activo ante las diferencias para promover la equidad educativa y evitar la discriminación temprana.