Este documento discute los problemas ambientales y límites al crecimiento que enfrenta la civilización actual, incluyendo el cambio climático, la crisis energética y la pérdida de biodiversidad. Argumenta que las estructuras humanas no son sostenibles y funcionan como un sistema de un solo uso, mientras que los sistemas naturales son altamente eficientes en el reciclaje de recursos. Concluye que es necesaria una transición hacia modelos más sustentables inspirados en los principios de los ecosistemas naturales.