Este documento describe los principales conceptos relacionados con la seguridad y salud laboral en el trabajo de oficina. Explica que la prevención de riesgos laborales implica identificar y controlar los riesgos para la salud de los trabajadores. Define conceptos como riesgo laboral, daños derivados del trabajo, accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. También cubre la clasificación de factores de riesgo y las consecuencias de los riesgos para la salud de los empleados.
1. SEGURIDAD LABORAL EN EL TRABAJO DE OFICINA
Autor: Antonio García Herráiz.
Prevencionista Riesgos Laborales
Técnico en Salud Laboral
2. 0. INTRODUCCIÓN A LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
0.1. GENERALIDADES
El trabajo puede conllevar riesgos para la salud de los trabajadores, que es necesario identificar y controlar adecuadamente.
Para ello, es necesario conocer la naturaleza del trabajo y de todos los elementos que influyen en él (técnicos, organizativos, económicos,
sociales, etc.), lo que es especialmente complejo en una situación de cambio casi permanente como la que vive actualmente el mundo del
trabajo, con una competencia creciente que obliga a realizar un esfuerzo continuo de adaptación, que asegure la supervivencia de la
empresa.
Esta evolución puede proporcionar ocasiones de mejorar las condiciones de trabajo y solucionar problemas de seguridad y salud de los
trabajadores e, incluso, de crear condiciones de desarrollo profesional, personal y social. Pero también pueden aparecer nuevos peligros que
son precisos de controlar.
Será necesario detectar, evaluar y actuar sobre todos los riesgos laborales existentes, tanto aquellos que puedan provocar un accidente de
trabajo y/o una enfermedad profesional, como las situaciones causantes de fatiga mental, insatisfacción laboral, etc. Y, en general,
cualquier posible daño para la salud de los trabajadores.
Los objetivos fundamentales de la prevención serán, por una parte, disminuir o minimizar los efectos negativos de las condiciones laborales,
y por otra, favorecer los positivos, para conseguir métodos de trabajo que se acerquen cada vez más a ese estado ideal de bienestar físico,
mental y social al que todo trabajador tiene derecho.
Según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales 31/1995 de 8 de noviembre, la prevención es el conjunto de actividades o medidas
adoptadas o previstas en todas las fases de actividad de la empresa con el fin de evitar o disminuir los riesgos derivados del trabajo.
El planteamiento que deben seguir estas actividades es mejorar la salud del trabajador mediante el perfeccionamiento y el control de las
condiciones de trabajo.
Las especialidades preventivas que se ocuparán de los diferentes factores de riesgo son:
SEGURIDAD EN EL TRABAJO. Es el conjunto de técnicas y procedimientos que tienen por objeto eliminar o disminuir el
Riesgo de que se produzcan los accidentes de trabajo.
HIGIENE INDUSTRIAL. Es la técnica que previene la aparición de enfermedades
profesionales, estudiando, valorando
y modificando el medio ambiente físico, químico o biológico del trabajo
MEDICINA DEL TRABAJO. Es una ciencia que, partiendo del conocimiento del funcionamiento del cuerpo
humano y del medio en que éste desarrolla su actividad, en este caso el laboral, tiene como objetivos la
promoción de la salud (o prevención de la pérdida de salud), la curación de las enfermedades y la
rehabilitación.
3. conocimiento del funcionamiento del cuerpo humano y del medio en que éste desarrolla su actividad, en este caso el laboral, tiene como
objetivos la promoción de la salud (o prevención de la pérdida de salud), la curación de las enfermedades y la rehabilitación.
ERGONOMIA. Es el conjunto de técnicas cuyo objetivo es la adecuación del trabajo a la persona
PSICOSOCIOLOGIA. Es la ciencia que estudia los factores de
naturaleza psicosocial y organizativa existentes en el trabajo que pueden
repercutir en la salud del trabajador
2. TRABAJO Y SALUD
El trabajo y la salud están interrelacionados. A través del trabajo buscamos satisfacer necesidades, desde las de
supervivencia hasta las de desarrollo profesional, personal y social. Sin embargo, en ese proceso podemos ver agredida nuestra salud, por
ejemplo, si el trabajo no se realiza en las condiciones adecuadas.
El trabajo es una actividad social organizada que, a través de la combinación de recursos de naturaleza diferente, como trabajadores,
materiales, energía, tecnología, organización, etc., permite alcanzar unos objetivos y satisfacer unas necesidades.
Los factores propios de las condiciones de trabajo se comportan como cualquier otro determinante del estado de salud. De hecho, la relación
entre el trabajo y la salud no siempre es tan evidente como a primera vista pueda parecer.
Hoy es frecuente oír hablar de calidad entendida como la aptitud de un producto, servicio o proceso, para satisfacer las necesidades de los
usuarios, y del concepto de calidad total, que implica hacer las cosas bien y mejorarlas constantemente. En muchos casos, su implantación
genera una mejora importante de las condiciones materiales en las que se desarrolla el trabajo.
La salud está relacionada con todos esos aspectos y, cuando en una empresa cambia el proceso de trabajo o los elementos técnicos,
materiales u organizativos, hay que tener en cuenta que también pueden cambiar, para bien o para mal, las condiciones de seguridad y salud.
Esos cambios, hoy tan frecuentes en la empresa, están dirigidos en gran medida a aumentar la eficacia productiva, y frecuentemente nos
proporcionan la ocasión de mejorar las condiciones de trabajo. Ahora bien, en algunas ocasiones pueden conllevar modificaciones que,
directa o indirectamente, perjudiquen la salud de los trabajadores
El progreso tecnológico y social ha mejorado notablemente la calidad de vida de la sociedad en general, y también las condiciones en que se
realiza el trabajo eliminando o reduciendo muchos de los problemas antes existentes. No obstante, siguen manteniéndose muchos de ellos,
otros se han incrementado y han aparecido algunos nuevos que es preciso identificar, evaluar y controlar.
4. muchos de ellos, otros se han incrementado y han aparecido algunos nuevos que es preciso identificar, evaluar y controlar.
Entre estos problemas, juegan un papel predominante los relacionados con la salud de los trabajadores.
CONCEPTO DE SALUD
La Organización Mundial de la Salud define la salud como “ el estado de bienestar físico, mental y social completo y no meramente la ausencia
de daño o enfermedad”.
Destaca de esta definición, por una parte, la triple dimensión de la salud física, mental y social, y por otra parte, su carácter positivo al incluir el
estado de bienestar y no limitar la salud a la mera ausencia de enfermedad.
PROMOCIÓN DE LA SALUD LABORAL
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), definieron en 1950 la promoción de la salud
laboral como aquella actividad que tiene como finalidad:
Fomentar y mantener el más alto nivel de bienestar físico, mental y social de todos los trabajadores en todas las profesiones
Prevenir todo daño a la salud de éstos por las condiciones de su trabajo
Protegerlos en su empleo contra los riesgos para la salud, y colocar y mantener al trabajador en un empleo que convenga a sus aptitudes
psicológicas y fisiológicas.
0.3. RIESGOS LABORALES Y DAÑOS DERIVADOS DEL TRABAJO
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales define estos conceptos del siguiente modo:
Riesgo laboral
Probabilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo.
5. Daños derivados del trabajo
Son el conjunto de enfermedades o lesiones sufridas con motivo u ocasión del trabajo.
Un riesgo laboral, por tanto, será cualquier situación que aumente la probabilidad de que se produzca una alteración en la salud, es decir, un
desequilibrio físico, mental y/o social.
A los elementos de las condiciones de trabajo que pueden ser origen de una alteración en la salud se les denomina factores de riesgo.
Son muchos los factores de riesgo que se encuentran en el medio laboral (agentes químicos, ruido, vibraciones, posturas inadecuadas, ritmos de
trabajo elevados…).
En cuanto a los daños derivados del trabajo, indicar que son tanto, los accidentes laborales, como las enfermedades profesionales, de los cuales
en unidades posteriores, se hablará con profundidad.
Para desarrollar una actividad preventiva adecuada, será preciso analizar y evaluar, mediante las técnicas necesarias, cada una de esas
modificaciones para determinar sus efectos sobre la salud, tanto positivos como negativos, con el fin de definir las medidas preventivas
adecuadas, encaminadas a eliminar o reducir en lo posible los efectos negativos, y promover y potenciar los positivos que pueden mejorar la
salud del trabajador como, por ejemplo, la participación y la comunicación.
Veamos a continuación una serie de principios generales de prevención que aparecen en el artículo 15 de la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales:
Evitar los riesgos.
Evaluar los riesgos que no se pueden evitar.
Combatir los riesgos en su origen.
Adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los puestos de trabajo, así como a la elección de los equipos
y los métodos de trabajo y de producción, con miras, en particular, a atenuar el trabajo monótono y repetitivo y a reducir los efectos del mismo
en la salud. e) Tener en cuenta la evolución de la técnica.
f) Planificar la prevención, buscando un conjunto coherente que integre en ella la técnica, la organización del trabajo, las condiciones de trabajo,
las relaciones sociales y la influencia de los factores ambientales en el trabajo.
Adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual.
Dar las debidas instrucciones a los trabajadores.
Condiciones de trabajo
Factores de riesgo
Riesgo Laboral
Daños derivados del trabajo
6. CLASIFICACION DE LOS FACTORES DE RIESGO (FR)
Podemos clasificar los factores de riesgo según las circunstancias o situaciones de las que deriven en:
FR derivados de las condiciones de seguridad
FR ligados al medio ambiente en el trabajo
FR derivados de los contaminantes químicos y biológicos
FR derivados de la carga de trabajo
FR derivados de la organización del trabajo
0.4. CONSECUENCIAS DE LOS RIESGOS
En el trabajo se puede perder la salud de muchas formas y todas son importantes. Evitar accidentes de
trabajo y enfermedades profesionales es imprescindible, pero en ocasiones, no es suficiente, porque
pueden producirse otros daños para la salud como, por ejemplo, la fatiga derivada de la carga de trabajo,
tanto física como mental.
ACCIDENTE DE TRABAJO
Se entiende como accidente de trabajo “toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o a consecuencia del trabajo que ejecuta
por cuenta ajena”. Esta definición legal se refiere tanto a las lesiones que se producen en el centro de trabajo como a las producidas en el
trayecto habitual entre éste y el domicilio del trabajador. Estos últimos serían los accidentes llamados “in itínere”.
Los accidentes de trabajo son los indicadores más evidentes e inmediatos de unas malas condiciones de trabajo y, dada su frecuencia y
gravedad, la lucha contra los accidentes es siempre el primer paso de toda actividad preventiva.
Desde el punto de vista técnico-preventivo, accidente de trabajo es todo suceso anormal, no querido ni deseado, que se presenta de forma
brusca e inesperada, que interrumpe la normal continuidad del trabajo y pude causar lesiones a las personas.
Los accidentes no surgen por casualidad, son consecuencia de una situación previa, en la que existen las condiciones que hacen posible que
el accidente se produzca, así pues los accidentes de trabajo son normalmente evitables.
La Seguridad en el Trabajo tiene como objeto eliminar o disminuir el riesgo de que se produzcan los accidentes de trabajo.
7. ENFERMEDADES PROFESIONALES
El artículo 116 del Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social define la enfermedad profesional como “toda aquella enfermedad
contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena, en las actividades que se especifiquen en el cuadro que se aprueba por las
disposiciones de aplicación y desarrollo de la ley, y que esté provocada por la acción de los elementos o sustancias que en dicho cuadro se indique
para toda enfermedad profesional”. El cuadro vigente en la actualidad fue aprobado por decreto 1995/78 de 12 de mayo.
Las enfermedades contraídas como consecuencia del trabajo y que no estén contempladas como enfermedades profesionales serán consideradas,
a efectos legales, como accidente de trabajo.
Desde el punto de vista técnico-preventivo, se habla de “enfermedad derivada del trabajo”, no de enfermedad profesional. Se entiende por
enfermedad derivada del trabajo aquel deterioro lento y paulatino de la salud del trabajador, debido a la exposición crónica a las condiciones
adversas del trabajo sean de tipo ambiental u organizativo.
La Higiene Industrial, la Ergonomía, la Medicina del Trabajo y la Psicosociología, se ocupan de la prevención de la aparición de enfermedades
profesionales.
FATIGA: FÍSICA Y/O MENTAL
No debemos limitar la prevención de riesgos solamente a la lucha contra los accidentes y enfermedades profesionales. Para plantearnos la acción
preventiva de forma completa hemos de tener en cuenta que en el trabajo también pueden existir elementos agresivos capaces de ocasionar
trastornos que, sin ser de naturaleza física, puedan causar daño al trabajador a nivel psíquico y social, e incluso llegar a materializarse en dolencias
de tipo somático o psicosomático.
La consecuencia de una carga de trabajo inadecuada, tanto física como mental, es frecuentemente la fatiga, pudiendo ocasionarse también estrés
e insatisfacción laboral.
Además de las condiciones anteriormente expuestas, existen otros motivos para hacer prevención. Estos son por ejemplo, los costes económicos
que tienen para la sociedad los daños a la salud de los trabajadores (cuotas a la Seguridad Social y jornadas no trabajadas por accidente de trabajo
y enfermedad profesional). Además de estos costes directos, habrá que tener en cuenta otros indirectos como: la producción no realizada, el
contrato y formación de la persona que sustituya al accidentado, los daños materiales producidos, etc.
El conjunto de todos esos elementos perjudica considerablemente el buen funcionamiento de la empresa, al aumentar
sus costes y limitar su productividad, poniendo en peligro su continuidad y la del empleo que generan. Además la
capacidad de respuesta de los trabajadores está condicionada tanto por el grado en que su salud se vea amenazada, como
por el grado en que se satisfacen sus expectativas de desarrollo profesional, personal y social.
8. 0.5. RIESGOS GENERALES Y SU PREVENCION
0.5.1. GENERALIDADES
En estos últimos años, se ha producido un cambio en la forma de abordar la protección de la seguridad y salud de los trabajadores. De un enfoque
puntual y reparador (solo se actúa cuando ocurre el daño) se ha pasado a un enfoque global y preventivo (se actúa antes de que ocurra el daño
mediante una planificación adecuada).
De este nuevo enfoque se desprende que la actuación preventiva:
se debe planificar e integrar en el conjunto de actividades de la empresa a través de todos sus niveles jerárquicos.
debe comenzar por una evaluación inicial de los riesgos presentes en la empresa y adoptando, cuando sea necesario, las medidas adecuadas que
eliminen o reduzcan los riesgos detectados.
0.5.2. Riesgos ligados a las condiciones de seguridad
En este grupo se incluyen todos aquellos factores de riesgo que pueden desencadenar un accidente de trabajo, que dañen o pongan en peligro la
vida del trabajador:
Por ejemplo: el lugar y la superficie de trabajo, las herramientas, elementos móviles, cortantes, la electricidad, combustibles, deficiencias
estructurales de construcción, insuficiencia o ausencia de medidas de seguridad en las máquinas, trabajos peligrosos sin la debida protección, etc.
Los accidentes pueden evitarse si conocemos los peligros del entorno y aplicamos unas elementales medidas preventivas.
Algunos ejemplos de peligros debidos al lugar de trabajo son:
caídas al mismo nivel
caídas a distinto nivel
pisadas sobre objetos
choques contra objetos inmóviles
choques contra objetos móviles
atropellos con vehículos
caídas de objetos por desplome o derrumbamiento
Con respecto a los lugares y superficies de trabajo el orden y la limpieza son principios
básicos que proporcionan la seguridad.
9. Muchos accidentes pueden ser evitados con medidas preventivas elementales y de bajo costo. Es necesario el orden y la limpieza en los
puestos de trabajo y la realización de inspecciones periódicas de los mismos.
0.5.3 Herramientas manuales
Muchas de las lesiones que se producen en los lugares de trabajo se deben a la utilización de herramientas, ya sean
manuales o activadas por motor.
Las herramientas manuales más utilizadas son: martillos, cinceles, cuchillos, hachas, tenazas, destornilladores y llaves.
Las herramientas a motor están desplazando a las manuales, lo que implica la aparición de nuevos riesgos para el trabajador.
Las herramientas a motor más peligrosas son: martillos neumáticos, taladradoras y motosierras.
Dentro de las medidas preventivas que pueden aplicarse para la utilización de herramientas, podemos citar:
Adquisición de herramientas de calidad.
Usarlas solo para el trabajo para el que han sido diseñadas.
Seguir las instrucciones adecuadas para su utilización.
Utilización de elementos protectores (guantes, gafas) cuando sea necesario.
Mantenimiento y revisiones periódicas.
Almacenamiento en el sitio adecuado para cada herramienta.
Utilizar adecuadamente las herramientas repercutirá tanto en un trabajo bien hecho como en nuestra integridad física.
Las principales causas de lesiones como consecuencia del manejo de herramientas son: uso inapropiado inadecuación de las mismas al
trabajo herramientas defectuosas transporte y almacenamiento incorrecto.
0.5.4 Máquinas
Con respecto a las máquinas recordar que el empresario deberá adquirir máquinas seguras e instalar, utilizar y
mantener adecuadamente la máquina, siguiendo las instrucciones del fabricante.
La certificación de una máquina (marcado CE) indica que cumple con las condiciones generales de seguridad.
0.5.5 Riesgo Eléctrico
La electricidad es la forma de energía más utilizada en la mayoría de nuestras actividades, pero presenta importantes riesgos que hay que
conocer y prever.
Tipos de contacto eléctrico:
10. Directo: se produce con las partes activas de la instalación, por ejemplo el cable.
Indirecto: se produce con masas puestas en tensión, por ejemplo la superficie de una máquina.
Para evitar los contactos directos debemos alejar los cables y conexiones de los lugares de trabajo y paso, usar, en caso necesario, equipos de
protección individual y recubrir las partes en tensión con material aislante.
Para evitar los contactos indirectos: toma de tierra e interruptor diferencial.
Es preciso colocar carteles informativos sobre primeros auxilios ante descargas eléctricas.
El paso de la corriente por el cuerpo humano puede producir quemaduras graves y muerte por asfixia o paro
cardíaco. La gravedad de los efectos y lesiones dependerá de la duración e intensidad de la corriente.
Electricidad + humedad = Peligro
0.6 Incendios
La seguridad contra incendios contempla todo un conjunto de medidas destinadas no solo a evitar el inicio del mismo:
Prevención del incendio; sino a controlar y eliminar su propagación: Protección contra incendios.
Factores del fuego:
. Combustible: Es toda sustancia capaz de arder. Puede ser sólida, líquida, o gaseosa.
. Comburente: El comburente normal es el aire, que contiene aproximadamente un 21% en volumen de oxígeno.
. Calor: Es necesario que exista un foco que proporcione el calor suficiente para que el fuego se produzca (cigarrillos, chispas, fuegos mal
apagados, fallos eléctricos, etc.).
Para evitar el inicio del incendio bastará con eliminar alguno de los factores del fuego.
La prevención de incendio es el conjunto de acciones tendentes a cortar el inicio del incendio, mediante la eliminación de alguno de los tres
factores del fuego.
La protección contra incendios es un conjunto de acciones destinadas a completar la acción preventiva para que en el caso de que se inicie el
incendio, este quede reducido en su propagación y en sus consecuencias. Una buena protección viene en función de una buena detección,
extinción y alarma.
0.7. Riesgos ligados al medio ambiente del trabajo.
En este segundo grupo, se incluye la exposición a agentes físicos, químicos y biológicos.
11. El hombre desarrolla su actividad laboral en un medio ambiente que puede deteriorar su estado de salud a corto, medio o largo plazo.
La Higiene Laboral es la encargada de prevenir los riesgos generados por todos estos agentes.
Los contaminantes químicos, también llamados agentes químicos, son sustancias que, por la forma de presentarse, pueden ser
absorbidas por el organismo y producir en poco tiempo, o a lo largo de los años, efectos dañinos para la salud del individuo.
Los contaminantes químicos, también llamados agentes químicos, son sustancias que, por la forma de
presentarse, pueden ser absorbidas por el organismo y producir en poco tiempo, o a lo largo de los años,
efectos dañinos para la salud del individuo.
Los agentes químicos son absorbidos por el organismo a través de
una o varias vías de entrada ,que por orden de frecuencia, son:
la vía respiratoria o inhalatoria
dérmica digestiva y parenteral.
La vía respiratoria, por inhalación, es la más importante en el mundo laboral por lo que, para hacernos una idea de la dosis absorbida por
el trabajador, es necesario conocer la concentración del tóxico (cantidad de tóxico que hay en el aire) presente en la
atmósfera del trabajo y también durante cuanto tiempo se encuentra el trabajador expuesto a dicho tóxico. Este
tiempo es lo que se conoce como tiempo de exposición. Cuanto mayor sea la concentración ambiental o el tiempo de
exposición, mayor será la dosis recibida.
Dentro de los agentes físicos a los que un trabajador puede estar expuesto como consecuencia de su trabajo, citaremos:
. El ruido, que se define en general como un sonido no deseado y molesto. La existencia de ruido en el ambiente de
trabajo puede suponer riesgo de pérdida de audición.
. Vibraciones, que se produce cuando se trasmite a alguna parte del cuerpo el movimiento oscilante de alguna
estructura, ya sea el suelo, una empuñadura o un asiento. Las vibraciones de elevada frecuencia (motosierras, martillos
neumáticos, etc.) pueden ocasionar alteraciones graves de salud, como problemas articulares y vasomotores
. Radiaciones ionizantes y no ionizantes. Una radiación es ionizante cuando, al interaccionar con la materia, origina partículas con carga
eléctrica (iones). Las radiaciones ionizantes pueden ser electromagnéticas, como los rayos X y gamma, o corpusculares (partículas alfa y
beta emitidas por los átomos).
La exposición a radiaciones ionizantes puede originar daños muy graves e irreversibles para la salud
(cáncer).
Respecto a las radiaciones no ionizantes, sus efectos sobre el organismo son de diferente naturaleza, dependiendo
de la banda de frecuencia de que se trate.
12. Así las radiaciones ultravioleta pueden producir afecciones de la piel, la infrarroja puede lesionar la retina o producir opacidad del cristalino.
Las microondas son especialmente peligrosas por los efectos derivados de la gran capacidad de calentamiento que poseen, al potenciarse su
acción cuando inciden sobre moléculas de agua que forman parte de los tejidos.
. Condiciones termohigrométricas y de iluminación del medio ambiente del trabajo. El riesgo para la salud de los trabajadores comienza
cuando las condiciones medio ambientales son capaces de superar la capacidad de los mecanismos de auto defensa.
Hay unos valores que indican cuando el ambiente es confortable. Si las condiciones de trabajo no se mantienen en estos valores, se puede
producir incomodidad y disconfort.
La exposición laboral a los agentes biológicos (microorganismos capaces de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad) se puede
considerar bajo dos puntos de vista, definidos por el tipo de actividad que se desarrolle.
En primer lugar se distinguen aquellas actividades en las que existe la intención deliberada de manipular agentes biológicos, por ejemplo los
laboratorios de diagnostico microbiológico o las industrias en cuyos procesos se utilizan estos agentes.
En segundo lugar, se encuentran aquellas actividades en las que no existe intención deliberada de manipular
agentes biológicos pero sí puede existir la exposición debido a la naturaleza del trabajo, por ejemplo, los trabajos
en centros de producción de alimentos, los trabajos agrarios o en los que exista contacto con animales o sus
productos, los trabajos sanitarios, los trabajos en unidades de eliminación de residuos y tratamiento de aguas
residuales.
0.8. La carga de trabajo, la fatiga y la insatisfacción laboral
En este grupo se incluyen las exigencias que la tarea impone al individuo: esfuerzos, manipulación de cargas, posturas de trabajo, niveles de
atención…, es decir, los esfuerzos físicos y mentales que el trabajo nos exige.
Podemos definir la Carga de Trabajo como el conjunto de requerimientos físicos (carga física) y psíquicos (carga mental) a los que se ve
sometido el trabajador a lo largo de su jornada laboral.
Para estudiar la carga física hay que conocer:
. Los esfuerzos físicos
. La postura de trabajo
. La manipulación de cargas
Las posturas de trabajo desfavorables no solo contribuyen a que el trabajo sea más pesado y desagradable, adelantando la aparición de
cansancio, sino que a largo plazo pueden tener consecuencias más graves para la salud.
13. En la manipulación de cargas se deben respetar siempre los siguientes principios:
Apoyar los pies firmemente, separados a una distancia aproximada de 50 cm.
Flexionar las caderas y rodillas, para coger la carga, manteniendo la espalda recta.
Coger la carga manteniéndola lo más cerca del cuerpo, levantándola gradualmente, estirando las piernas y manteniendo la
espalda recta.
La legislación no establece un peso máximo para la manipulación de cargas. Sin embargo, existen grupos de trabajo e investigación en el
campo de la Ergonomía que consideran aceptable una carga máxima de 25 Kg cuando las condiciones optimas de manutención se
respeten.
Definimos la carga mental como el nivel de actividad mental necesario para desarrollar el trabajo.
Los factores que inciden en la carga mental son:
La cantidad de información que se recibe
La complejidad de la respuesta que se exige
El tiempo en que se ha de responder
Las capacidades individuales
La consecuencia directa de la carga de trabajo es la fatiga. Se puede definir la fatiga como la disminución de la capacidad física y mental de
un individuo, después de haber realizado un trabajo durante un periodo de tiempo determinado.
La adopción de ciertas medidas preventivas en la planificación de las tareas (control de tiempos, contenido interesante del trabajo a
desarrollar, participación, etc.) debería evitar el llegar a esta situación.
La fatiga se convierte en crónica cuando las exigencias de la tarea están por encima de las posibilidades de respuesta del trabajador y exige
una sobrecarga repetida a la que no puede hacer frente.
Otra fuente de riesgo en el mundo laboral es la misma organización del trabajo.
Factores como el salario, las malas relaciones laborales, los trabajos de poco contenido, la falta de responsabilidad o de participación
puede generar el sentimiento de malestar que se conoce como insatisfacción laboral.
Su prevención pasa por actuar sobre la organización del trabajo, adoptando nuevos modos de planificar las tareas que potencien la
aplicación de las aptitudes de los trabajadores y, con ello, la promoción de la salud.
0.9. CONTROL DE RIESGOS: PROTECCIÓN COLECTIVA E INDIVIDUAL
Un principio básico de la acción preventiva es combatir los riesgos en el origen mediante la protección colectiva o con métodos o
procedimientos de trabajo adecuados y bien organizados. Esto no siempre se consigue siendo entonces necesario adoptar otras medidas:
la protección individual que protege exclusivamente al trabajador que la utiliza.
14. La elección eficaz del equipo de protección individual, frente a los riesgos que ha de proteger y la formación de los trabajadores para su
formación y mantenimiento son determinantes para conseguir minimizar las consecuencias de los accidentes.
El principio fundamental de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) 31/1995, de 8 de Noviembre es la protección de la seguridad y de
la salud de los trabajadores en su puesto de trabajo.
La LPRL establece un nuevo enfoque preventivo cuyos elementos básicos van a ser:
La planificación de la prevención desde el momento mismo del diseño empresarial
La evaluación de los riesgos inherentes al trabajo y su actualización periódica
La adopción de medidas adecuadas a la naturaleza de los riesgos detectados El control de la efectividad de dichas medidas
Cuando el resultado de la evaluación inicial ponga de manifiesto la necesidad de planificar la actividad preventiva en la empresa, ésta deberá
tener en cuenta los principios generales de la prevención y, entre ellos, se considera el deber de adoptar medidas que antepongan la
protección colectiva a la individual.
Entendemos por protección colectiva la que nos protege frente a los riesgos que no se han podido evitar o reducir, ejemplos: barandillas,
resguardos, interruptor diferencial, ventilación general, encerramiento para maquinas ruidosas, etc.
Entendemos por protección individual cualquier equipo utilizado por el trabajador para protegerse de uno o varios riesgos que puedan
amenazar su seguridad o su salud en el trabajo.
Estos equipos de protección individual (EPI) sólo deben ser utilizados cuando el los riesgos no se puedan eliminar o controlar suficientemente
por medios de protección colectiva. Los EPI se clasifican en dos tipos:
EPIs de protección parcial (protección de cráneo, de aparato respiratorio...)
y de protección integral (cinturón de seguridad,
prendas de señalización...).
El cumplimiento de los requisitos de los EPI se indica con el marcado CE, esto implica que usar una protección no
certificada o caducada equivale legalmente a no usar ninguna.
0.10. CONTROL DE LA SALUD DE LOS TRABAJADORES
Se llevará a cabo dentro del marco de la Prevención de Riesgos Laborales mediante la Vigilancia de la Salud en el ámbito de la Medicina del
Trabajo y realizada por un médico especialista en Medicina del Trabajo.