El documento cuestiona los métodos de enseñanza del profesor y sugiere que debe adaptarse a las tecnologías modernas para enganchar a los estudiantes. En lugar de clases magistrales, propone experiencias concretas, guiar a los estudiantes a otras fuentes de conocimiento, y promover el aprendizaje autónomo para que continúe una vez terminado el curso. También resalta que el cerebro puede seguir aprendiendo de por vida si se le da el ambiente adecuado.